Muchos lo intentan pocos lo logran:
Jugadores promesa: ¿Qué ocurrió?
Los deportes presentan a grandes talentos. El término “promesa” se aplica a aquel jugador con talento, del cual se espera un gran futuro. Muchos medios y críticos han señalado que algunos jugadores de fútbol sólo se quedan en eso: promesas. No trascienden. Ese precisamente es un problema que sucede a nivel mundial, pero en el país lleva años de darse. No basta con una promesa que cumpla lo esperado, se necesitan más. Tres ejemplos a continuación.
Quincy Owusu-Abeyie, nacido en el año 1986, en Amsterdam. Jugador holandés, delantero centro o extremo derecho, de gran talento y proyección. Formado en el Ajax, le ficha el Arsenal inglés en septiembre del 2002, debutando en el 2003. Participa en la Copa Mundial de Fútbol Juvenil en 2005, en Holanda. Figura del equipo tulipán y ansiado jugador a partir de este torneo. ¿Qué sucedió con Quincy? Gran talento, buena técnica, rápido. No logró destacar, no consiguió hacerse notar en el equipo gunner. Ficha entonces por el Spartak de Moscú, el cual le cede en 2007 al Celta de Vigo, en 2008 a Birmingham y luego al Cardiff City. Tampoco logró alguna oportunidad en la selección absoluta de Holanda, por lo que decide, en 2007, jugar con Ghana, defendiendo en 2008 la Copa Africana de Naciones. Su carrera pasa por las cesiones, porque en 2010 cedido al Portsmouth, para más tarde ser comprado por Al-Sadd de Qatar y cedido a Málaga con opción de compra. Una promesa fallida, porque es un poco tarde para destacar.
Michael Delura, nacido en 1985, es un extraordinario jugador de fútbol. ¿A dónde juega? En el VfL Bochum, un equipo que no está entre los grandes del fútbol alemán. Delura tuvo cesiones en Arminia Bielefeld, Hannover 96, y Borussia Monchëngladbach, pero no consigue una admiración en su club el FC Schalke 04. Este jugador es, quizás, junto a Sebastian Deisler (retirado por lesión) el jugador con mayor técnica que ha visto el equipo alemán en los últimos años. La mayor promesa podría considerarse. ¿No brilló? Su talento era para el nivel de jugar en el Real Madrid o el Manchester United. Su carrera no muestra el talento mostrado en las competiciones internacionales inferiores con Alemania.
John Gossens, nacido en 1988, extremo formado Ajax. Su talento recordaba a grandes jugadores en esta posición como Marc Overmars o Bodo Zenden. Para algunos era el relevo generacional por la banda de Arjen Robben. Gossens destacó en la Copa Mundial Infantil de Perú 2005, extraordinaria figura del equipo. Para su mala suerte una lesión en la espalda en 2007 complicó su consagración en Amsterdam Arena. Ficha entonces por el NEC, pero es para esta temporada donde consigue regresar a un equipo grande: Feyenoord. El talento de Gossens no se pone en duda, poder fichar con el eterno rival de su club de origen debería motivar a mostrar sus capacidades. Tiene 24 años y debe aprovechar esta oportunidad antes de seguir la etiqueta de la “promesa”.
Owusu-Abeiye, Delura y Gossens fueron grandes jugadores en selecciones menores. Todos de gran talento, pero al momento de buscar la consagración las cosas no se resultaron. Tal vez sea tarde para los dos primeros, pero el tercero podría tener todavía una oportunidad. Jugadores brillantes que podrían aportar mucho al fútbol. ¿Qué hubiera pasado si un Xavi Hernández se hubiera quedado en promesa? ¿Si un Messi no habría mostrado en la cancha que aquello augurado era talento? ¿Acaso Casillas ha defraudado? Unos jugadores lo consiguen, otros no. Muchos poseen talento, pero para lograr títulos y lograr la transición entre “promesas” y “estrellas” es necesaria mostrar que aquellas palabras de ovación en la época juvenil tenían fundamento. Ojalá en el fútbol nacional las promesas consigan olvidar esa etiqueta. Es mejor ser recordado por “estrella”, por lo conseguido, no por aquello que pudo ser. El fútbol costarricense tiene talento, es hora que el mundo sepa que no sólo son tres o cuatro jugadores, son muchos más.