La obesidad infantil y juvenil abunda más entre los chicos y adolescentes de las clases bajas, las que tienen poco poder adquisitivo y escaso nivel sociocultural, que entre los de las altas, según concluye un estudio que se presentó ayer durante la última jornada del congreso de nutricionistas, que se ha celebrado estos días el Fórum de Barcelona. La razón: los chicos y jóvenes de clases populares son más sedentarios porque tienen menos acceso a las actividades extraescolares deportivas, que suelen ser siempre de pago.
El congreso concluyó con una llamada a las Administraciones para que fomenten la dieta mediterránea, y muy especialmente el consumo de aceite de oliva.
La actividad física que realiza la población infantil y juvenil se ha reducido drásticamente en los últimos 50 años, algo que se ha traducido en un deterioro de su capacidad aeróbica y forma física. En cambio, ahora se come más. "Tendríamos que consumir entre 300 y 600 calorías menos porque somos más sedentarios. Entre 1975 y 1999, la acción de andar se ha reducido a un ritmo de un 1% anual como media", explicó ayer Carmen Pérez, del Servicio de Salud Pública de Bilbao.
Lluís Serra, presidente del Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública, pidió a las autoridades sanitarias que tomen medidas para "lograr universalizar entre toda la población los mensajes sobre cómo tiene que ser una alimentación sana". La recomendación de los expertos es que niños y adolescentes tendrían que realizar un mínimo de 60 minutos de actividad física a lo largo del día. Esto no consiste sólo en hacer deporte, ya que caminando y jugando el cuerpo también gasta energía. "Los niños no pueden estar más de dos horas al día sentados mirando la televisión o jugando con el ordenador y la videoconsola", explicó Blanca Román, del centro de Investigación en Nutrición Comunitaria de Barcelona.
El estudio detecta que, a mayor nivel socioeconómico y adquisitivo, mayor es la adhesión a las recomendaciones de los profesionales sanitarios. Mientras que el 60% de la población de entre 6 y 18 años de clase alta hace una hora diaria de actividad física como mínimo, entre las clases populares el porcentaje cae al 50%. El género también es otro factor que incide en el incumplimiento de los consejos, ya que las chicas de clase baja y con menor nivel educativo son más sedentarias que los chicos de su estrato social.