Bueno, pues llegó el cachivache. La tele se prendió el otro día y ahí estaba, Jerry Alfaro, soltando la bomba en Trivisión. Con Claudia Dobles, nada más y nada menos, en medio del 'Nuestro Programa'. La cosa empezó tranquila, preguntando por las elecciones del 2026, pero luego Alfaro sacó la artillería pesada y mandó todo por la borda.
Según Alfaro, y él bien clarito lo dijo, el Partido Acción Comunista (PAC) ya está muerto, finiquitado, pa’ allá pa’ acá. No precisamente con delicadeza, le soltó la frase directamente a Dobles, quien es de Agenda Ciudadana, coalición de la cual ella forma parte y busca la presidencia. "Dije que el PAC es un cadáver político", declaró contundentemente. Y remató: "No voy a retirar lo dicho ni lo manifestado acá en este programa.", dejando caer que es una opinión firme y que no piensa echarse para atrás.
Dobles, con calma –porque Alfaro no se deja amedrentar fácil– trató de restarle importancia. Argumentó que la gente ahora vota por propuestas, no tanto por los partidos tradicionales. Dijo que la población está buscando resultados, buenas ideas y líderes que los puedan llevar adelante. En otras palabras, buscando soluciones rápidas, ideas frescas y un cambio de aires. Parece que la fidelidad partidaria ya no es lo que era, ¿no creen?
Pero Alfaro, como buen tiburón mediático, no se quedó callado. Prometió públicamente hacer mea culpa el 2 de febrero si resulta que se equivoca. Una apuesta audaz, ¿eh? Un seguro de vida periodístico, podríamos llamarlo. Esto demuestra que está convencido de su diagnóstico y dispuesto a defenderlo hasta el final, aunque le cueste admitir que se equivocó. Además, sabe que Televisión tiene mucha audiencia, por lo que esa promesa atraerá aún más atención al programa.
Dobles, por su lado, insistió en que la política en Costa Rica está cambiando. Que la gente necesita resultados y que los partidos deben adaptarse a esta nueva realidad. Hizo hincapié en la necesidad de crear estructuras partidarias sólidas, que atraigan talento, formen a futuros líderes y ofrezcan propuestas reales. Parecía que lamentaba la pérdida de la función tradicional de los partidos políticos: ser semilleros de nuevas ideas y proyectos.
Y es cierto, ¿quién puede negar que los partidos tradicionales han perdido fuelle? Han sido golpeados por escándalos de corrupción, crisis internas y una creciente desconfianza ciudadana. Parecen atrincherados en viejas prácticas y reacias a renovarse. Quizás Alfaro tenga razón en que el PAC, y otros partidos similares, ya no conectan con las aspiraciones de la gente. Pero ¿será posible un resurgimiento? ¿Podrán reinventarse y volver a ganarse la confianza de los ciudadanos?
Las declaraciones de Dobles sugieren que aún cree en la posibilidad de revitalizar los partidos políticos, pero enfatizó que esto requiere un esfuerzo conjunto, asumiendo responsabilidades y adaptándose a las demandas cambiantes de la sociedad. Propuso que estos deban buscar nuevos talentos, invertir en formación política y construir equipos sólidos capaces de ofrecer soluciones efectivas a los problemas del país. En resumen, inyectarles oxígeno fresco, como diríamos por aquí.
Todo este debate plantea una pregunta crucial: ¿Estamos ante el fin de los partidos políticos tal como los conocemos? ¿Serán reemplazados por movimientos ciudadanos independientes, candidatos individuales o figuras populares que surjan espontáneamente? Y lo más importante: ¿cómo podemos garantizar una representación democrática efectiva en este nuevo panorama político? ¿Ustedes qué opinan, puras mentiras fueron las declaraciones de Alfaro o hay algo de verdad?
Según Alfaro, y él bien clarito lo dijo, el Partido Acción Comunista (PAC) ya está muerto, finiquitado, pa’ allá pa’ acá. No precisamente con delicadeza, le soltó la frase directamente a Dobles, quien es de Agenda Ciudadana, coalición de la cual ella forma parte y busca la presidencia. "Dije que el PAC es un cadáver político", declaró contundentemente. Y remató: "No voy a retirar lo dicho ni lo manifestado acá en este programa.", dejando caer que es una opinión firme y que no piensa echarse para atrás.
Dobles, con calma –porque Alfaro no se deja amedrentar fácil– trató de restarle importancia. Argumentó que la gente ahora vota por propuestas, no tanto por los partidos tradicionales. Dijo que la población está buscando resultados, buenas ideas y líderes que los puedan llevar adelante. En otras palabras, buscando soluciones rápidas, ideas frescas y un cambio de aires. Parece que la fidelidad partidaria ya no es lo que era, ¿no creen?
Pero Alfaro, como buen tiburón mediático, no se quedó callado. Prometió públicamente hacer mea culpa el 2 de febrero si resulta que se equivoca. Una apuesta audaz, ¿eh? Un seguro de vida periodístico, podríamos llamarlo. Esto demuestra que está convencido de su diagnóstico y dispuesto a defenderlo hasta el final, aunque le cueste admitir que se equivocó. Además, sabe que Televisión tiene mucha audiencia, por lo que esa promesa atraerá aún más atención al programa.
Dobles, por su lado, insistió en que la política en Costa Rica está cambiando. Que la gente necesita resultados y que los partidos deben adaptarse a esta nueva realidad. Hizo hincapié en la necesidad de crear estructuras partidarias sólidas, que atraigan talento, formen a futuros líderes y ofrezcan propuestas reales. Parecía que lamentaba la pérdida de la función tradicional de los partidos políticos: ser semilleros de nuevas ideas y proyectos.
Y es cierto, ¿quién puede negar que los partidos tradicionales han perdido fuelle? Han sido golpeados por escándalos de corrupción, crisis internas y una creciente desconfianza ciudadana. Parecen atrincherados en viejas prácticas y reacias a renovarse. Quizás Alfaro tenga razón en que el PAC, y otros partidos similares, ya no conectan con las aspiraciones de la gente. Pero ¿será posible un resurgimiento? ¿Podrán reinventarse y volver a ganarse la confianza de los ciudadanos?
Las declaraciones de Dobles sugieren que aún cree en la posibilidad de revitalizar los partidos políticos, pero enfatizó que esto requiere un esfuerzo conjunto, asumiendo responsabilidades y adaptándose a las demandas cambiantes de la sociedad. Propuso que estos deban buscar nuevos talentos, invertir en formación política y construir equipos sólidos capaces de ofrecer soluciones efectivas a los problemas del país. En resumen, inyectarles oxígeno fresco, como diríamos por aquí.
Todo este debate plantea una pregunta crucial: ¿Estamos ante el fin de los partidos políticos tal como los conocemos? ¿Serán reemplazados por movimientos ciudadanos independientes, candidatos individuales o figuras populares que surjan espontáneamente? Y lo más importante: ¿cómo podemos garantizar una representación democrática efectiva en este nuevo panorama político? ¿Ustedes qué opinan, puras mentiras fueron las declaraciones de Alfaro o hay algo de verdad?
