¿Qué es la tolerancia cero? - OPINIÓN - nacion.com
Como podemos ver, las estupideces del delirio fascistoide del payaso este tuvieron un costo humano considerable, pisoteando los derechos de los pobres y poniendo en peligro la vida de los policías encargados de garantizar la seguridad(también pobres) en un ambiente crecientemente hostil para ellos, por razones obvias.
Ahora volviendo al caso de AL, nuestras sociedades son más vulnerables frente a las ocurrencias de los demagogos de turno, teniendo en cuenta que tanto la exclusión social y étnica son mayores, de ahí que la aplicación de estas políticas fracasadas puedan tener consecuencias aún peores que las acaecidas en NY.
EN este caso, a pesar de que las propuestas de Otto son un misterio, si he oído a algunos de sus partidarios citando como modelo(incluso al mismo Otto guevara en alguna ocasión) los planes llevados a cabo por Giuliani, y en ese sentido desde la óptica de las personas de bien, podemos reconocer que las políticas de Giuliani fueron un fracaso y por tanto curiosamente el candidato menos idóneo para enfrentar la inseguridad es Otto Guevara, a pesar de su propaganda mesiánica.
Yo desde el momento en que vi a las víctimas de los casos más sonados de la delincuencia brutal en este país apareciendo en los campos pagados de Otto Guevara me di cuenta de que este carajo está dispuesto a cualquier bajeza con tal de lograr la presidencia. Él no escoje víctimas de la delincuencia al azar, no, eso no, él selecciona propagandísticamente aquellas con las que la población se identificó a través del circo romano que montaron los medios de comunicación, para aprovechar políticamente esas tragedias y prometer cosas que cualquier persona con dos dedos de frente sabe que no puede cumplir en 4 años. Está obteniendo un éxito relativo tomando las riendas que Juan Diego Castro dejó cuando lo borraron del escenario político luego de perder Johnny Araya.
El tan aclamado Giuliani y su "éxito" en Nueva York ahora están más que en entredicho, a pesar de que la caverna lo sigue vitoreando como el Salvador de la Gran Manzana frente a la delincuencia.¿Qué es la tolerancia cero?
La política de “tolerancia cero” aumentala violencia que se pretende combatir![]()
Frente al problema de la inseguridad ciudadana existente en Costa Rica, en la campaña electoral se habla mucho de aplicar una política de “tolerancia cero” para el combate de la delincuencia. Poco se explica, sin embargo, sobre lo que significa el término.
Cuando se utiliza el concepto de tolerancia cero, se hace referencia en particular a la política implantada bajo la alcaldía de Rudolph Giuliani y la intendencia del jefe de policía William Bratton en Nueva York, entre 1993 y 1997, que consistía en una fuerte respuesta policial aun frente a actos de poca monta, comprendiéndose entre ellos, en particular, el vagabundeo, la mendicidad y la prostitución.
Se trata de una política promocionada mercantilmente por consultores estadounidenses en los países latinoamericanos. Se afirma que con ella se logró disminuir la delincuencia en Nueva York. Sin embargo, hoy en día existe duda de que esa política haya sido la causante de la reducción del crimen, porque los índices de delincuencia habían empezado a disminuir antes de su implantación. Por otro lado, otras ciudades como San Diego y Boston lograron tasas importantes de reducción de la criminalidad con políticas distantes de la “tolerancia cero”.
Más violencia. La política de “tolerancia cero” en Nueva York dio lugar a muchísimas detenciones arbitrarias y actos de brutalidad policial.
Así, las demandas por abusos policiales se duplicaron, el número de muertos por balas de la policía aumentó un 35% y el número de personas muertas mientras estaban en custodia policial creció un 53%.
La política de “tolerancia cero” se transformó en “una guerra contra los sin techo, la mendicidad, infracciones menores, la ebriedad, el ruido y los actos desviados de las buenas costumbres” (Kliksberg). Condujo a la detención con criterios discriminatorios de quienes concordaran con el estereotipo que tenía la policía de los delincuentes, correspondiente en particular con las minorías étnicas.
Esta política, en definitiva, tiende a facilitar la detención de las personas por meras sospechas subjetivas y prejuicios, según el criterio arbitrario de la Policía.
