Diay, maes, seamos honestos. ¿Cuántos de nosotros no hemos pasado horas pulseándola en el brete, soñando con el día en que por fin juntamos la prima para la casa propia? Es como el rito de iniciación a la vida adulta en Tiquicia, esa meta que nos venden desde güilas. Pero, ¿qué pasa cuando ese sueño se empieza a parecer más a una pesadilla? Un nuevo informe del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y la UCR acaba de tirar un baldazo de agua fría que confirma lo que ya muchos sentimos en la billetera: tener chante propio se está volviendo una misión imposible.
La vara es que los números no mienten y dibujan un panorama bastante rudo. Resulta que casi 2 de cada 10 ticos viven en una casa alquilada. Pero el dato que de verdad asusta, el que nos debería poner a todos a pensar, es el de la vivienda financiada. Apenas un 6.9% de las familias están actualmente pagando un crédito por su casa. ¡Un 6.9%, maes! Es la cifra más baja en más de una década. En español sencillo: la gente que está logrando que el banco le suelte la plata para comprar es una minoría cada vez más pequeña. El resto, o ya la tiene pagada (felicidades a ese 66%), o está atrapado en el ciclo del alquiler. ¡Qué torta!
Y claro, la primera pregunta que salta es, ¿qué carajos pasó? Según los expertos que presentaron el estudio, la culpa es de un coctel bien amargo. Por un lado, tenemos la resaca de la pandemia, que dejó a un montón de gente sin brete o con ingresos por el suelo. Por otro, para tratar de frenar la inflación que nos tenía locos hace un par de años, el Banco Central básicamente le subió todo el volumen a las tasas de interés. El economista José Luis Arce lo explicó clarito: esas políticas hicieron que los créditos se pusieran carísimos. En tico, pedir un préstamo se volvió más difícil que ganarle una carrera a un liguista. Para muchos, el plan de comprar casa simplemente se fue al traste.
Lo más revelador, o más bien preocupante, es algo que señaló el sociólogo Franklin Solano: esta vara funciona como un subibaja. Cuando la cantidad de gente con crédito para vivienda baja, ¡pum!, la cantidad de gente alquilando sube. No hay que ser un genio para entenderlo: si el sistema te cierra la puerta en la cara para comprar, la única opción que te queda es alquilar. Esto demuestra que no es que de repente a la gente le pareció súper “cool” y “flexible” pagarle a un tercero toda la vida. Para la gran mayoría, es una obligación, una necesidad ante la falta de alternativas. Y a eso súmenle que el costo de un pedacito de tierra en este país es un completo absurdo. ¡Qué sal!
Al final del día, el panorama no es para nada alentador. La brecha entre los que pueden comprar y los que tienen que alquilar se está haciendo más y más grande. El sueño de la casa propia, ese pilar de la clase media costarricense, parece estarse desmoronando por barreras que van más allá de “echarle ganas” o “ahorrar más”. Son temas estructurales, de acceso a crédito y costos de mercado, que nos están dejando por fuera de la jugada. Y aquí es donde les paso la bola a ustedes, los que están en la calle viviendo esta realidad todos los días.
Maes, ¿ustedes cómo ven este despiche? ¿Siguen aferrados al sueño de comprar o ya se resignaron a la vida del alquiler? Cuenten sus historias, ¿cuál ha sido el obstáculo más grande que se han topado tratando de conseguir un crédito para vivienda?
La vara es que los números no mienten y dibujan un panorama bastante rudo. Resulta que casi 2 de cada 10 ticos viven en una casa alquilada. Pero el dato que de verdad asusta, el que nos debería poner a todos a pensar, es el de la vivienda financiada. Apenas un 6.9% de las familias están actualmente pagando un crédito por su casa. ¡Un 6.9%, maes! Es la cifra más baja en más de una década. En español sencillo: la gente que está logrando que el banco le suelte la plata para comprar es una minoría cada vez más pequeña. El resto, o ya la tiene pagada (felicidades a ese 66%), o está atrapado en el ciclo del alquiler. ¡Qué torta!
Y claro, la primera pregunta que salta es, ¿qué carajos pasó? Según los expertos que presentaron el estudio, la culpa es de un coctel bien amargo. Por un lado, tenemos la resaca de la pandemia, que dejó a un montón de gente sin brete o con ingresos por el suelo. Por otro, para tratar de frenar la inflación que nos tenía locos hace un par de años, el Banco Central básicamente le subió todo el volumen a las tasas de interés. El economista José Luis Arce lo explicó clarito: esas políticas hicieron que los créditos se pusieran carísimos. En tico, pedir un préstamo se volvió más difícil que ganarle una carrera a un liguista. Para muchos, el plan de comprar casa simplemente se fue al traste.
Lo más revelador, o más bien preocupante, es algo que señaló el sociólogo Franklin Solano: esta vara funciona como un subibaja. Cuando la cantidad de gente con crédito para vivienda baja, ¡pum!, la cantidad de gente alquilando sube. No hay que ser un genio para entenderlo: si el sistema te cierra la puerta en la cara para comprar, la única opción que te queda es alquilar. Esto demuestra que no es que de repente a la gente le pareció súper “cool” y “flexible” pagarle a un tercero toda la vida. Para la gran mayoría, es una obligación, una necesidad ante la falta de alternativas. Y a eso súmenle que el costo de un pedacito de tierra en este país es un completo absurdo. ¡Qué sal!
Al final del día, el panorama no es para nada alentador. La brecha entre los que pueden comprar y los que tienen que alquilar se está haciendo más y más grande. El sueño de la casa propia, ese pilar de la clase media costarricense, parece estarse desmoronando por barreras que van más allá de “echarle ganas” o “ahorrar más”. Son temas estructurales, de acceso a crédito y costos de mercado, que nos están dejando por fuera de la jugada. Y aquí es donde les paso la bola a ustedes, los que están en la calle viviendo esta realidad todos los días.
Maes, ¿ustedes cómo ven este despiche? ¿Siguen aferrados al sueño de comprar o ya se resignaron a la vida del alquiler? Cuenten sus historias, ¿cuál ha sido el obstáculo más grande que se han topado tratando de conseguir un crédito para vivienda?