¡Ay, Dios mío! Que chimba tener a Ramón Monegal por acá, ¿eh? El mae este es una figura mundial del perfume, y ahora le pone sabor a nuestro país. Estuvimos en la presentación de su colección y vaya que nos abrió los ojos sobre un mundo que ni sabíamos que existía. Desde el olor de la tierra mojada hasta el de los churros recién hechos… ¡todo cuenta!
Monegal, un nombre que resuena en la alta perfumería, vino directamente desde España para contarnos sobre su pasión por crear aromas únicos y, sobre todo, para explicar por qué la perfumería de autor está arrasando a nivel mundial. Resulta que la gente ya no quiere olores genéricos que huelen igual que los de sus viejos, sino algo que refleje su personalidad, ¿me entienden?
Según Monegal, la clave está en recuperar la esencia original del oficio: arriesgarse, experimentar y, sobre todo, no tener miedo a romper esquemas. Las grandes marcas, con su afán de vender a toda costa, se olvidaron de eso hace rato. Se enfocaron más en el marketing que en la calidad, y así perdieron ese toque especial que hacía que un perfume fuera una verdadera obra de arte. El mae dice que la perfumería independiente está viviendo un renacimiento, y nosotros estamos de acuerdo.
Y hablando de ingredientes, Monegal enfatizó que estos son los verdaderos protagonistas. No se trata solo de mezclar unas gotitas aquí y allá, sino de entender cómo cada aroma interactúa con los demás, creando una experiencia sensorial única. Él compara su trabajo con la cocina: cada ingrediente es un sabor, y la composición final es el plato completo. Qué carreta, pero qué bonito a la vez.
Además, el perfumista español no se anda con rodeos. Cuando le preguntamos sobre las tendencias del momento, soltó un “¡Me importan un carajo las tendencias!”. Prefiere seguir su propia intuición y crear perfumes que expresen emociones y valores, en lugar de simplemente seguir modas pasajeras. Tenemos que aplaudir esa actitud, porque demuestra que aún hay artistas comprometidos con la autenticidad en un mundo cada vez más superficial.
Uno de los puntos fuertes de Monegal es su conexión con las raíces españolas. Inspirado en íconos de su cultura, como el flamenco, las corridas de toros y el espíritu mediterráneo, ha creado una colección de fragancias que evocan recuerdos y sensaciones intensas. Cada perfume es una carta de amor a su tierra natal, pero también una invitación a descubrir nuevos horizontes olfativos. ¡Un brete lo que hizo el mae!
Lo más interesante de todo es que Monegal está transmitiendo su legado familiar a las nuevas generaciones. Trabaja codo a codo con sus hijos y ya introduce a sus nietos en el fascinante mundo de la perfumería. Dice que la sensibilidad olfativa se desarrolla desde la infancia, y queremos creerle. ¿Se imaginan crecer rodeados de aromas exquisitos y aprendiendo a distinguirlos desde pequeños? ¡Sería como vivir en un sueño!
En fin, la visita de Ramón Monegal dejó una huella imborrable en el panorama perfumístico costarricense. Nos demostró que el lujo no se mide en precios exorbitantes, sino en la calidad de los ingredientes, la creatividad del perfumista y, sobre todo, en la capacidad de evocar emociones profundas. Ahora bien, ¿ustedes creen que la búsqueda de perfumes personalizados y de autor va a transformar la industria, o es solo una moda pasajera?
Monegal, un nombre que resuena en la alta perfumería, vino directamente desde España para contarnos sobre su pasión por crear aromas únicos y, sobre todo, para explicar por qué la perfumería de autor está arrasando a nivel mundial. Resulta que la gente ya no quiere olores genéricos que huelen igual que los de sus viejos, sino algo que refleje su personalidad, ¿me entienden?
Según Monegal, la clave está en recuperar la esencia original del oficio: arriesgarse, experimentar y, sobre todo, no tener miedo a romper esquemas. Las grandes marcas, con su afán de vender a toda costa, se olvidaron de eso hace rato. Se enfocaron más en el marketing que en la calidad, y así perdieron ese toque especial que hacía que un perfume fuera una verdadera obra de arte. El mae dice que la perfumería independiente está viviendo un renacimiento, y nosotros estamos de acuerdo.
Y hablando de ingredientes, Monegal enfatizó que estos son los verdaderos protagonistas. No se trata solo de mezclar unas gotitas aquí y allá, sino de entender cómo cada aroma interactúa con los demás, creando una experiencia sensorial única. Él compara su trabajo con la cocina: cada ingrediente es un sabor, y la composición final es el plato completo. Qué carreta, pero qué bonito a la vez.
Además, el perfumista español no se anda con rodeos. Cuando le preguntamos sobre las tendencias del momento, soltó un “¡Me importan un carajo las tendencias!”. Prefiere seguir su propia intuición y crear perfumes que expresen emociones y valores, en lugar de simplemente seguir modas pasajeras. Tenemos que aplaudir esa actitud, porque demuestra que aún hay artistas comprometidos con la autenticidad en un mundo cada vez más superficial.
Uno de los puntos fuertes de Monegal es su conexión con las raíces españolas. Inspirado en íconos de su cultura, como el flamenco, las corridas de toros y el espíritu mediterráneo, ha creado una colección de fragancias que evocan recuerdos y sensaciones intensas. Cada perfume es una carta de amor a su tierra natal, pero también una invitación a descubrir nuevos horizontes olfativos. ¡Un brete lo que hizo el mae!
Lo más interesante de todo es que Monegal está transmitiendo su legado familiar a las nuevas generaciones. Trabaja codo a codo con sus hijos y ya introduce a sus nietos en el fascinante mundo de la perfumería. Dice que la sensibilidad olfativa se desarrolla desde la infancia, y queremos creerle. ¿Se imaginan crecer rodeados de aromas exquisitos y aprendiendo a distinguirlos desde pequeños? ¡Sería como vivir en un sueño!
En fin, la visita de Ramón Monegal dejó una huella imborrable en el panorama perfumístico costarricense. Nos demostró que el lujo no se mide en precios exorbitantes, sino en la calidad de los ingredientes, la creatividad del perfumista y, sobre todo, en la capacidad de evocar emociones profundas. Ahora bien, ¿ustedes creen que la búsqueda de perfumes personalizados y de autor va a transformar la industria, o es solo una moda pasajera?