¡Ay, pata! El INAMU anda chambeando duro, ¿eh? Resulta que presentaron unas propuestas pa' mejorar cómo se atienden los temas de igualdad entre hombres y mujeres acá en Costa Rica, y también pa’ evitar y tratar la violencia contra nosotras, las mujeres. Se juntaron más de noventa personas, desde gente del gobierno hasta representantes de diferentes organizaciones de mujeres, pa' ponerle el oído y armar un plan que funcione de verdad.
La bronca es que, a veces, las políticas públicas no entienden bien cómo somos, qué necesitamos realmente. Cada una de nosotras viene con su propia historia, su propia experiencia, y eso importa. Así que ahora quieren hacer las cosas diferente, escuchando a to'as y entendiendo que no somos todas iguales. Hay mae que tienen doble carga, ¿sabes? Por ejemplo, una mujer indígena, negra, o con discapacidad enfrenta retos distintos a los de una mujer blanca que vive en San José.
Según dijeron, la idea es que el INAMU recupere su poder y se convierta en la institución que lidere los derechos de las mujeres. No solo estar ahí nomás, sino meterle empeño, ir a terreno, hablar con nosotras, saber qué brete estamos pasando y ayudar a resolverlo. Esto, señores, es un cambio de mentalidad, y vamos a ver si de plano le echan ganas.
Yerlin Zúñiga, la presidenta del INAMU, lo explicó claro: el “enfoque interseccional” significa entender que hay muchas cosas que influyen en nuestra vida. Donde vivimos, nuestro color de piel, si tenemos alguna discapacidad… Todo eso cuenta y afecta cómo accedemos a los servicios y a nuestros derechos. Imagínate, una mamá soltera que trabaja en un puesto informal, ¿cómo va a acceder a un programa social si ni siquiera tiene tiempo de ir a buscarlo?
Por eso, las políticas públicas tienen que ser integradoras, mirar la cosa desde todos los ángulos. No basta con decir “vamos a ayudar a las mujeres”. Hay que pensar en qué tipo de ayuda necesitan, cómo llegar a ellas, y asegurarnos de que realmente les sirva. Porque a veces, las ayudas son buenas en teoría, pero en la práctica, ¡qué torta! Son complicadas de conseguir o no cumplen con lo que prometen.
Después de tanto conversar, identificaron algunas cositas que pueden servir para mejorar las estrategias. Quieren tomar en cuenta las opiniones de to'as, de la gente que está en la calle, que vive estas situaciones día a día. Que no sean solamente los políticos los que decidan, porque a veces ellos andan desconectados de la realidad.
Y hablando de eso, mañana van a tener otro foro, llamado “Políticas Institucionales de Igualdad – Experiencias, Aprendizajes y Desafíos”. Ahí van a intercambiar ideas, analizar qué ha funcionado y qué no, y tratar de sacar conclusiones que les sirvan para mejorar las cosas. Esperamos que este foro no se quede en palabras bonitas y que realmente se pongan manos a la obra.
Ahora, díganme, ¿ustedes creen que estas propuestas del INAMU realmente harán la diferencia? ¿Han tenido malas experiencias con políticas públicas que prometían mucho y cumplieron poco? ¿Qué sugieren para asegurar que la voz de las mujeres sea escuchada de verdad y se traduzca en cambios reales en nuestras vidas?
La bronca es que, a veces, las políticas públicas no entienden bien cómo somos, qué necesitamos realmente. Cada una de nosotras viene con su propia historia, su propia experiencia, y eso importa. Así que ahora quieren hacer las cosas diferente, escuchando a to'as y entendiendo que no somos todas iguales. Hay mae que tienen doble carga, ¿sabes? Por ejemplo, una mujer indígena, negra, o con discapacidad enfrenta retos distintos a los de una mujer blanca que vive en San José.
Según dijeron, la idea es que el INAMU recupere su poder y se convierta en la institución que lidere los derechos de las mujeres. No solo estar ahí nomás, sino meterle empeño, ir a terreno, hablar con nosotras, saber qué brete estamos pasando y ayudar a resolverlo. Esto, señores, es un cambio de mentalidad, y vamos a ver si de plano le echan ganas.
Yerlin Zúñiga, la presidenta del INAMU, lo explicó claro: el “enfoque interseccional” significa entender que hay muchas cosas que influyen en nuestra vida. Donde vivimos, nuestro color de piel, si tenemos alguna discapacidad… Todo eso cuenta y afecta cómo accedemos a los servicios y a nuestros derechos. Imagínate, una mamá soltera que trabaja en un puesto informal, ¿cómo va a acceder a un programa social si ni siquiera tiene tiempo de ir a buscarlo?
Por eso, las políticas públicas tienen que ser integradoras, mirar la cosa desde todos los ángulos. No basta con decir “vamos a ayudar a las mujeres”. Hay que pensar en qué tipo de ayuda necesitan, cómo llegar a ellas, y asegurarnos de que realmente les sirva. Porque a veces, las ayudas son buenas en teoría, pero en la práctica, ¡qué torta! Son complicadas de conseguir o no cumplen con lo que prometen.
Después de tanto conversar, identificaron algunas cositas que pueden servir para mejorar las estrategias. Quieren tomar en cuenta las opiniones de to'as, de la gente que está en la calle, que vive estas situaciones día a día. Que no sean solamente los políticos los que decidan, porque a veces ellos andan desconectados de la realidad.
Y hablando de eso, mañana van a tener otro foro, llamado “Políticas Institucionales de Igualdad – Experiencias, Aprendizajes y Desafíos”. Ahí van a intercambiar ideas, analizar qué ha funcionado y qué no, y tratar de sacar conclusiones que les sirvan para mejorar las cosas. Esperamos que este foro no se quede en palabras bonitas y que realmente se pongan manos a la obra.
Ahora, díganme, ¿ustedes creen que estas propuestas del INAMU realmente harán la diferencia? ¿Han tenido malas experiencias con políticas públicas que prometían mucho y cumplieron poco? ¿Qué sugieren para asegurar que la voz de las mujeres sea escuchada de verdad y se traduzca en cambios reales en nuestras vidas?