¡Ay, Dios mío, esto sí que es jugada! Resulta que Laura Fernández, ahora dando candela en Desamparados durante su gira proselitista, sacó unas verdades bien fuertes sobre Marta Acosta, la Contralora. Se esperaba un discurso de campaña, pero la señora le soltó un buen churrito, aprovechando la oportunidad para pintar a Acosta como la responsable de darle el empuje que necesitaba para seguirle dando batalla al gobierno de Don Rodri.
Como ya saben, la relación entre Acosta y el gobierno de Chaves ha sido más turbulenta que el Pacuare en temporada de lluvias. Discusiones sobre controles presupuestarios, proyectos millonarios que se atascan, y hasta roces por los límites de poder... pareciera que cada quien defendiendo su parcela. Y resulta que, según Fernández, todo eso le ha venido de perlas para impulsar su candidatura.
“La única cosa que yo le agradezco a la contralora general de la República de Costa Rica es haberme dado la fuerza, haberme dado la potencia para luchar por Costa Rica”, declaró Fernández ante una multitud expectante. ¡Imagínense el silencio momentáneo seguido de los aplausos! Parecía sacada de una telenovela, pero ahí la tenían, directo desde el escenario en Desamparados.
Pero no se quedó ahí, la candidata siguió soltando perlas. Agregó que Acosta, con sus frenazos y trabas, había abierto los ojos a muchas mujeres costarricenses. “Eso ha sido lo más grande que ha hecho Marta Acosta: frenar el desarrollo para que mujeres como yo y cientos de miles más alcemos la voz y pongamos nuestras manos al servicio del país.” ¡Uff, qué declaración, mándale! Definitivamente, buscando conectar con el electorado femenino y pintarse como la defensora de los que no tienen voz.
Fernández no se anduvo con rodeos y lanzó la pulla final: “Porque esos nunca más, costarricenses… esos nunca más, esos son los que saben que le vamos a dar continuidad a todo lo bueno que ha hecho don Rodrigo Chaves. Y esos son los mismos de siempre, los que saben que tienen sus días contados en el próximo gobierno.” Claramente, apuntándole a aquellos que ella considera detractores del legado de Chaves y, por ende, obstáculos para su propia carrera política. Uno se pregunta, ¿quiénes serán esos ‘de siempre’?
La reacción en redes sociales fue inmediata, claro. Algunos apoyando la postura de Fernández, otros criticándola por utilizar la figura de Acosta para obtener rédito político. Hubo quienes dijeron que era una jugarreta barata, mientras que otros vieron en ello una estrategia audaz para diferenciarse de la competencia. Lo cierto es que el tema prendió como pólvora, generando debates acalorados en todos lados. A estas alturas, ya nadie puede negar que la campaña electoral va tomando tintes muy interesantes.
Y hablando de campañas, analistas políticos señalan que la declaración de Fernández llega en un momento clave, justo cuando la incertidumbre sobre el futuro del país es palpable. Con la economía tambaleándose, la inseguridad ciudadana en aumento y la polarización política al máximo, la gente busca líderes que les ofrezcan certezas y soluciones claras. Será suficiente esta estrategia para convencer al electorado de que ella es la indicada para asumir el mando, reemplazando a Don Rodri?
En fin, este affaire con Acosta nos deja pensando: ¿Es ético utilizar la controversia y la figura de un funcionario público para impulsar una campaña política? ¿O es simplemente una táctica más en el juego democrático? ¿Creen que Fernández logró sumar puntos con este movimiento o se puso en riesgo de perder votantes? ¡Déjenme saber sus opiniones en el foro!
Como ya saben, la relación entre Acosta y el gobierno de Chaves ha sido más turbulenta que el Pacuare en temporada de lluvias. Discusiones sobre controles presupuestarios, proyectos millonarios que se atascan, y hasta roces por los límites de poder... pareciera que cada quien defendiendo su parcela. Y resulta que, según Fernández, todo eso le ha venido de perlas para impulsar su candidatura.
“La única cosa que yo le agradezco a la contralora general de la República de Costa Rica es haberme dado la fuerza, haberme dado la potencia para luchar por Costa Rica”, declaró Fernández ante una multitud expectante. ¡Imagínense el silencio momentáneo seguido de los aplausos! Parecía sacada de una telenovela, pero ahí la tenían, directo desde el escenario en Desamparados.
Pero no se quedó ahí, la candidata siguió soltando perlas. Agregó que Acosta, con sus frenazos y trabas, había abierto los ojos a muchas mujeres costarricenses. “Eso ha sido lo más grande que ha hecho Marta Acosta: frenar el desarrollo para que mujeres como yo y cientos de miles más alcemos la voz y pongamos nuestras manos al servicio del país.” ¡Uff, qué declaración, mándale! Definitivamente, buscando conectar con el electorado femenino y pintarse como la defensora de los que no tienen voz.
Fernández no se anduvo con rodeos y lanzó la pulla final: “Porque esos nunca más, costarricenses… esos nunca más, esos son los que saben que le vamos a dar continuidad a todo lo bueno que ha hecho don Rodrigo Chaves. Y esos son los mismos de siempre, los que saben que tienen sus días contados en el próximo gobierno.” Claramente, apuntándole a aquellos que ella considera detractores del legado de Chaves y, por ende, obstáculos para su propia carrera política. Uno se pregunta, ¿quiénes serán esos ‘de siempre’?
La reacción en redes sociales fue inmediata, claro. Algunos apoyando la postura de Fernández, otros criticándola por utilizar la figura de Acosta para obtener rédito político. Hubo quienes dijeron que era una jugarreta barata, mientras que otros vieron en ello una estrategia audaz para diferenciarse de la competencia. Lo cierto es que el tema prendió como pólvora, generando debates acalorados en todos lados. A estas alturas, ya nadie puede negar que la campaña electoral va tomando tintes muy interesantes.
Y hablando de campañas, analistas políticos señalan que la declaración de Fernández llega en un momento clave, justo cuando la incertidumbre sobre el futuro del país es palpable. Con la economía tambaleándose, la inseguridad ciudadana en aumento y la polarización política al máximo, la gente busca líderes que les ofrezcan certezas y soluciones claras. Será suficiente esta estrategia para convencer al electorado de que ella es la indicada para asumir el mando, reemplazando a Don Rodri?
En fin, este affaire con Acosta nos deja pensando: ¿Es ético utilizar la controversia y la figura de un funcionario público para impulsar una campaña política? ¿O es simplemente una táctica más en el juego democrático? ¿Creen que Fernández logró sumar puntos con este movimiento o se puso en riesgo de perder votantes? ¡Déjenme saber sus opiniones en el foro!
