¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad? Celso Gamboa, el otrora poderoso fiscal general, ahora sentado en el banquillo de los acusados, y su mamá, Doña María Cecilia Sánchez, presente y firme en JEDO. Esto sí que es movidito, mi clave. La verdad, no me esperaba verla ahí, pero vaya, ahí estaba, mostrando que el cariño de madre no conoce límites, ni siquiera cuando el hijo anda metido en un brete así.
Como les cuento, el juicio por el presunto delito de falsedad ideológica comenzó este lunes, y la exministra de Justicia, figura emblemática en la política nacional, no quiso perdérselo. Recordemos que el caso tiene que ver con el supuesto uso indebido de un documento por parte de Gamboa. Todo esto dentro de la causa judicial 19-000218-0622-TP, que suena más complicado que un examen de cálculo integral, diay.
A acompañar a Doña María Cecilia estaban su nieta, Natalia Gamboa, y su hermano, aunque ambos, recalcamos, no forman parte del equipo de defensa legal del exfiscal. A pesar de ser abogados ellos mismos, parece que en este caso particular prefirieron quedarse en el rol de apoyo familiar. Y vaya que se notaba la tensión en el ambiente, se podía cortar con un cuchillo, pura vibra cargada de preocupación.
La escena era bastante conmovedora: Doña María Cecilia, luchando contra las lágrimas, limpiándose el rostro constantemente y tomando agua para calmar los nervios. Uno siente pena ajena, la pobre mujer pasando por esto, imagínate el qué dirán en el barrio... Eso sí que es un batacazo a la moral de cualquier madre. Y por otro lado, Celso, con una leve sonrisa, como tratando de animar a su madre. Una imagen que te queda grabada, ¿eh?
Es importante recordar que esto no es la primera vez que Gamboa enfrenta problemas legales. Ya había salido absuelto en un caso anterior por tráfico de influencias, pero curiosamente, en esa ocasión su mamá no pudo estar presente. Ahora sí que se nota que le importa, que quiere apoyar a su muchacho en estos momentos difíciles. De hecho, hace unas semanas, en entrevista con La Teja, la señora expresaba su angustia y preocupación, diciendo que estaba “muy mal” y sin tener contacto con su hijo desde su arresto. Qué vara, mi clave.
Y hablando de temas que dan qué pensar, recordemos que este juicio coincide con el momento en que Gamboa es buscado por las autoridades estadounidenses. Esto añade otra capa de complejidad a la situación, porque no solo tiene que defenderse de estas acusaciones en Costa Rica, sino que además está siendo investigado en Estados Unidos. ¡Eso sí que es estar en un aprieto!
El panorama completo nos recuerda cómo la política puede ser un juego turbio, donde los altos cargos pueden caer en desgracia en cuestión de segundos. Pero también nos muestra la fuerza del vínculo familiar, la capacidad de una madre para brindar apoyo incondicional incluso en los momentos más oscuros. ¡Qué carga llevar encima saber que tu hijo está atravesando una situación así!, realmente pone a prueba la fe de uno.
Después de tanto revuelo y emociones encontradas, surge la pregunta inevitable: ¿Podrá Doña María Cecilia encontrar consuelo y esperanza en medio de este tormento judicial, o seguirá viendo cómo su hijo se hunde cada vez más en un laberinto de problemas? ¿Creen ustedes que la presencia de su madre influirá positivamente en el desarrollo del juicio y en la actitud de Celso Gamboa ante la justicia? Compartan sus opiniones en el foro, me interesa saber qué piensan mis compas.
Como les cuento, el juicio por el presunto delito de falsedad ideológica comenzó este lunes, y la exministra de Justicia, figura emblemática en la política nacional, no quiso perdérselo. Recordemos que el caso tiene que ver con el supuesto uso indebido de un documento por parte de Gamboa. Todo esto dentro de la causa judicial 19-000218-0622-TP, que suena más complicado que un examen de cálculo integral, diay.
A acompañar a Doña María Cecilia estaban su nieta, Natalia Gamboa, y su hermano, aunque ambos, recalcamos, no forman parte del equipo de defensa legal del exfiscal. A pesar de ser abogados ellos mismos, parece que en este caso particular prefirieron quedarse en el rol de apoyo familiar. Y vaya que se notaba la tensión en el ambiente, se podía cortar con un cuchillo, pura vibra cargada de preocupación.
La escena era bastante conmovedora: Doña María Cecilia, luchando contra las lágrimas, limpiándose el rostro constantemente y tomando agua para calmar los nervios. Uno siente pena ajena, la pobre mujer pasando por esto, imagínate el qué dirán en el barrio... Eso sí que es un batacazo a la moral de cualquier madre. Y por otro lado, Celso, con una leve sonrisa, como tratando de animar a su madre. Una imagen que te queda grabada, ¿eh?
Es importante recordar que esto no es la primera vez que Gamboa enfrenta problemas legales. Ya había salido absuelto en un caso anterior por tráfico de influencias, pero curiosamente, en esa ocasión su mamá no pudo estar presente. Ahora sí que se nota que le importa, que quiere apoyar a su muchacho en estos momentos difíciles. De hecho, hace unas semanas, en entrevista con La Teja, la señora expresaba su angustia y preocupación, diciendo que estaba “muy mal” y sin tener contacto con su hijo desde su arresto. Qué vara, mi clave.
Y hablando de temas que dan qué pensar, recordemos que este juicio coincide con el momento en que Gamboa es buscado por las autoridades estadounidenses. Esto añade otra capa de complejidad a la situación, porque no solo tiene que defenderse de estas acusaciones en Costa Rica, sino que además está siendo investigado en Estados Unidos. ¡Eso sí que es estar en un aprieto!
El panorama completo nos recuerda cómo la política puede ser un juego turbio, donde los altos cargos pueden caer en desgracia en cuestión de segundos. Pero también nos muestra la fuerza del vínculo familiar, la capacidad de una madre para brindar apoyo incondicional incluso en los momentos más oscuros. ¡Qué carga llevar encima saber que tu hijo está atravesando una situación así!, realmente pone a prueba la fe de uno.
Después de tanto revuelo y emociones encontradas, surge la pregunta inevitable: ¿Podrá Doña María Cecilia encontrar consuelo y esperanza en medio de este tormento judicial, o seguirá viendo cómo su hijo se hunde cada vez más en un laberinto de problemas? ¿Creen ustedes que la presencia de su madre influirá positivamente en el desarrollo del juicio y en la actitud de Celso Gamboa ante la justicia? Compartan sus opiniones en el foro, me interesa saber qué piensan mis compas.