¡Ay, Dios mío! Resulta que justo cuando pensábamos que ya habíamos visto de todo, el gobierno nos manda otro sorpresón. En pleno cierre de año, con la Asamblea Legislativa casi lista para irse de vacaciones, nos mandan un proyecto de ley para pedirle prestados $250 millones al BID. ¡Imagínate la jugada!
Según el expediente 25.364, estos billetes deberían servir para “fortalecer y expandir” nuestro sistema nacional de cuidados. Suena bonito, ¿verdad? Un proyecto social, pensando en las abuelitas, en los niños, en todos… Pero ahí es donde viene el chingón. Porque si revisamos bien el artículo 2 del proyecto, la cosa cambia totalmente.
¿Y qué dice el artículo 2, te preguntas? Pues resulta que la mayoría de esos millones –si no todos– van directo al pago de la deuda pública. ¡A cubrir los huecos, vamos! No hay plata para mejorar los hospitales, ni para aumentar los salarios de los maestros, pero sí tenemos para darle de comer a los acreedores. ¡Un despilfarro a todas luces!
Este crédito, que buscan aprobar rapidito en sesiones extraordinarias que se extenderán hasta fin de mes, tiene unas condiciones bastante interesantes. Plazo de 20 años, con cinco de gracia, y una tasa de interés del 5,54%. Sí, suena aceptable en papel, pero a ver cómo nos sale esto a la larga, porque ya sabemos cómo suelen salir estas cosas... Siempre terminamos pagando más de lo que deberíamos. Que diay, es la rutina.
Ahora, mientras tanto, la Comisión de Asuntos Hacendarios anda lidiando con otra vara importante: un crédito aún más grande, de $770 millones, con el BCIE para construir la carretera San José-San Ramón. ¡Y eso que todavía estamos discutiendo la tasa de interés de ese proyecto! Parece que entre deuda y deuda, los diputados andan más ocupados que gallinas postura.
Recordemos que durante el 2025 ya le hemos dado luz verde a varios préstamos. Por ejemplo, ese empréstito de $500 millones al BIRF, que también sirvió, sorpresa, para pagar deuda. ¡Pero claro!, mejor pegarle duro al agujero negro financiero que invertir en cosas que realmente importen al país. Y ni hablar del 10% que le dieron al CCSS, ¡una migaja comparada con el daño que hacemos a largo plazo.
Lo que me preocupa a mí, y creo que debería preocuparle a todos los costarricenses, es este ciclo vicioso en el que estamos atrapados. Pedimos préstamos para pagar préstamos, endeudándonos cada vez más. ¿En qué momento vamos a empezar a trabajar para solucionar nuestros problemas de raíz, en lugar de simplemente parchearlos con dinero ajeno?
En fin, parece que este proyecto de ley va camino a convertirse en realidad. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno debería priorizar el pago de la deuda sobre la inversión en programas sociales y desarrollo económico? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho saber qué piensa la gente!
Según el expediente 25.364, estos billetes deberían servir para “fortalecer y expandir” nuestro sistema nacional de cuidados. Suena bonito, ¿verdad? Un proyecto social, pensando en las abuelitas, en los niños, en todos… Pero ahí es donde viene el chingón. Porque si revisamos bien el artículo 2 del proyecto, la cosa cambia totalmente.
¿Y qué dice el artículo 2, te preguntas? Pues resulta que la mayoría de esos millones –si no todos– van directo al pago de la deuda pública. ¡A cubrir los huecos, vamos! No hay plata para mejorar los hospitales, ni para aumentar los salarios de los maestros, pero sí tenemos para darle de comer a los acreedores. ¡Un despilfarro a todas luces!
Este crédito, que buscan aprobar rapidito en sesiones extraordinarias que se extenderán hasta fin de mes, tiene unas condiciones bastante interesantes. Plazo de 20 años, con cinco de gracia, y una tasa de interés del 5,54%. Sí, suena aceptable en papel, pero a ver cómo nos sale esto a la larga, porque ya sabemos cómo suelen salir estas cosas... Siempre terminamos pagando más de lo que deberíamos. Que diay, es la rutina.
Ahora, mientras tanto, la Comisión de Asuntos Hacendarios anda lidiando con otra vara importante: un crédito aún más grande, de $770 millones, con el BCIE para construir la carretera San José-San Ramón. ¡Y eso que todavía estamos discutiendo la tasa de interés de ese proyecto! Parece que entre deuda y deuda, los diputados andan más ocupados que gallinas postura.
Recordemos que durante el 2025 ya le hemos dado luz verde a varios préstamos. Por ejemplo, ese empréstito de $500 millones al BIRF, que también sirvió, sorpresa, para pagar deuda. ¡Pero claro!, mejor pegarle duro al agujero negro financiero que invertir en cosas que realmente importen al país. Y ni hablar del 10% que le dieron al CCSS, ¡una migaja comparada con el daño que hacemos a largo plazo.
Lo que me preocupa a mí, y creo que debería preocuparle a todos los costarricenses, es este ciclo vicioso en el que estamos atrapados. Pedimos préstamos para pagar préstamos, endeudándonos cada vez más. ¿En qué momento vamos a empezar a trabajar para solucionar nuestros problemas de raíz, en lugar de simplemente parchearlos con dinero ajeno?
En fin, parece que este proyecto de ley va camino a convertirse en realidad. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno debería priorizar el pago de la deuda sobre la inversión en programas sociales y desarrollo económico? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho saber qué piensa la gente!
