¡Ay, Dios mío, qué papelón! Resulta que el Cártel del Caribe Sur, esos mismos que andan dando dolores de cabeza a las autoridades, parece que se dedicaron a construir mansiones de lujo en plena zona marítimo-terrestre de Westfalia, en Limón. Y lo hicieron prácticamente a la vista de todos, con la Municipalidad mirando para otro lado, o peor, tapándose los ojos.
La Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada (FAEDO), luego del bardo del Caso Traición, ahora está revisando si meterle encima un buen coscorrón por estas construcciones. Se habla de dos residencias opulentas, completas con piscinas y todo el rollo, que estaban listas para ser vendidas por unos 250 millones de colones. ¡Imagínate la guachafita!
Según el expediente judicial, los cabecillas del cartel, Luis Manuel y Jordie Picado Grijalba –alias Shock y Noni–, junto con la exdirectora de Incopesca, Anita Mc Donald, y unas cuantas familiares más, serían los responsables de levantar estas casitas de ensueño. Parece que querían lavar activos a toda máquina, ¿quién sabe?
Lo más curioso es que, según la Municipalidad de Limón, nunca pidieron ni obtuvieron ningún permiso de construcción para esas propiedades. Ni siquiera tienen derecho de uso. El oficio AML-3970-2025 lo deja bien clarito: no hay registro de ninguna solicitud ni autorización en sus libros. ¡Un verdadero chinchorro legal!
Y ahí viene la polución: las casas, bautizadas como “Casa Verde” y “Casa Blanca”, estaban valoradas en unos 500 mil dólares. La “Casa Verde” estaba a la venta, cortesía de la propia Anita Mc Donald, mientras que la “Casa Blanca” se rentaba por internet, y los billetes iban directo a las cuentas de ella y su hija, Estefanía. ¡Directo al bolsillo, diay!
Pero espera, que la cosa se pone más turbia. Según conversaciones interceptadas, incluso Estefanía Mc Donald le pedía a alguien que fuera a limpiar la piscina de la “Casa Blanca”. Es decir, estaban viviendo la vida reviente mientras operaban sus negocios ilícitos. ¡Qué poca pena!
El presidente del Concejo Municipal se rasgó las vestiduras diciendo que nunca presentaron gestiones para obtener concesiones y que la municipalidad no tiene un plan regulador costero aprobado. Añadió que la gente que vive allá solo puede ser ocupante, no concesionario. Y fustigó a la alcaldesa Ana Matarrita, diciéndole que ella debería estar cuidando estos terrenos. Pero bueno, ella, por ahora, guarda silencio, aunque sí envió un oficio confirmando que no había permisos... ¿Será que está esperando a ver cómo va la cosa?
En fin, este asunto pinta para escándalo nacional. La Fiscalía todavía está evaluando si abre una investigación formal, pero con tanta evidencia a la vista, difícilmente se librarán de esto. Ahora me pregunto, ¿cree usted que las autoridades realmente investigarán a fondo este caso y llevarán a los responsables ante la justicia, o será otro capítulo más de impunidad en nuestro país?
La Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada (FAEDO), luego del bardo del Caso Traición, ahora está revisando si meterle encima un buen coscorrón por estas construcciones. Se habla de dos residencias opulentas, completas con piscinas y todo el rollo, que estaban listas para ser vendidas por unos 250 millones de colones. ¡Imagínate la guachafita!
Según el expediente judicial, los cabecillas del cartel, Luis Manuel y Jordie Picado Grijalba –alias Shock y Noni–, junto con la exdirectora de Incopesca, Anita Mc Donald, y unas cuantas familiares más, serían los responsables de levantar estas casitas de ensueño. Parece que querían lavar activos a toda máquina, ¿quién sabe?
Lo más curioso es que, según la Municipalidad de Limón, nunca pidieron ni obtuvieron ningún permiso de construcción para esas propiedades. Ni siquiera tienen derecho de uso. El oficio AML-3970-2025 lo deja bien clarito: no hay registro de ninguna solicitud ni autorización en sus libros. ¡Un verdadero chinchorro legal!
Y ahí viene la polución: las casas, bautizadas como “Casa Verde” y “Casa Blanca”, estaban valoradas en unos 500 mil dólares. La “Casa Verde” estaba a la venta, cortesía de la propia Anita Mc Donald, mientras que la “Casa Blanca” se rentaba por internet, y los billetes iban directo a las cuentas de ella y su hija, Estefanía. ¡Directo al bolsillo, diay!
Pero espera, que la cosa se pone más turbia. Según conversaciones interceptadas, incluso Estefanía Mc Donald le pedía a alguien que fuera a limpiar la piscina de la “Casa Blanca”. Es decir, estaban viviendo la vida reviente mientras operaban sus negocios ilícitos. ¡Qué poca pena!
El presidente del Concejo Municipal se rasgó las vestiduras diciendo que nunca presentaron gestiones para obtener concesiones y que la municipalidad no tiene un plan regulador costero aprobado. Añadió que la gente que vive allá solo puede ser ocupante, no concesionario. Y fustigó a la alcaldesa Ana Matarrita, diciéndole que ella debería estar cuidando estos terrenos. Pero bueno, ella, por ahora, guarda silencio, aunque sí envió un oficio confirmando que no había permisos... ¿Será que está esperando a ver cómo va la cosa?
En fin, este asunto pinta para escándalo nacional. La Fiscalía todavía está evaluando si abre una investigación formal, pero con tanta evidencia a la vista, difícilmente se librarán de esto. Ahora me pregunto, ¿cree usted que las autoridades realmente investigarán a fondo este caso y llevarán a los responsables ante la justicia, o será otro capítulo más de impunidad en nuestro país?