Como lo afirma el interlocutor, don Pedro es "un pillo con carnet de abogado". sus prácticas profesionales se alejan mucho de la ética que debe guardar todo abogado con su patrocinado (cliente).
Beirute tiene la costumbre de contactar a "ambas partes", amparado a su "licencia" de "centro de resolución de conflictos". Cosa que no podría hacer si no fuera así. Una vez contactados "ambos", la balanza se inclinará por quien le pague más para sacar más provecho.
Si lo contrata el marido y la "demandada" está guapa, téngalo por seguro que don Pedro también le echará los perros a la vieja. Si lo contrata la mujer y el marido tiene buena plata.... entonces la balanza se inclinará en contra de la mujer que fue la que lo contrató.
Ya en los pasillos judiciales y juzgados de familia conocen bien las prácticas de don Pedro. Es muy hábil y como le dije, amparado a su licencia de "centro de resolución de conflictos", no lo pueden sancionar si establece contacto directo con la parte demandada; pero si hay una forma de "anularlo" para cualquier proceso de divorcio:
Me explico: Si está planeando divorciarse y ve que la cosa "viene por las malas", hay que bloquear a Beirute para que no puede ser abogado de NADIE en ese divorcio. La forma de bloquearlo es pedirle una primera cita; Usted va, le cuenta todo en detalle de que quiere divorciarse y le adorna la cosa con buena cantidad de detalles. Luego, al final de la cita, Usted le dice: "bueno, le agradezco mucho su orientación. Creo que voy a tratar de llegar a un arreglo por las buenas.... ¿Cuánto le debo por esta consulta?" Beirute le cobrará sus honorarios por esa consulta profesional, que pueden ser de 75mil a 100 mil pesos. Usted GUARDA ESE RECIBO como si fuera de oro y nunca lo vuelve a contactar.
Si en el camino, resulta que aparece Beirute como abogado de la parte demandada (en contra suya), -cosa que no sería de extrañarse-, Usted con ese recibo, puede obligar la recusasión del abogado de la contraparte y entablar denuncia ante el Colegio de Abogados, porque en este caso, estaría actuando como abogado de la contraparte y no como "centro de resolución de conflictos".