¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con Nicaragua, pero esta vez la cosa parece que se puso más turbia de lo normal. Unos bruñicos de la ONU – pa' ponerle nombre – le están echando encima al régimen de Ortega y Murillo con acusaciones que ni pa' Halloween. Hablan de 'crímenes de lesa humanidad', ¡qué carga! Esto ya no es broma, muchachos.
Pa' aquellos que andaban distraídos, recordemos que Ortega y Murillo agarraron el control absoluto después de esas marchas del 2018 que dejaron un reguero de tragedia. Dicen que todo fue orquestado por gringos, claro, pero los hechos hablan por sí solos: libertad pisoteada, disidencia silenciada y una oposición prácticamente exterminada. Se calcula que alrededor de 300 personas perdieron la vida en medio de ese batiburrillo, y eso sin contar los desaparecidos y los presos políticos.
Ahora, estos expertos de la ONU van con todo, exigiendo que se haga responsable al gobierno nicaragüense por “ejecuciones extrajudiciales”, “desapariciones forzadas” y torturas. Pa’ entenderles, dicen que han creado una ‘maquinaria de persecución’ que va detrás de sus propios ciudadanos incluso si se exilian. ¿Se imaginan vivir con el miedo constante de que te estén buscando hasta en Costa Rica?
Y hablando de Costa Rica, el caso de Roberto Samcam, el exmayor retirado asesinado en junio, salió a relucir de nuevo. Las sospechas no son pocas de que el gobierno nicaragüense y sus militares tuvieron algo que ver con ese crimen. ¡Qué sal! Este señor era una voz crítica muy sonora y, obviamente, eso no le cayó nada bien al régimen. El hecho de que persigan a sus ciudadanos fuera del país da escalofrio, mae.
El informe de la ONU, que cuenta con el respaldo de Europa y varios países latinoamericanos como Chile, Brasil y México, insta a Nicaragua a enfrentar cargos ante la Corte Internacional de Justicia. Parece que la presión internacional está aumentando, y vaya que lo necesita ese país. A pesar de todo, Nicaragua, respaldada por potencias como Venezuela, Cuba, China y Rusia, rechaza rotundamente el informe, calificándolo de “ilegitimo” y acusando a la ONU de justificar “agresiones”. Vamos, la jugada típica de negar todo y buscar culpables externos.
Para colmo, Estados Unidos anda considerando imponer aranceles de hasta el 100% a Nicaragua por estas violaciones de derechos humanos. Eso sí que duele en el bolsillo. Algunos analistas dicen que esto podría ser un punto de inflexión en la relación entre ambos países, aunque otros creen que Ortega ya está tan atrincherado que ni siquiera eso lo va a mover del sillón. Al parecer, el viejo está teniendo algunos problemitas de salud, y la Murillo estaría haciendo limpieza para asegurar quién toma las riendas cuando él ya no esté. ¡Qué brete!
Hay mucha incertidumbre en el aire, y la situación en Nicaragua no pinta para nada bien. Desde mi punto de vista, la comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados viendo cómo se destroza un país entero. Hay que redoblar la presión diplomática y económica, y apoyar a todas aquellas organizaciones que defienden los derechos humanos en Nicaragua. No podemos permitir que la impunidad siga reinando.
Con todo esto, me pregunto... ¿Crees tú que las sanciones económicas y las presiones internacionales realmente serán efectivas para lograr cambios significativos en el gobierno de Nicaragua, o simplemente fortalecerán la posición de Ortega y Murillo frente a sus opositores? Déjanos tus comentarios y opinemos sobre este tema tan delicado.
	
		
			
		
		
	
				
			Pa' aquellos que andaban distraídos, recordemos que Ortega y Murillo agarraron el control absoluto después de esas marchas del 2018 que dejaron un reguero de tragedia. Dicen que todo fue orquestado por gringos, claro, pero los hechos hablan por sí solos: libertad pisoteada, disidencia silenciada y una oposición prácticamente exterminada. Se calcula que alrededor de 300 personas perdieron la vida en medio de ese batiburrillo, y eso sin contar los desaparecidos y los presos políticos.
Ahora, estos expertos de la ONU van con todo, exigiendo que se haga responsable al gobierno nicaragüense por “ejecuciones extrajudiciales”, “desapariciones forzadas” y torturas. Pa’ entenderles, dicen que han creado una ‘maquinaria de persecución’ que va detrás de sus propios ciudadanos incluso si se exilian. ¿Se imaginan vivir con el miedo constante de que te estén buscando hasta en Costa Rica?
Y hablando de Costa Rica, el caso de Roberto Samcam, el exmayor retirado asesinado en junio, salió a relucir de nuevo. Las sospechas no son pocas de que el gobierno nicaragüense y sus militares tuvieron algo que ver con ese crimen. ¡Qué sal! Este señor era una voz crítica muy sonora y, obviamente, eso no le cayó nada bien al régimen. El hecho de que persigan a sus ciudadanos fuera del país da escalofrio, mae.
El informe de la ONU, que cuenta con el respaldo de Europa y varios países latinoamericanos como Chile, Brasil y México, insta a Nicaragua a enfrentar cargos ante la Corte Internacional de Justicia. Parece que la presión internacional está aumentando, y vaya que lo necesita ese país. A pesar de todo, Nicaragua, respaldada por potencias como Venezuela, Cuba, China y Rusia, rechaza rotundamente el informe, calificándolo de “ilegitimo” y acusando a la ONU de justificar “agresiones”. Vamos, la jugada típica de negar todo y buscar culpables externos.
Para colmo, Estados Unidos anda considerando imponer aranceles de hasta el 100% a Nicaragua por estas violaciones de derechos humanos. Eso sí que duele en el bolsillo. Algunos analistas dicen que esto podría ser un punto de inflexión en la relación entre ambos países, aunque otros creen que Ortega ya está tan atrincherado que ni siquiera eso lo va a mover del sillón. Al parecer, el viejo está teniendo algunos problemitas de salud, y la Murillo estaría haciendo limpieza para asegurar quién toma las riendas cuando él ya no esté. ¡Qué brete!
Hay mucha incertidumbre en el aire, y la situación en Nicaragua no pinta para nada bien. Desde mi punto de vista, la comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados viendo cómo se destroza un país entero. Hay que redoblar la presión diplomática y económica, y apoyar a todas aquellas organizaciones que defienden los derechos humanos en Nicaragua. No podemos permitir que la impunidad siga reinando.
Con todo esto, me pregunto... ¿Crees tú que las sanciones económicas y las presiones internacionales realmente serán efectivas para lograr cambios significativos en el gobierno de Nicaragua, o simplemente fortalecerán la posición de Ortega y Murillo frente a sus opositores? Déjanos tus comentarios y opinemos sobre este tema tan delicado.
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		