¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que la Sala Constitucional le metió un buen sopapo al Presidente, ordenándole reinstalar a esos exdirectores del Banco Nacional que echó como si fueran pelotas de ping pong. Parece que el poder ejecutivo se creyó demasiado, pensando que podía mandar a diestra y siniestra sin tener en cuenta la ley. Pero bueno, ahí les quedó, comiéndose humilde el fallo.
Para refrescarle la memoria a los que andaban distraídos, todo esto comenzó hace unos cuantos meses, cuando el Presidente y su Vicepresidente decidieron despedir a varios directores del Banco Nacional. El pretexto era el nombramiento de Rosaysella Ulloa como gerente general, un movimiento que, según la Presidencia, debía haberse hecho con un aval previo de la Sugef. Pero ojo, que el tema se puso más picante cuando salió a relucir que no hubo ningún informe de la Sugef previo a la decisión, incumpliendo flagrantemente la ley orgánica del sistema bancario nacional. ¡Una salada!
Y ahora, con este fallo, la Sala Constitucional ha dejado bien claro quién manda en este país. No importa cuánto te creas gallito, si vas contra la Constitución, te van a llevar por la dura. Seis de los siete magistrados votaron a favor de reinstalar a los exdirectores, demostrando que la institucionalidad aún tiene dientes en Costa Rica. ¡Imagínate, hasta los mismos magistrados le dieron una lección al gobierno!
Entre los directores que ahora tienen que volver a ocupar sus sillas están Marvin Arias Aguilar (el presidente), Maricela Alpízar Chacón (la vicepresidenta), Ruth Belarmina Alfaro Jara, José Bernal Juan Alvarado, José Manuel Arias Porras, Montserrat Betzel Carmen Buján Boza y Carlos Rodolfo de Gerardo González Cuadra. Una banda completa, vamos. Ahora tendrán que lidiar con las consecuencias de haber sido despedidos injustamente y luego reivindicados por la justicia. ¡Qué brete!
El abogado de uno de los exdirectores, Rodolfo Brenes, no tardó en salir a celebrar el fallo, diciendo que confirma que el poder presidencial está “claramente sometido a la Constitución”. Bueno, eso ya lo sabíamos, pero nunca viene mal recordarle a algunos. Añadió que en tiempos de tanta tentación de pasarse de la raya, este fallo es “una necesaria brisa de aire fresco y democrático”. Dijo además que este caso se trataba de un ataque directo a los principios democráticos por parte del presidente y su segundo al mando, algo bastante grave, la verdad. ¡Y vaya si lo estaban!
Esto, señores míos, no es solo un problema de unos cuantos directores del Banco Nacional. Es una cuestión de principio. Se trata de defender la independencia de los poderes del Estado, de garantizar que nadie esté por encima de la ley, ni siquiera el Presidente de la República. Es una victoria para todos los costarricenses que creemos en la democracia y en el Estado de Derecho. Que quede claro: en Costa Rica, la ley es la ley, y hay que cumplirla, punto.
Ahora, como dirían mis abuelos, ¡qué torta! Un golpe certero a la soberbia gubernamental, demostrando que la Constitución sigue siendo el escudo protector de nuestras libertades. Se recalca la importancia de los controles y contrapesos en el sistema político, elementos esenciales para evitar abusos de poder. La Sala Constitucional actuó como debía, defendiendo la legalidad y reafirmando el papel fundamental de la justicia en nuestra sociedad. Un jarabe de humildad para algunos funcionarios... ¿No creen?
Con todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que este fallo tendrá algún impacto real en la forma en que el gobierno ejerce su poder en el futuro, o será simplemente un episodio más en la larga historia de batallas entre los poderes del Estado? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho escuchar lo que piensa mi gente!
Para refrescarle la memoria a los que andaban distraídos, todo esto comenzó hace unos cuantos meses, cuando el Presidente y su Vicepresidente decidieron despedir a varios directores del Banco Nacional. El pretexto era el nombramiento de Rosaysella Ulloa como gerente general, un movimiento que, según la Presidencia, debía haberse hecho con un aval previo de la Sugef. Pero ojo, que el tema se puso más picante cuando salió a relucir que no hubo ningún informe de la Sugef previo a la decisión, incumpliendo flagrantemente la ley orgánica del sistema bancario nacional. ¡Una salada!
Y ahora, con este fallo, la Sala Constitucional ha dejado bien claro quién manda en este país. No importa cuánto te creas gallito, si vas contra la Constitución, te van a llevar por la dura. Seis de los siete magistrados votaron a favor de reinstalar a los exdirectores, demostrando que la institucionalidad aún tiene dientes en Costa Rica. ¡Imagínate, hasta los mismos magistrados le dieron una lección al gobierno!
Entre los directores que ahora tienen que volver a ocupar sus sillas están Marvin Arias Aguilar (el presidente), Maricela Alpízar Chacón (la vicepresidenta), Ruth Belarmina Alfaro Jara, José Bernal Juan Alvarado, José Manuel Arias Porras, Montserrat Betzel Carmen Buján Boza y Carlos Rodolfo de Gerardo González Cuadra. Una banda completa, vamos. Ahora tendrán que lidiar con las consecuencias de haber sido despedidos injustamente y luego reivindicados por la justicia. ¡Qué brete!
El abogado de uno de los exdirectores, Rodolfo Brenes, no tardó en salir a celebrar el fallo, diciendo que confirma que el poder presidencial está “claramente sometido a la Constitución”. Bueno, eso ya lo sabíamos, pero nunca viene mal recordarle a algunos. Añadió que en tiempos de tanta tentación de pasarse de la raya, este fallo es “una necesaria brisa de aire fresco y democrático”. Dijo además que este caso se trataba de un ataque directo a los principios democráticos por parte del presidente y su segundo al mando, algo bastante grave, la verdad. ¡Y vaya si lo estaban!
Esto, señores míos, no es solo un problema de unos cuantos directores del Banco Nacional. Es una cuestión de principio. Se trata de defender la independencia de los poderes del Estado, de garantizar que nadie esté por encima de la ley, ni siquiera el Presidente de la República. Es una victoria para todos los costarricenses que creemos en la democracia y en el Estado de Derecho. Que quede claro: en Costa Rica, la ley es la ley, y hay que cumplirla, punto.
Ahora, como dirían mis abuelos, ¡qué torta! Un golpe certero a la soberbia gubernamental, demostrando que la Constitución sigue siendo el escudo protector de nuestras libertades. Se recalca la importancia de los controles y contrapesos en el sistema político, elementos esenciales para evitar abusos de poder. La Sala Constitucional actuó como debía, defendiendo la legalidad y reafirmando el papel fundamental de la justicia en nuestra sociedad. Un jarabe de humildad para algunos funcionarios... ¿No creen?
Con todo esto, me pregunto: ¿Cree usted que este fallo tendrá algún impacto real en la forma en que el gobierno ejerce su poder en el futuro, o será simplemente un episodio más en la larga historia de batallas entre los poderes del Estado? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho escuchar lo que piensa mi gente!