¡Ay, papá! Quién iba a decir que esto llegaba tan lejos, ¿verdad? Naasón Joaquín García, el otrora todopoderoso líder de La Luz del Mundo, se declaró “no culpable” en Miami. Se cayó la bomba, mándale duro, porque la Fiscalía de Nueva York le pinta un panorama bien oscuro con cargos que van desde conspiración de crimen organizado hasta tráfico sexual y explotación infantil. Un lío tremendo, diay.
Para ponerlos en clima, este caso no es novedad. El tipo ya cumplía condena en Estados Unidos por abuso sexual de menores – ¡16 años y ocho meses, para que se hagan la idea!– dictaminada en California en 2022. Ahora, encima de eso, le caen estas nuevas acusaciones a nivel federal, alegando que formó parte de una red de tráfico sexual que operaba tanto en México como en Estados Unidos. ¿Se imaginan el alcance de la vaina?
No andamos hablando solo de él, pues. La Fiscalía metió a varios en la sopa: su propia madre, Eva García de Joaquín, con 80 añitos, y su sobrino, Joram Núñez Joaquín, de 37. ¡Qué caldo de cultivo familiar! Además, hay tres prófugos que se cree que se esconden en México: Rosa Sosa, Azalia Rangel García y Silem García Peña. La Fiscalía ya pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum que los agarre y los traiga pa' acá, nomás por si acaso.
En la audiencia, el apóstol (como lo llaman sus seguidores) escuchó atentamente los cargos, con traductor claro, y respondió en inglés algunos momentos. La fiscal federal adjunta, Elizabeth Espinosa, recalcó que tienen montañas de pruebas electrónicas, incluyendo material recopilado desde 2019 en el caso californiano. Esto no se va a resolver rápido, mándale. Se ve que tenían todo bien documentado, eh.
Las acusaciones explican que García y compañía explotaban la fe de sus seguidores para sacarles raja, literalmente. Según el fiscal Jay Clayton, utilizaron su influencia religiosa y poder económico para intimidar y callar a las víctimas. ¡Qué manera de aprovecharse de la buena fe de la gente! Lo peor es que, según la acusación, esto viene de lejos, siguiendo una tradición iniciada por su padre, Samuel Joaquín Flores, y su abuelo, Eusebio Joaquín González (“Aarón”), el fundador de la iglesia allá por 1926.
Parece que cada cabeza de familia ha ido manipulando a chicas y mujeres jóvenes diciéndoles que, al servirlos, ganarían una “bendición especial”. ¡Imagínate el daño psicológico que le han hecho a esas personas! Los fiscales buscan castigos duros, incluso la cadena perpetua para algunos de los implicados. Aunque la defensa dice que la Fiscalía anda retorciendo la ley para perjudicar a la familia del supuesto apóstol.
Por supuesto, La Luz del Mundo sacó un comunicado defendiendo a su líder y negando rotundamente todas las acusaciones, tachándolas de “infundadas, mentirosas y calumniosas”. Dicen que hay una colusión entre fiscales, medios de comunicación y personas interesadas en difamar a la iglesia y estigmatizar su fe. La verdad es que el tema está bien pegajoso, y las opiniones están divididas. Mientras unos ven a un depredador sexual, otros lo consideran un perseguido religioso.
Ahora mismo, Joaquín García está tras las rejas en la cárcel federal de Brooklyn, esperando lo que depare la justicia americana. Con tantos años de liderazgo bajo el cinturón y millones de seguidores alrededor, ¿cree usted que La Luz del Mundo podrá sobrevivir a este escándalo? ¿Cambiará radicalmente la dinámica interna de la iglesia o seguirá aferrada a sus prácticas tradicionales, a pesar de las consecuencias? Dejen sus comentarios y cuenten qué piensan del asunto, pura data que queremos escuchar!
Para ponerlos en clima, este caso no es novedad. El tipo ya cumplía condena en Estados Unidos por abuso sexual de menores – ¡16 años y ocho meses, para que se hagan la idea!– dictaminada en California en 2022. Ahora, encima de eso, le caen estas nuevas acusaciones a nivel federal, alegando que formó parte de una red de tráfico sexual que operaba tanto en México como en Estados Unidos. ¿Se imaginan el alcance de la vaina?
No andamos hablando solo de él, pues. La Fiscalía metió a varios en la sopa: su propia madre, Eva García de Joaquín, con 80 añitos, y su sobrino, Joram Núñez Joaquín, de 37. ¡Qué caldo de cultivo familiar! Además, hay tres prófugos que se cree que se esconden en México: Rosa Sosa, Azalia Rangel García y Silem García Peña. La Fiscalía ya pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum que los agarre y los traiga pa' acá, nomás por si acaso.
En la audiencia, el apóstol (como lo llaman sus seguidores) escuchó atentamente los cargos, con traductor claro, y respondió en inglés algunos momentos. La fiscal federal adjunta, Elizabeth Espinosa, recalcó que tienen montañas de pruebas electrónicas, incluyendo material recopilado desde 2019 en el caso californiano. Esto no se va a resolver rápido, mándale. Se ve que tenían todo bien documentado, eh.
Las acusaciones explican que García y compañía explotaban la fe de sus seguidores para sacarles raja, literalmente. Según el fiscal Jay Clayton, utilizaron su influencia religiosa y poder económico para intimidar y callar a las víctimas. ¡Qué manera de aprovecharse de la buena fe de la gente! Lo peor es que, según la acusación, esto viene de lejos, siguiendo una tradición iniciada por su padre, Samuel Joaquín Flores, y su abuelo, Eusebio Joaquín González (“Aarón”), el fundador de la iglesia allá por 1926.
Parece que cada cabeza de familia ha ido manipulando a chicas y mujeres jóvenes diciéndoles que, al servirlos, ganarían una “bendición especial”. ¡Imagínate el daño psicológico que le han hecho a esas personas! Los fiscales buscan castigos duros, incluso la cadena perpetua para algunos de los implicados. Aunque la defensa dice que la Fiscalía anda retorciendo la ley para perjudicar a la familia del supuesto apóstol.
Por supuesto, La Luz del Mundo sacó un comunicado defendiendo a su líder y negando rotundamente todas las acusaciones, tachándolas de “infundadas, mentirosas y calumniosas”. Dicen que hay una colusión entre fiscales, medios de comunicación y personas interesadas en difamar a la iglesia y estigmatizar su fe. La verdad es que el tema está bien pegajoso, y las opiniones están divididas. Mientras unos ven a un depredador sexual, otros lo consideran un perseguido religioso.
Ahora mismo, Joaquín García está tras las rejas en la cárcel federal de Brooklyn, esperando lo que depare la justicia americana. Con tantos años de liderazgo bajo el cinturón y millones de seguidores alrededor, ¿cree usted que La Luz del Mundo podrá sobrevivir a este escándalo? ¿Cambiará radicalmente la dinámica interna de la iglesia o seguirá aferrada a sus prácticas tradicionales, a pesar de las consecuencias? Dejen sus comentarios y cuenten qué piensan del asunto, pura data que queremos escuchar!
