¡Ay, mi gente! Aquí les va la nota fresca desde Nosara, Guanacaste. Resulta que este paraíso del Pacífico sigue siendo un imán para visitantes de todas partes, pero ahora con un empuje extra pa’ cerrar y empezar el año bien rifado. Nosara, como saben, no es como esos lugares donde te ponen resorts gigantescos que parecen cárceles turísticas; es más un pueblito relajao’, donde la onda es conectar con la naturaleza y respirar aire puro.
Y eso, mis panas, es precisamente lo que le ha ganado el corazón a tanta gente. Según el Informe Estado de la Nación, Nosara es un ejemplo de cómo manejar el crecimiento turístico sin perder la identidad. Lo dijo Marco Villegas, el representante de la Asociación Cívica: “Nosara enamora por su naturaleza y por su comunidad”. ¡Qué chiva que alguien lo diga claro!”, porque a veces andamos viendo estas varas arruinándose por malas manos, ¿verdad?
Pero no todo es cositas michas, brete. Con tanto turista llega la presión, el deseo de construir más y más, y ahí es donde empieza la bronca. ¿Cómo mantener ese equilibrio entre el turismo y la conservación? Porque, díganlo ustedes, un lugar paradisíaco así atrae miradas ambiciosas, de aquellos que ven solo el dinero y no entienden que el verdadero tesoro está en cuidar lo que ya tenemos. Nosara necesita cuidarse como si fuera el último chunche que nos queda.
Imagínense esto: Playa Guiones rugiendo con olas perfectas para el surfing, caminando por senderos gratis que te llevan a paisajes increíbles, yoguis buscando paz mental… y luego estás en Ostional, viéndolas llegar las tortugas marinas a poner sus huevos. ¡Un espectáculo único, diay! Es un esquema de turismo regulado que funciona, y eso es algo digno de aplaudir. Pero también es algo frágil, fácilmente destruido por la irresponsabilidad.
Y hablando de irresponsabilidad, la Asociación Cívica está echándole un ojo a todo. Les recuerdan a los visitantes que respeten las reglas: no lleven carros a las playas, ni hagan fogatas, ni dejen basura… ¡ni mascotas, por favor! Que limpien sus desastres, parce. Es simple, pero hay gente que parece necesitar que se lo expliquen mil veces. Por cierto, los hoteles allá son más pequeños, integrados al paisaje, no torres de cemento que rompen la vista. Eso sí ayuda a mantener la armonía.
Villegas insistió en que la biodiversidad y el equilibrio social son claves. Y tiene razón. El turismo responsable no es solo una moda, es la única forma de asegurar que Nosara siga siendo Nosara dentro de unos años. Si se mete la mano la avaricia, este lugar podría terminar siendo otro clon de playa cualquiera, lleno de lujos y poco alma. Sería una pena, ¿verdad? Piénsenlo, ¿de qué sirve tener un hotel cinco estrellas si el mar está sucio y el ambiente contaminado?
La temporada alta es una oportunidad dorada para disfrutar de Nosara y, a la vez, para demostrar que podemos ser turistas conscientes. Se trata de apoyar a los negocios locales, de consumir productos orgánicos, de reducir nuestra huella ecológica... En fin, de ser parte de la solución, no del problema. Porque al final, todos queremos que Nosara siga siendo ese rincón mágico donde podemos desconectarnos del estrés diario y reconectar con la naturaleza.
Así que aquí va la pregunta pa’l Foro: ¿Creen que Nosara podrá realmente mantener su autenticidad frente al embate del turismo masivo, o estamos viendo solo una prolongación de la misma historia que hemos visto en otros lugares de Costa Rica? ¡Compartan sus opiniones, vamos a ver qué piensa la gente!
Y eso, mis panas, es precisamente lo que le ha ganado el corazón a tanta gente. Según el Informe Estado de la Nación, Nosara es un ejemplo de cómo manejar el crecimiento turístico sin perder la identidad. Lo dijo Marco Villegas, el representante de la Asociación Cívica: “Nosara enamora por su naturaleza y por su comunidad”. ¡Qué chiva que alguien lo diga claro!”, porque a veces andamos viendo estas varas arruinándose por malas manos, ¿verdad?
Pero no todo es cositas michas, brete. Con tanto turista llega la presión, el deseo de construir más y más, y ahí es donde empieza la bronca. ¿Cómo mantener ese equilibrio entre el turismo y la conservación? Porque, díganlo ustedes, un lugar paradisíaco así atrae miradas ambiciosas, de aquellos que ven solo el dinero y no entienden que el verdadero tesoro está en cuidar lo que ya tenemos. Nosara necesita cuidarse como si fuera el último chunche que nos queda.
Imagínense esto: Playa Guiones rugiendo con olas perfectas para el surfing, caminando por senderos gratis que te llevan a paisajes increíbles, yoguis buscando paz mental… y luego estás en Ostional, viéndolas llegar las tortugas marinas a poner sus huevos. ¡Un espectáculo único, diay! Es un esquema de turismo regulado que funciona, y eso es algo digno de aplaudir. Pero también es algo frágil, fácilmente destruido por la irresponsabilidad.
Y hablando de irresponsabilidad, la Asociación Cívica está echándole un ojo a todo. Les recuerdan a los visitantes que respeten las reglas: no lleven carros a las playas, ni hagan fogatas, ni dejen basura… ¡ni mascotas, por favor! Que limpien sus desastres, parce. Es simple, pero hay gente que parece necesitar que se lo expliquen mil veces. Por cierto, los hoteles allá son más pequeños, integrados al paisaje, no torres de cemento que rompen la vista. Eso sí ayuda a mantener la armonía.
Villegas insistió en que la biodiversidad y el equilibrio social son claves. Y tiene razón. El turismo responsable no es solo una moda, es la única forma de asegurar que Nosara siga siendo Nosara dentro de unos años. Si se mete la mano la avaricia, este lugar podría terminar siendo otro clon de playa cualquiera, lleno de lujos y poco alma. Sería una pena, ¿verdad? Piénsenlo, ¿de qué sirve tener un hotel cinco estrellas si el mar está sucio y el ambiente contaminado?
La temporada alta es una oportunidad dorada para disfrutar de Nosara y, a la vez, para demostrar que podemos ser turistas conscientes. Se trata de apoyar a los negocios locales, de consumir productos orgánicos, de reducir nuestra huella ecológica... En fin, de ser parte de la solución, no del problema. Porque al final, todos queremos que Nosara siga siendo ese rincón mágico donde podemos desconectarnos del estrés diario y reconectar con la naturaleza.
Así que aquí va la pregunta pa’l Foro: ¿Creen que Nosara podrá realmente mantener su autenticidad frente al embate del turismo masivo, o estamos viendo solo una prolongación de la misma historia que hemos visto en otros lugares de Costa Rica? ¡Compartan sus opiniones, vamos a ver qué piensa la gente!
