JorgeF
Forero Regular
Hace unos meses, científicos dieron a conocer el descubrimiento de un fósil muy bien conservado de hace 47 millones de años, de un animal pequeño que, afirmaban, sería el mítico "eslabón perdido" entre la especie humana y otras especies animales.
El fósil, llamado "Ida", era de una pequeña criatura, del tamaño de un gato, con larga coal y extremidades. El descubrimiento fue impulsado como una prueba más de la Teoría de la Evolución, al demostrar supuestamente un ancestro común entre distintas especies, incluída la humana. El anturalista David Attenborough inmediatamente realizó un documental de la BBC centrado en el fósil, y su relación con la Evolución.
Desafortunadamente, resulta ahora que, al parecer, tal animal no es en realidad un ancestro del Hombre ni de otros primates
http://www.abc.net.au/news/stories/2009/10/22/2721821.htm?section=justin
En un artículo recién publicado de la revista Nature, científicos afirman que el fósil es más un pariente de especies de lemures que un antepasado de los monos, o del hombre. Las afirmaciones iniciales de afinidad con los monos o el hombre se basaron, en supuestos que eran muy vagos y no claramente definidos, afirman los autores del nuevo artículo.
La corrección de esta noticia ha recibido curiosamente menor cobertura que la información inicial, altamente exagerada como se demuestra ahora. Es curioso el afán inicial de querer someter la evidencia a un punto de vista pre'determinado, antes de ver la evidencia en su validez.
De hecho, las primeras afirmaciones acerca del descubrimiento de Ida y su supuesto vínculo con los humanos fueron puestas en duda por paleontólogos, pero sus dudas no se tomaron mucho en cuenta en la euforia inicial.
Es curioso que la Teoría de la Evolución, que supuestamente está tan comprobada y tan verdadera, caiga frecuentemente en estos errores, e incluso sea víctima de fraudes. Ahí está el caso del Hombre de Piltdown, un supuesto "eslabón perdido" que era en verdad un conjunto de huesos de distintos animales.
O los experimentos con la polilla blanca y negra en los bosques de Inglaterra, que supuestamente mostraba que las polillas cambiaban de color claro a oscuro cuando la polución industrial ennegreció los troncos de los árboles. El problema era que, por un lado, la polila sólo salía de noche, y de día no se posaba en los troncos de los árboles. Y por otro, se usaron fotos de polillas muertas pegadas a troncos para evidenciar los supuestos cambios evolutivos.
Está además los dibujos de Ernst Haeckel, usados por décadas en libros de biología, que mostraban embriones de distintas especies, y que mostraban que eran muy similares en ciertas etapas de gestación. Sin embargo, una revisión de los embriones por parte de un biólogo hace 10 años demostró que tales dibujos no eran ciertos. De hecho, los embriones eran significativamente distintos a los de los dibujos. Aún así, esos mismos dibujos de Haeckel siguen siendo reproducidos en libros de texto de biología.
Es curiosa esa obsesión de los partidarios de la Teoría de la Evolución de tomar casi a fe y sin pensamiento crítico cualquier "evidencia" que apoye sus conclusiones, aunque esta se demuestre ser falsa o no relevante para su teoría eventualmente. Difícilmente es muestra de una Teoría sólida.
El fósil, llamado "Ida", era de una pequeña criatura, del tamaño de un gato, con larga coal y extremidades. El descubrimiento fue impulsado como una prueba más de la Teoría de la Evolución, al demostrar supuestamente un ancestro común entre distintas especies, incluída la humana. El anturalista David Attenborough inmediatamente realizó un documental de la BBC centrado en el fósil, y su relación con la Evolución.
Desafortunadamente, resulta ahora que, al parecer, tal animal no es en realidad un ancestro del Hombre ni de otros primates
http://www.abc.net.au/news/stories/2009/10/22/2721821.htm?section=justin
En un artículo recién publicado de la revista Nature, científicos afirman que el fósil es más un pariente de especies de lemures que un antepasado de los monos, o del hombre. Las afirmaciones iniciales de afinidad con los monos o el hombre se basaron, en supuestos que eran muy vagos y no claramente definidos, afirman los autores del nuevo artículo.
La corrección de esta noticia ha recibido curiosamente menor cobertura que la información inicial, altamente exagerada como se demuestra ahora. Es curioso el afán inicial de querer someter la evidencia a un punto de vista pre'determinado, antes de ver la evidencia en su validez.
De hecho, las primeras afirmaciones acerca del descubrimiento de Ida y su supuesto vínculo con los humanos fueron puestas en duda por paleontólogos, pero sus dudas no se tomaron mucho en cuenta en la euforia inicial.
Es curioso que la Teoría de la Evolución, que supuestamente está tan comprobada y tan verdadera, caiga frecuentemente en estos errores, e incluso sea víctima de fraudes. Ahí está el caso del Hombre de Piltdown, un supuesto "eslabón perdido" que era en verdad un conjunto de huesos de distintos animales.
O los experimentos con la polilla blanca y negra en los bosques de Inglaterra, que supuestamente mostraba que las polillas cambiaban de color claro a oscuro cuando la polución industrial ennegreció los troncos de los árboles. El problema era que, por un lado, la polila sólo salía de noche, y de día no se posaba en los troncos de los árboles. Y por otro, se usaron fotos de polillas muertas pegadas a troncos para evidenciar los supuestos cambios evolutivos.
Está además los dibujos de Ernst Haeckel, usados por décadas en libros de biología, que mostraban embriones de distintas especies, y que mostraban que eran muy similares en ciertas etapas de gestación. Sin embargo, una revisión de los embriones por parte de un biólogo hace 10 años demostró que tales dibujos no eran ciertos. De hecho, los embriones eran significativamente distintos a los de los dibujos. Aún así, esos mismos dibujos de Haeckel siguen siendo reproducidos en libros de texto de biología.
Es curiosa esa obsesión de los partidarios de la Teoría de la Evolución de tomar casi a fe y sin pensamiento crítico cualquier "evidencia" que apoye sus conclusiones, aunque esta se demuestre ser falsa o no relevante para su teoría eventualmente. Difícilmente es muestra de una Teoría sólida.