¡Ay, Dios mío! Con la Navidad encima, el ambiente se pone festivo, se llena de luces y, claro, de muchísimos juguetes. Pero aquí en Costa Rica, tenemos que tener cuidado redoblado porque cada año, justo en estas fechas, el Hospital Nacional de Niños recibe un montón de nenes con accidentes por culpa de esos mismos chuches que buscan traer alegría. Parece mentira, ¿verdad?
Según nos comentaron desde el Hospital, la tendencia va al alza. Dicen que aumenta alrededor de un 25% la cantidad de casos de fracturas, quemaduras e incluso ingestión de partes pequeñas de juguetes el día 25 de diciembre. ¡Imagínate qué jaleo tienen ahí! Se esfuerzan muchísimo para atender a todos, pero la prevención, como dicen ellos, es clave para evitar irse al traste.
El doctor Marco Vargas, que anda trabajando duro en la Unidad de Trauma y Emergencias Quirúrgicas, nos explicó que hay varios peligros acechando entre tantos regalos. “Eviten a toda costa los juguetes muy pequeños”, nos dijo el doctor, “porque los peques, con su curiosidad, tienden a llevárselos a la boca, la nariz e incluso los oídos. Eso puede generar complicaciones serias, ¡más allá de un simple susto!”. También recalcó que los juguetes con imanes o baterías de litio son un peligro enorme, pues si se ingieren pueden causar daños internos gravísimos.
Y hablando de cosas que se llevan mal, recordaron que en nuestro país ya está prohibida la venta de andaderas. Sí, esas cositas que usan los abuelitos. Resulta que muchos pendejos creen que son divertidas para los chamacos, pero la realidad es que provocan muchísimas caídas y fracturas. Así que, ¡ni loco con eso!
Pero la bronca no se limita solamente a los juguetes nuevos. El hospital también advierte sobre otros peligros en casa, como los adornos de Navidad que tienen ramitas pequeñas que los niños pueden tragar, el uso de pólvora (que es totalmente prohibido para los menores, ¡por favor!) y las ollas grandes donde preparan los tamales y chicharrones. Una gotera de aceite hirviendo puede arruinarle la Navidad a cualquiera, ¡y más a un niño!
Ahora sí, vamos a hablar de los regalos más “activos”. Bicicletas, patinetas, patines... ¡qué nervios! Todos queremos ver al chamo estrenándolos, pero ojo, ojo, que vayan acompañados de casco, rodilleras y coderas. Ya hemos visto demasiados casos de fracturas en muñecas, hombros y codos porque los niños se lanzan sin protección. ¡Es pura imprudencia y se puede evitar!
El Hospital Nacional de Niños también hace hincapié en no regalar juguetes bélicos. ¡Ya basta con tanta violencia! Mejor fomentar juegos creativos, que promuevan la convivencia familiar y que enseñen a los niños a compartir y a trabajar en equipo. ¡Eso sí que es un regalo que vale oro!
Así que ya saben, vamos a ponerle pausa al desmadre y pensar bien qué regalamos este fin de año. Recordemos que la seguridad de nuestros niños está primero. ¿Ustedes qué opinan? ¿Cuáles creen que son los riesgos más comunes en Navidad y cómo podemos prevenirlos para que todos tengan unas fiestas seguras y alegres?
Según nos comentaron desde el Hospital, la tendencia va al alza. Dicen que aumenta alrededor de un 25% la cantidad de casos de fracturas, quemaduras e incluso ingestión de partes pequeñas de juguetes el día 25 de diciembre. ¡Imagínate qué jaleo tienen ahí! Se esfuerzan muchísimo para atender a todos, pero la prevención, como dicen ellos, es clave para evitar irse al traste.
El doctor Marco Vargas, que anda trabajando duro en la Unidad de Trauma y Emergencias Quirúrgicas, nos explicó que hay varios peligros acechando entre tantos regalos. “Eviten a toda costa los juguetes muy pequeños”, nos dijo el doctor, “porque los peques, con su curiosidad, tienden a llevárselos a la boca, la nariz e incluso los oídos. Eso puede generar complicaciones serias, ¡más allá de un simple susto!”. También recalcó que los juguetes con imanes o baterías de litio son un peligro enorme, pues si se ingieren pueden causar daños internos gravísimos.
Y hablando de cosas que se llevan mal, recordaron que en nuestro país ya está prohibida la venta de andaderas. Sí, esas cositas que usan los abuelitos. Resulta que muchos pendejos creen que son divertidas para los chamacos, pero la realidad es que provocan muchísimas caídas y fracturas. Así que, ¡ni loco con eso!
Pero la bronca no se limita solamente a los juguetes nuevos. El hospital también advierte sobre otros peligros en casa, como los adornos de Navidad que tienen ramitas pequeñas que los niños pueden tragar, el uso de pólvora (que es totalmente prohibido para los menores, ¡por favor!) y las ollas grandes donde preparan los tamales y chicharrones. Una gotera de aceite hirviendo puede arruinarle la Navidad a cualquiera, ¡y más a un niño!
Ahora sí, vamos a hablar de los regalos más “activos”. Bicicletas, patinetas, patines... ¡qué nervios! Todos queremos ver al chamo estrenándolos, pero ojo, ojo, que vayan acompañados de casco, rodilleras y coderas. Ya hemos visto demasiados casos de fracturas en muñecas, hombros y codos porque los niños se lanzan sin protección. ¡Es pura imprudencia y se puede evitar!
El Hospital Nacional de Niños también hace hincapié en no regalar juguetes bélicos. ¡Ya basta con tanta violencia! Mejor fomentar juegos creativos, que promuevan la convivencia familiar y que enseñen a los niños a compartir y a trabajar en equipo. ¡Eso sí que es un regalo que vale oro!
Así que ya saben, vamos a ponerle pausa al desmadre y pensar bien qué regalamos este fin de año. Recordemos que la seguridad de nuestros niños está primero. ¿Ustedes qué opinan? ¿Cuáles creen que son los riesgos más comunes en Navidad y cómo podemos prevenirlos para que todos tengan unas fiestas seguras y alegres?