¡Ay, Dios mío, qué bajón! La búsqueda de Jessy Karina Álvarez Amador, la muchacha desaparecida desde hacía más de siete meses, dio un giro macabro este lunes. Agentes del OIJ encontraron restos óseos en Vuelta de Jorco, en Aserrí, y ya los mandaron a la morgue para ver si tienen relación con su caso. La verdad, esto le da un vuelco a toda la historia y nos deja con el corazón en un puño.
Como recordaremos, Jessy, una jovencita de 25 años que trabajaba en un salón de belleza en Lomas de Pavas, desapareció misteriosamente el pasado 10 de mayo. Ese día, salió de su casa en Libertad, Pavas, después de haber recibido unas llamadas insólitas, dejando a su familia desconcertada porque no tenía planes de ir a ningún lado. Su hijo, un niño de seis años y medio, quedó al cuidado de sus familiares y la preocupación se instaló desde entonces.
Según las investigaciones, Jessy utilizó una aplicación de transporte para dirigirse hacia las zonas altas de Desamparados, lo cual generó muchas preguntas y especulaciones. Se rumoreaba sobre posibles encuentros amorosos o negocios turbios, pero nada concreto. Al parecer, antes de desaparecer estaba recontra cansada y con un dolor intenso en una pierna, pero aun así decidió salir de casa, y ahí se cortaron sus rastros... una verdadera vara complicada, ¿eh?
Lo que sí sabemos es que el último registro de su celular se ubicó cerca de Aserrí, justo donde encontraron los restos. Michael Soto, el director interino de la Policía Judicial, aseguró que tienen un fuerte operativo buscando respuestas y que están intentando unir todas las piezas del rompecabezas. “Estamos verificando si se trasladó con alguien conocido, si hubo alguna cita programada…”, comentó Soto en declaraciones a los medios. A ver, a ver si logran sacar algo en limpio, porque la familia necesita saber la verdad.”
Las autoridades están revisando cámaras de seguridad de la zona, recogiendo testimonios de vecinos y buscando cualquier pista que pueda arrojar luz sobre lo sucedido. No han identificado a la persona que le llamaba insistentemente a Jessy antes de su desaparición, lo cual alimenta aún más las sospechas de un posible secuestro. ¡Imagínate el tormento que debe estar pasando su familia! Esperemos que encuentren pronto al responsable y que Jessy, en paz descansa.
Ahora, este hallazgo de los restos óseos plantea una serie de interrogantes. ¿Cómo llegaron esos huesos hasta ese lugar tan apartado? ¿Fue un intento de ocultar el cuerpo? ¿Quién era la persona con la que Jessy se reuniría en Desamparados? Estas son algunas de las preguntas que atormentan a las autoridades y a la comunidad. Por lo visto, este brete va a llevar tiempo resolverse.
Desde el principio, los seres queridos de Jessy temían lo peor y sospechaban de un posible secuestro. La incertidumbre y la angustia han sido constantes durante todos estos meses, y ahora, este descubrimiento agudiza aún más su dolor. El OIJ, como siempre, está pidiendo colaboración a la ciudadanía. Si alguien tiene información, por mínima que sea, que se comunique al 800-8000-645 o al WhatsApp 8800-0645. Cualquier ayuda puede ser crucial para esclarecer este caso, ¡qué carga!
Y ahora, hablando en serio, viendo cómo este caso ha dado tanta vuelta, me pregunto: ¿Creen que las plataformas de transporte deberían tener mayor control sobre los pasajeros y verificar sus identidades para evitar que estas tragedias se repitan? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes!
Como recordaremos, Jessy, una jovencita de 25 años que trabajaba en un salón de belleza en Lomas de Pavas, desapareció misteriosamente el pasado 10 de mayo. Ese día, salió de su casa en Libertad, Pavas, después de haber recibido unas llamadas insólitas, dejando a su familia desconcertada porque no tenía planes de ir a ningún lado. Su hijo, un niño de seis años y medio, quedó al cuidado de sus familiares y la preocupación se instaló desde entonces.
Según las investigaciones, Jessy utilizó una aplicación de transporte para dirigirse hacia las zonas altas de Desamparados, lo cual generó muchas preguntas y especulaciones. Se rumoreaba sobre posibles encuentros amorosos o negocios turbios, pero nada concreto. Al parecer, antes de desaparecer estaba recontra cansada y con un dolor intenso en una pierna, pero aun así decidió salir de casa, y ahí se cortaron sus rastros... una verdadera vara complicada, ¿eh?
Lo que sí sabemos es que el último registro de su celular se ubicó cerca de Aserrí, justo donde encontraron los restos. Michael Soto, el director interino de la Policía Judicial, aseguró que tienen un fuerte operativo buscando respuestas y que están intentando unir todas las piezas del rompecabezas. “Estamos verificando si se trasladó con alguien conocido, si hubo alguna cita programada…”, comentó Soto en declaraciones a los medios. A ver, a ver si logran sacar algo en limpio, porque la familia necesita saber la verdad.”
Las autoridades están revisando cámaras de seguridad de la zona, recogiendo testimonios de vecinos y buscando cualquier pista que pueda arrojar luz sobre lo sucedido. No han identificado a la persona que le llamaba insistentemente a Jessy antes de su desaparición, lo cual alimenta aún más las sospechas de un posible secuestro. ¡Imagínate el tormento que debe estar pasando su familia! Esperemos que encuentren pronto al responsable y que Jessy, en paz descansa.
Ahora, este hallazgo de los restos óseos plantea una serie de interrogantes. ¿Cómo llegaron esos huesos hasta ese lugar tan apartado? ¿Fue un intento de ocultar el cuerpo? ¿Quién era la persona con la que Jessy se reuniría en Desamparados? Estas son algunas de las preguntas que atormentan a las autoridades y a la comunidad. Por lo visto, este brete va a llevar tiempo resolverse.
Desde el principio, los seres queridos de Jessy temían lo peor y sospechaban de un posible secuestro. La incertidumbre y la angustia han sido constantes durante todos estos meses, y ahora, este descubrimiento agudiza aún más su dolor. El OIJ, como siempre, está pidiendo colaboración a la ciudadanía. Si alguien tiene información, por mínima que sea, que se comunique al 800-8000-645 o al WhatsApp 8800-0645. Cualquier ayuda puede ser crucial para esclarecer este caso, ¡qué carga!
Y ahora, hablando en serio, viendo cómo este caso ha dado tanta vuelta, me pregunto: ¿Creen que las plataformas de transporte deberían tener mayor control sobre los pasajeros y verificar sus identidades para evitar que estas tragedias se repitan? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes!
