¡Ay, Dios mío! La Isla del Coco nos dejó helados con la noticia de Mauricio Hoyos Padilla, el biólogo marino mexiquense que recibió un buen golpe de un tiburón el finde pasado. Resulta que el pobre hombre estaba ahí haciendo su brete, investigando esos bichos marinos, cuando uno de ellos decidió saludarlo… ¡y no precisamente de forma amistosa!
Según la Coalición One Ocean Worldwide, el Dr. Hoyos era el líder de una expedición científica enfocada en los tiburones de Galápagos. No es cualquier cosita, ¿eh? Estaban ahí con la intención de aportar datos valiosos a la investigación marina y de conservación, pero bueno, la naturaleza siempre tiene sus propios planes.
Esta movida formaba parte de un proyecto colaborativo bastante interesante que involucra a varias organizaciones como Fins Attached, For the Oceans Foundation, Reserva Tortuga y la Sharkwater Foundation de Rob Stewart. Se trata de unir fuerzas para proteger nuestros océanos, pero parece que hasta los mejores científicos pueden encontrarse con situaciones inesperadas. ¡Qué vara!
Lo más impresionante de toda esta historia fue la rapidez con la que actuaron los guardaparques de la Isla del Coco y los bomberos. Esa gente es pura fibra, diay. Gracias a su respuesta ágil y a la atención médica oportuna, lograron trasladar al Dr. Hoyos a la clínica segura para que recibiera el tratamiento necesario. Un aplauso para esos héroes locales, que reaccionaron a velocidad de rayo.
Al parecer, el especialista estaba marcando tiburones – lo hacían para poder identificarlos y estudiar sus movimientos – cuando uno de ellos, de repente, se giró y le propinó una mordida bien fea en la cabeza. Imagínate el susto, ¡uno trabajando tranquilamente y de pronto un tiburón encima! Más vale estar lejos de esas aguas, mi pana.
Jorge Serendero, director de For the Oceans, comentó que todos en la coalición están súper preocupados por la salud del Dr. Hoyos, pero afortunadamente confían en que pronto tendrán buenas noticias. Están tranquilos porque saben que está en muy buenas manos, atendido por profesionales de primera categoría. Eso da tranquilidad, aunque la situación sigue siendo delicada.
Alex Antoniou, director ejecutivo de Fins Attached, también expresó su gratitud hacia la comunidad de la Isla del Coco por su apoyo incondicional. Destacó que el Dr. Hoyos es un científico extraordinario que ha dedicado su vida a la conservación de los tiburones. ¡Un mae comprometido con el medio ambiente! Este incidente, según él, es sumamente raro, pero demuestran lo impredecibles que pueden ser estas criaturas marinas.
Recordemos que, en el 2018, el Dr. Hoyos contó a diversos medios internacionales que, pese a haber trabajado de cerca con tiburones blancos, nunca había sufrido un ataque directo. Aunque sí mencionó tener alguna lesión ligada a estos animales, como perder parte de un dedo mientras sacaba un tiburón de una jaula o la mordedura de otro tiburón de Galápagos que se defendía cuando le colocaban una marca. Ahora, con este nuevo incidente, ¡la cosa se puso más seria! ¿Ustedes creen que deberíamos replantearnos cómo interactuamos con los tiburones en zonas protegidas como el Parque Nacional Isla del Coco, priorizando aún más la seguridad de los investigadores y el bienestar de estos fascinantes depredadores?
Según la Coalición One Ocean Worldwide, el Dr. Hoyos era el líder de una expedición científica enfocada en los tiburones de Galápagos. No es cualquier cosita, ¿eh? Estaban ahí con la intención de aportar datos valiosos a la investigación marina y de conservación, pero bueno, la naturaleza siempre tiene sus propios planes.
Esta movida formaba parte de un proyecto colaborativo bastante interesante que involucra a varias organizaciones como Fins Attached, For the Oceans Foundation, Reserva Tortuga y la Sharkwater Foundation de Rob Stewart. Se trata de unir fuerzas para proteger nuestros océanos, pero parece que hasta los mejores científicos pueden encontrarse con situaciones inesperadas. ¡Qué vara!
Lo más impresionante de toda esta historia fue la rapidez con la que actuaron los guardaparques de la Isla del Coco y los bomberos. Esa gente es pura fibra, diay. Gracias a su respuesta ágil y a la atención médica oportuna, lograron trasladar al Dr. Hoyos a la clínica segura para que recibiera el tratamiento necesario. Un aplauso para esos héroes locales, que reaccionaron a velocidad de rayo.
Al parecer, el especialista estaba marcando tiburones – lo hacían para poder identificarlos y estudiar sus movimientos – cuando uno de ellos, de repente, se giró y le propinó una mordida bien fea en la cabeza. Imagínate el susto, ¡uno trabajando tranquilamente y de pronto un tiburón encima! Más vale estar lejos de esas aguas, mi pana.
Jorge Serendero, director de For the Oceans, comentó que todos en la coalición están súper preocupados por la salud del Dr. Hoyos, pero afortunadamente confían en que pronto tendrán buenas noticias. Están tranquilos porque saben que está en muy buenas manos, atendido por profesionales de primera categoría. Eso da tranquilidad, aunque la situación sigue siendo delicada.
Alex Antoniou, director ejecutivo de Fins Attached, también expresó su gratitud hacia la comunidad de la Isla del Coco por su apoyo incondicional. Destacó que el Dr. Hoyos es un científico extraordinario que ha dedicado su vida a la conservación de los tiburones. ¡Un mae comprometido con el medio ambiente! Este incidente, según él, es sumamente raro, pero demuestran lo impredecibles que pueden ser estas criaturas marinas.
Recordemos que, en el 2018, el Dr. Hoyos contó a diversos medios internacionales que, pese a haber trabajado de cerca con tiburones blancos, nunca había sufrido un ataque directo. Aunque sí mencionó tener alguna lesión ligada a estos animales, como perder parte de un dedo mientras sacaba un tiburón de una jaula o la mordedura de otro tiburón de Galápagos que se defendía cuando le colocaban una marca. Ahora, con este nuevo incidente, ¡la cosa se puso más seria! ¿Ustedes creen que deberíamos replantearnos cómo interactuamos con los tiburones en zonas protegidas como el Parque Nacional Isla del Coco, priorizando aún más la seguridad de los investigadores y el bienestar de estos fascinantes depredadores?