El carácter arbitrario no libra a nadie de ser detenido y el apoyo a la política de cero tolerancia supone la aceptación de este riesgo. Es una expresión de la voluntad de estar dispuesto a sacrificar la libertad por la obtención de seguridad, sin percatarse de que sin libertad tampoco habrá seguridad.
La libertad personal es también un bien de gran importancia para la seguridad ciudadana. Estar detenido, aun en el caso de que la detención dure pocas horas, tiene efectos muy negativos para toda persona, que pueden ser de carácter irreparable.
La Policía cumple una gran labor en defensa de nuestra seguridad, no solo mediante la función preventiva, sino, también, como consecuencia de su intervención en la investigación de los hechos delictivos, colaborando con la Administración de Justicia en la identificación de los responsables y en la búsqueda de las pruebas respectivas.
La Policía puede aprehender a quienes hayan sido atrapados in fraganti, pero en un Estado de Derecho no se puede detener a las personas arbitrariamente ni utilizar la fuerza al antojo, como ocurre con la política de “tolerancia cero”. Una política de tolerancia cero, como bien lo indica Frülhing, puede tener consecuencias aun más graves en Latinoamérica, debido a los problemas sociales existentes, pudiendo contribuir a una mayor exclusión social.
Resultados desastrosos. De hecho, en El Salvador la tolerancia cero se unió a una política de mano dura con resultados desastrosos, no solo por la gran cantidad de detenciones arbitrarias y el consiguiente hacinamiento carcelario, sino, también, porque llevó a un aumento considerable de la violencia que se intentaba combatir.
En forma paradójica, dice la Universidad de Centroamérica, desde la vigencia de la política de “super mano dura”, que llevaba a la detención masiva de quienes concordaran con el estereotipo de los pandilleros, la tasa de homicidios aumentó en El Salvador.
Se ha señalado que el total de homicidios entre enero y junio de 2005 fue de 1.665, lo que revela un incremento del 32,6% con respecto del año anterior, cuando se registraron 1.255 muertes violentas. El promedio diario de muertes en 2003 fue de 6 y en 2004 de 7,6.
Tenemos un problema de inseguridad ciudadana en Costa Rica, como lo revela el aumento de la tasa de homicidios de 8 por cien mil habitantes en 2007, a 11 por cien mil habitantes en 2008.
Es clara la necesidad de buscar soluciones. Sin embargo, la utilización del mero sentido común y el desprecio a los estudios criminológicos, como propugnan algunos, lejos de llevar a una mayor seguridad ciudadana, puede más bien agravar los problemas de inseguridad, como podría ocurrir si se aplica una política de “tolerancia cero”.
Como podemos ver, las estupideces del delirio fascistoide del payaso este tuvieron un costo humano considerable, pisoteando los derechos de los pobres y poniendo en peligro la vida de los policías encargados de garantizar la seguridad(también pobres) en un ambiente crecientemente hostil para ellos, por razones obvias.
Ahora volviendo al caso de AL, nuestras sociedades son más vulnerables frente a las ocurrencias de los demagogos de turno, teniendo en cuenta que tanto la exclusión social y étnica son mayores, de ahí que la aplicación de estas políticas fracasadas puedan tener consecuencias aún peores que las acaecidas en NY.
EN este caso, a pesar de que las propuestas de Otto son un misterio, si he oído a algunos de sus partidarios citando como modelo(incluso al mismo Otto guevara en alguna ocasión) los planes llevados a cabo por Giuliani, y en ese sentido desde la óptica de las personas de bien, podemos reconocer que las políticas de Giuliani fueron un fracaso y por tanto curiosamente el candidato menos idóneo para enfrentar la inseguridad es Otto Guevara, a pesar de su propaganda mesiánica.
Yo desde el momento en que vi a las víctimas de los casos más sonados de la delincuencia brutal en este país apareciendo en los campos pagados de Otto Guevara me di cuenta de que este carajo está dispuesto a cualquier bajeza con tal de lograr la presidencia. Él no escoje víctimas de la delincuencia al azar, no, eso no, él selecciona propagandísticamente aquellas con las que la población se identificó a través del circo romano que montaron los medios de comunicación, para aprovechar políticamente esas tragedias y prometer cosas que cualquier persona con dos dedos de frente sabe que no puede cumplir en 4 años. Está obteniendo un éxito relativo tomando las riendas que Juan Diego Castro dejó cuando lo borraron del escenario político luego de perder Johnny Araya.