¡Ay, Dios mío, qué movida! Aquí en Costa Rica estamos viendo un cambio bastante interesante en cómo los tribunales están manejando los casos de disputas familiares, específicamente en lo que respecta al derecho de visitas. Parece que los jueces le están dando mucha más importancia a que los niños y niñas mantengan contacto con sus padres, aunque estén peleones hasta el cuello.
Por años, hemos escuchado historias de familias destrozadas, donde un padre o una madre se queda sin ver a sus hijos por estragos. Muchos culpan a abogados quereres sacar provecho de la situación, otras veces sí es una cuestión de rencor o venganza personal. Pero ahora, parece que los magistrados están entendiendo que romper esos lazos familiares, especialmente entre padres e hijos, es una verdadera torta emocional para todos.
La ley ya tenía esto claro desde hace rato, eh. El Código de Familia, el Código de Niñez y Adolescencia, hasta el Código Procesal de Familia hablan sobre el derecho fundamental de los menores a tener relación con sus padres, abuelos, tíos, toda la familia. Tratados internacionales también lo avalan, pero antes era más fácil que se ignoraran estas regulaciones, ¿cachai? Ahora los jueces están tomando cartas en el asunto.
Lo que está cambiando es la forma en que los jueces escuchan a los niños y niñas. Ya no es solo una formalidad, sino que realmente buscan entender qué quieren los pequeños. Buscan saber si prefieren pasar tiempo con su papá, con su mamá, o con ambos. Se les dan espacios para expresarse, para decir qué les duele, qué les preocupa, y se toman en cuenta sus opiniones, aunque no sean definitivas, claro. No son los jefes, pero tampoco se les ignora como antes.
Si tienes el brete de no haber visto a tu hijo por mucho tiempo, puedes pedirle al juez que te permita recuperar ese contacto. Lo importante es irlo haciendo gradualmente, con calma, sin presiones. Busca un abogado que entienda la onda, que te ayude a preparar el caso y que sepa cómo convencer al juez de que quieres reconstruir esa relación. Porque al final, lo más importante es el bienestar del niño, ¡eso va primero!
Y ojo, ¿eh? Que los jueces no son idiotas. Van a evaluar cuidadosamente cada caso, van a tomar en cuenta la seguridad del menor, la estabilidad emocional de todos los involucrados, y van a buscar soluciones que beneficien al niño, sin importar quién tenga la razón o la culpa. De hecho, violar el derecho de visita puede traer consecuencias graves, como perder la custodia o hasta enfrentar cargos penales, dependiendo del grado de daño que cause al menor.
En fin, este cambio en la actitud de los jueces es una chivísima señal de que en Costa Rica estamos empezando a valorar más la importancia de la familia. Reconocer que la interrelación familiar es vital para construir una identidad sólida, fortalecer los valores y asegurar un buen desarrollo emocional de nuestros jóvenes. Es proteger el futuro de la sociedad, diay.
Ahora, cuéntame, ¿tú conoces algún caso donde el derecho de visitas se haya negado injustamente? ¿Crees que los jueces deberían darle aún más peso a la opinión de los niños y niñas en estos temas? ¿O piensas que hay situaciones extremas donde es mejor limitar el contacto familiar para proteger a los menores? ¡Déjame tu comentario abajo!
Por años, hemos escuchado historias de familias destrozadas, donde un padre o una madre se queda sin ver a sus hijos por estragos. Muchos culpan a abogados quereres sacar provecho de la situación, otras veces sí es una cuestión de rencor o venganza personal. Pero ahora, parece que los magistrados están entendiendo que romper esos lazos familiares, especialmente entre padres e hijos, es una verdadera torta emocional para todos.
La ley ya tenía esto claro desde hace rato, eh. El Código de Familia, el Código de Niñez y Adolescencia, hasta el Código Procesal de Familia hablan sobre el derecho fundamental de los menores a tener relación con sus padres, abuelos, tíos, toda la familia. Tratados internacionales también lo avalan, pero antes era más fácil que se ignoraran estas regulaciones, ¿cachai? Ahora los jueces están tomando cartas en el asunto.
Lo que está cambiando es la forma en que los jueces escuchan a los niños y niñas. Ya no es solo una formalidad, sino que realmente buscan entender qué quieren los pequeños. Buscan saber si prefieren pasar tiempo con su papá, con su mamá, o con ambos. Se les dan espacios para expresarse, para decir qué les duele, qué les preocupa, y se toman en cuenta sus opiniones, aunque no sean definitivas, claro. No son los jefes, pero tampoco se les ignora como antes.
Si tienes el brete de no haber visto a tu hijo por mucho tiempo, puedes pedirle al juez que te permita recuperar ese contacto. Lo importante es irlo haciendo gradualmente, con calma, sin presiones. Busca un abogado que entienda la onda, que te ayude a preparar el caso y que sepa cómo convencer al juez de que quieres reconstruir esa relación. Porque al final, lo más importante es el bienestar del niño, ¡eso va primero!
Y ojo, ¿eh? Que los jueces no son idiotas. Van a evaluar cuidadosamente cada caso, van a tomar en cuenta la seguridad del menor, la estabilidad emocional de todos los involucrados, y van a buscar soluciones que beneficien al niño, sin importar quién tenga la razón o la culpa. De hecho, violar el derecho de visita puede traer consecuencias graves, como perder la custodia o hasta enfrentar cargos penales, dependiendo del grado de daño que cause al menor.
En fin, este cambio en la actitud de los jueces es una chivísima señal de que en Costa Rica estamos empezando a valorar más la importancia de la familia. Reconocer que la interrelación familiar es vital para construir una identidad sólida, fortalecer los valores y asegurar un buen desarrollo emocional de nuestros jóvenes. Es proteger el futuro de la sociedad, diay.
Ahora, cuéntame, ¿tú conoces algún caso donde el derecho de visitas se haya negado injustamente? ¿Crees que los jueces deberían darle aún más peso a la opinión de los niños y niñas en estos temas? ¿O piensas que hay situaciones extremas donde es mejor limitar el contacto familiar para proteger a los menores? ¡Déjame tu comentario abajo!