¡Aguante! Parece que el asunto del 5G en Costa Rica va tomando forma, aunque con sus broncas de siempre. La Contraloría le dio el visto bueno al ICE para seguir adelante con la licitación de la red móvil de última generación. Esto significa que ya pueden pasar a la siguiente fase, dejando atrás una larga serie de objeciones y reclamos que nos tenían a todos agarrados de las greñas.
Para ponerlos al día, este brete viene arrastrándose desde hace tiempo. El ICE necesita modernizar su infraestructura y el 5G es clave para eso. Pero claro, como en cualquier licitación pública, aparecen los tiburones queriendo meterle mano al proceso. Empresas de todo el mundo quieren quedarse con el juguito, y no precisamente por amor al arte; hablamos de millones de dólares en juego, ¡qué carga!
La última parada judicial llegó con Huawei, la compañía china, presentando un recurso contra algunas modificaciones hechas al pliego de condiciones. Básicamente, decían que les estaban haciendo la pesca y que se estaba favoreciendo a otra empresa. Argumentaban cosas como problemas con el transporte de datos, multas y hasta acusaciones de favoritismo… ¡Un quilombo! Como dicen por ahí, cada quien defendiendo su parche, diay.
Pero la Contraloría, con toda la calma del mundo, analizó el caso y le dijo a Huawei “mejor busca otro gallo”. Rechazaron el recurso, argumentando que el proceso está limpio y que el ICE puede seguir adelante. Así que, básicamente, le dieron una patada en la lata a la empresa asiática, aunque seguramente ellos ya estarán buscando cómo darle la vuelta al asunto. Ya saben cómo son estos negocios, nunca dan nada fácil.
Y ojo, que esto no es la primera vez que la Contraloría toma decisiones a favor de las empresas. Antes, hubo otros ocho recursos presentados por compañías como Ericsson, Samsung, Datasys Groups y One Way Technologies. De esos, cuatro fueron desechados de plano porque simplemente no tenían base legal. Otros cuatro sí prosperaron, lo que obligó al ICE a hacer ajustes al pliego. Ahí entraron temas como el orden de las partidas, la forma de cotizar e incluso la justificación del procedimiento. Un verdadero laberinto burocrático, vamos a ser honestos.
Estos cambios, por cierto, no fueron menores. Se revisó hasta la arquitectura de las redes móviles (tanto la D-RAN como la OPEN RAN), los requerimientos de ciberseguridad, el tema del licenciamiento… ¡Todo al milímetro! La Contraloría realmente no deja ni un resquicio para posibles irregularidades, y eso, a pesar de ser tedioso, es importante para mantener la transparencia en estas licitaciones de tanta magnitud. Al final, se trata de asegurar que el dinero público se invierta de la manera correcta.
Ahora bien, ¿qué significa todo esto para nosotros, los ciudadanos? Pues que, probablemente, dentro de poco empecemos a ver mejoras en nuestra conexión a internet. El 5G promete velocidades mucho mayores y menor latencia, lo cual será crucial para el desarrollo de nuevas tecnologías, como el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial. Además, podría impulsar la economía digital del país, generando empleos y oportunidades de negocio. Ojalá así sea, porque estamos desesperados por tener una señal decente, ¡qué torta con lo lento que andamos!
En fin, parece que la historia del 5G en Costa Rica aún tiene varios capítulos por escribir. Con la licitación avanzando, queda preguntarnos: ¿Realmente tendremos acceso a un servicio de calidad a precios razonables, o terminaremos pagando más por una tecnología que apenas funciona correctamente? ¿Creen que el ICE estará a la altura del desafío y evitará que este proyecto se vaya al traste?
Para ponerlos al día, este brete viene arrastrándose desde hace tiempo. El ICE necesita modernizar su infraestructura y el 5G es clave para eso. Pero claro, como en cualquier licitación pública, aparecen los tiburones queriendo meterle mano al proceso. Empresas de todo el mundo quieren quedarse con el juguito, y no precisamente por amor al arte; hablamos de millones de dólares en juego, ¡qué carga!
La última parada judicial llegó con Huawei, la compañía china, presentando un recurso contra algunas modificaciones hechas al pliego de condiciones. Básicamente, decían que les estaban haciendo la pesca y que se estaba favoreciendo a otra empresa. Argumentaban cosas como problemas con el transporte de datos, multas y hasta acusaciones de favoritismo… ¡Un quilombo! Como dicen por ahí, cada quien defendiendo su parche, diay.
Pero la Contraloría, con toda la calma del mundo, analizó el caso y le dijo a Huawei “mejor busca otro gallo”. Rechazaron el recurso, argumentando que el proceso está limpio y que el ICE puede seguir adelante. Así que, básicamente, le dieron una patada en la lata a la empresa asiática, aunque seguramente ellos ya estarán buscando cómo darle la vuelta al asunto. Ya saben cómo son estos negocios, nunca dan nada fácil.
Y ojo, que esto no es la primera vez que la Contraloría toma decisiones a favor de las empresas. Antes, hubo otros ocho recursos presentados por compañías como Ericsson, Samsung, Datasys Groups y One Way Technologies. De esos, cuatro fueron desechados de plano porque simplemente no tenían base legal. Otros cuatro sí prosperaron, lo que obligó al ICE a hacer ajustes al pliego. Ahí entraron temas como el orden de las partidas, la forma de cotizar e incluso la justificación del procedimiento. Un verdadero laberinto burocrático, vamos a ser honestos.
Estos cambios, por cierto, no fueron menores. Se revisó hasta la arquitectura de las redes móviles (tanto la D-RAN como la OPEN RAN), los requerimientos de ciberseguridad, el tema del licenciamiento… ¡Todo al milímetro! La Contraloría realmente no deja ni un resquicio para posibles irregularidades, y eso, a pesar de ser tedioso, es importante para mantener la transparencia en estas licitaciones de tanta magnitud. Al final, se trata de asegurar que el dinero público se invierta de la manera correcta.
Ahora bien, ¿qué significa todo esto para nosotros, los ciudadanos? Pues que, probablemente, dentro de poco empecemos a ver mejoras en nuestra conexión a internet. El 5G promete velocidades mucho mayores y menor latencia, lo cual será crucial para el desarrollo de nuevas tecnologías, como el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial. Además, podría impulsar la economía digital del país, generando empleos y oportunidades de negocio. Ojalá así sea, porque estamos desesperados por tener una señal decente, ¡qué torta con lo lento que andamos!
En fin, parece que la historia del 5G en Costa Rica aún tiene varios capítulos por escribir. Con la licitación avanzando, queda preguntarnos: ¿Realmente tendremos acceso a un servicio de calidad a precios razonables, o terminaremos pagando más por una tecnología que apenas funciona correctamente? ¿Creen que el ICE estará a la altura del desafío y evitará que este proyecto se vaya al traste?