¡Ay, Dios mío, qué rollo con esto de la Selección! Después de tanto “chingarle” a Ignacio Hierro, parece que la Federación le dio un respiro, pero no precisamente regalado. Anunciaron que seguirá al frente, pero con un proceso de evaluación más profundo que te puedo decir, promete ser más pesado que mi abuela cargando café en Hacienda.
La verdad, la presión era enorme. Con la última serie de partidos, mucha gente ya estaba pidiendo cabeza, y no precisamente porque Hierro fuera a bailar baile latinoamericano. Se escuchaban rumores de entrenadores extranjeros buscando dónde meter las botas, y hasta algunos nacionales mordisqueando el asunto. Pero al final, el Comité Ejecutivo decidió darle otra oportunidad, aunque con condiciones que parecen sacadas de una novela de suspenso.
Lo que quedó claro es que no todo el mundo en la Federación estaba contento con el presente de la Tricolor. Algunos directivos alzaron la voz, diciendo que necesitábamos un cambio radical, un “sacudón” que nos devolviera a la pelea. Otros, más moderados, argumentaron que cambiar de timonel en este momento sería como tirar el baby out con el agua sucia, justo cuando estamos cerca de definir si vamos o no a alguna competencia importante. Un brete, la verdad.
Y ni hablar del tema del director de selecciones. Ese cargo, según fuentes internas, resultó ser el más complicado de mover. Parece que es una vara con demasiada responsabilidad, con una planificación que requiere de alguien con temple de guerrero. Movilizar eso así nomás no es sencillo, dicen que hay muchos factores involucrados y que cualquier decisión apresurada podría salirnos caro, como cuando compras un chunche pensando que es oro puro y resulta ser hojalata.
Ahora, el gran misterio sigue siendo: ¿quién será el próximo entrenador? Hasta el momento, nadie sabe ni siquiera qué tipo de perfil están buscando. ¿Un europeo con experiencia internacional? ¿Un tico con sangre nueva y ideas frescas? ¿O quizás un “viejo conocido” que sepa cómo motivar al grupo? La incertidumbre reina, y los aficionados estamos pegaditos al teléfono esperando noticias. Qué tensión, diay!
Lo que sí queda claro es que la Federación quiere evitar otro papelón internacional, como esos que nos han dejado con la cara abajo en competiciones pasadas. Ya saben, recordar la goleada contra México o el ridículo en algún partido amistoso. No queremos volver a vivir esas pesadillas, y por eso están tomando todas estas precauciones, aunque a veces parezca que andan con pies de plomo.
Este análisis exhaustivo que prometieron hacer, se espera que quede listo en poco tiempo. Dicen que van a evaluar todo: desde el desempeño táctico del equipo hasta la relación entre los jugadores y el cuerpo técnico. Van a revisar estadísticas, ver videos de los partidos, e incluso entrevistar a algunos futbolistas para saber qué piensan del trabajo de Hierro. Una investigación a fondo, para ver si realmente vale la pena seguir apostando por él.
En fin, la trama continúa. Por ahora, Hierro respira tranquilo… pero sabiendo que tiene que demostrar su valía. Y nosotros, los aficionados, seguimos esperando ansiosos a ver qué nos depara el futuro de la Selección. Ahora dime, vos qué piensas: ¿crees que la Federación tomó la decisión correcta al mantener a Hierro, o deberíamos haber buscado un nuevo rumbo?
La verdad, la presión era enorme. Con la última serie de partidos, mucha gente ya estaba pidiendo cabeza, y no precisamente porque Hierro fuera a bailar baile latinoamericano. Se escuchaban rumores de entrenadores extranjeros buscando dónde meter las botas, y hasta algunos nacionales mordisqueando el asunto. Pero al final, el Comité Ejecutivo decidió darle otra oportunidad, aunque con condiciones que parecen sacadas de una novela de suspenso.
Lo que quedó claro es que no todo el mundo en la Federación estaba contento con el presente de la Tricolor. Algunos directivos alzaron la voz, diciendo que necesitábamos un cambio radical, un “sacudón” que nos devolviera a la pelea. Otros, más moderados, argumentaron que cambiar de timonel en este momento sería como tirar el baby out con el agua sucia, justo cuando estamos cerca de definir si vamos o no a alguna competencia importante. Un brete, la verdad.
Y ni hablar del tema del director de selecciones. Ese cargo, según fuentes internas, resultó ser el más complicado de mover. Parece que es una vara con demasiada responsabilidad, con una planificación que requiere de alguien con temple de guerrero. Movilizar eso así nomás no es sencillo, dicen que hay muchos factores involucrados y que cualquier decisión apresurada podría salirnos caro, como cuando compras un chunche pensando que es oro puro y resulta ser hojalata.
Ahora, el gran misterio sigue siendo: ¿quién será el próximo entrenador? Hasta el momento, nadie sabe ni siquiera qué tipo de perfil están buscando. ¿Un europeo con experiencia internacional? ¿Un tico con sangre nueva y ideas frescas? ¿O quizás un “viejo conocido” que sepa cómo motivar al grupo? La incertidumbre reina, y los aficionados estamos pegaditos al teléfono esperando noticias. Qué tensión, diay!
Lo que sí queda claro es que la Federación quiere evitar otro papelón internacional, como esos que nos han dejado con la cara abajo en competiciones pasadas. Ya saben, recordar la goleada contra México o el ridículo en algún partido amistoso. No queremos volver a vivir esas pesadillas, y por eso están tomando todas estas precauciones, aunque a veces parezca que andan con pies de plomo.
Este análisis exhaustivo que prometieron hacer, se espera que quede listo en poco tiempo. Dicen que van a evaluar todo: desde el desempeño táctico del equipo hasta la relación entre los jugadores y el cuerpo técnico. Van a revisar estadísticas, ver videos de los partidos, e incluso entrevistar a algunos futbolistas para saber qué piensan del trabajo de Hierro. Una investigación a fondo, para ver si realmente vale la pena seguir apostando por él.
En fin, la trama continúa. Por ahora, Hierro respira tranquilo… pero sabiendo que tiene que demostrar su valía. Y nosotros, los aficionados, seguimos esperando ansiosos a ver qué nos depara el futuro de la Selección. Ahora dime, vos qué piensas: ¿crees que la Federación tomó la decisión correcta al mantener a Hierro, o deberíamos haber buscado un nuevo rumbo?