Como todo en la vida, a veces se gana a veces se pierde, va mi relato:
Un día por situación atípica tuve que ir a San José a hacer unas vueltas, iba pasando por plaza de la cultura, y veo una flaca escultural, preciosa de cara, un vestido pegado al cuerpo bien sexy que mostraba lo bien que estaba.
Decido seguirla un poco y veo que se sienta en unas bancas, empiezo con las miradas, pero ella ni siquiera se daba cuenta que estaba ahí. Tomé el valor suficiente y me le senté a la par.
Le digo: Hola, mucho gusto, mi nombre es xxx, hace un momento te ví, y logro observar que eres muy bonita.
Ella responde: Gracias
Yo: Sos de acá, estás esperando a alguien?
Ella: No, no soy de acá soy de alajuela y si, estoy esperando a un hermano
Yo: Ah bueno, mirá te voy a ser sincero, me pareces bastante linda y pues me gustaría invitarte a un café o a almorzar por ahí, lo que gustes, la intención es hacer una amistad, me regalarías tu número?
Ella: Si está bien.
Me dió el número y no le escribí hasta unos días después, empezamos la charla de siempre tratando de conocer un poco de ambos, y sin mucho asco se la deje ir, le dije que realmente yo siempre he sido franco y que lo que desearía, era estar con ella, y que estaba dispuesto a ayudarle económicamente por la salida.
La mae, no se molestó, si se sorprendió ya que era la primera vez que alguien le proponía eso, sin embargo no se pudo por lo largo que vivía, y además porque tenía 17 años y los tatas la cuidan mucho.
La titi sigue reportada contestando mensajes, pero que vá ese es un negocio a largo plazo.
La moraleja de la historia es;
-Tener valor
-Ser cauteloso, tantear hasta ver donde avanza
-Tener FÉ
Ahí les contaré si la inversión a largo plaza se concreta, y soy paciente sólo porque está muy rica la condenada chamaca.