¡Ay, Dios mío! Este caso que sacudió a Quepos ha dejado a todos boquiabiertos. Imagínate, unos vecinos tranquilos, disfrutando de su casa de descanso, y esto pasa… Una pareja alemana, encontrados enterrados en su propia propiedad. De verdad, qué pena haber que contarla.
Según las autoridades, Dieter Schmidt, de 60 años, y Ursula Weber, de 58, eran residentes temporales en Costa Rica, aprovechando la tranquilidad de Quepos para pasar algunos meses. Llevaban viniendo al país con frecuencia, usando la vivienda como refugio de vacaciones y teniendo hasta residencia nacional, contaron desde el OIJ. Parece que le habían agarrado candela a la vida tranquila aquí en Costa Rica, buscando escapar del frío allá en Europa.
Todo comenzó el pasado lunes, cuando un vecino alertó a las autoridades sobre movimientos sospechosos en la zona. “Escuché ruido de vagoneta, pensé que era la construcción de siempre, pero luego quedó todo callado,” relató Don José, quien vive enfrente de la finca. Un detalle clave que puso las alarmas fue cuando un vecino reportó que había visto cómo una vagoneta descargaba arena en la propiedad. Nadie imaginaba que esa simple descarga de material sería el preludio de una tragedia de tal magnitud.
Randall Zúñiga, director general del OIJ, explicó que recibieron una llamada anónima informando sobre un posible robo en curso en la vivienda. Al llegar al lugar, encontraron la puerta abierta y a los ocupantes ausentes. Durante una búsqueda inicial, se topó con un extraño montículo de tierra que emanaba un olor desagradable. Fue entonces cuando comprendieron la gravedad de la situación: se enfrentaban a un posible doble homicidio.
“Al principio pensábamos que era una vaca que había muerto por ahí, pero cuando empezamos a remover la tierra… bueno, ya saben,” añadió Zúñiga visiblemente afectado. Lo que encontraron debajo de tierra fue desgarrador: los cuerpos de ambos alemanes, atados y envueltos en lo que parecían bolsas, aunque no completamente selladas. El nivel de violencia era evidente por las manchas de sangre encontradas en varias áreas de la casa, incluyendo la habitación y la cocina, intentando limpiarla con agua.
Las investigaciones preliminares apuntan a un asalto como móvil principal del crimen. Según el OIJ, parece que los criminales buscaban objetos de valor en la propiedad, pero la resistencia de la pareja llevó a la escalada violenta. Se presume que los asesinos conocían los hábitos de los turistas y esperaron el momento oportuno para atacar. Esta clase de cosas te dejan pensando, ¿hasta dónde llega la desesperación de algunas personas?
Este hecho ha generado conmoción en toda la comunidad de Quepos, donde la seguridad se ha convertido en una preocupación constante. Muchos vecinos expresan su temor ante la creciente ola de crímenes que azota la región, y exigen mayores controles policiales y medidas preventivas. Se habla incluso de organizar rondas vecinales para aumentar la vigilancia en la zona, porque, diay, uno nunca sabe cuándo puede tocarle. Ya se siente la inquietud en el aire, créeme.
En fin, un caso terrible que nos recuerda que la tranquilidad aparente puede esconder sombras oscuras. ¿Creés que el aumento de turistas en zonas rurales como Quepos hace que sean más vulnerables a este tipo de delitos, o será simplemente una coincidencia desafortunada? Dejen sus opiniones y veamos qué piensa la gente sobre este doloroso asunto.
Según las autoridades, Dieter Schmidt, de 60 años, y Ursula Weber, de 58, eran residentes temporales en Costa Rica, aprovechando la tranquilidad de Quepos para pasar algunos meses. Llevaban viniendo al país con frecuencia, usando la vivienda como refugio de vacaciones y teniendo hasta residencia nacional, contaron desde el OIJ. Parece que le habían agarrado candela a la vida tranquila aquí en Costa Rica, buscando escapar del frío allá en Europa.
Todo comenzó el pasado lunes, cuando un vecino alertó a las autoridades sobre movimientos sospechosos en la zona. “Escuché ruido de vagoneta, pensé que era la construcción de siempre, pero luego quedó todo callado,” relató Don José, quien vive enfrente de la finca. Un detalle clave que puso las alarmas fue cuando un vecino reportó que había visto cómo una vagoneta descargaba arena en la propiedad. Nadie imaginaba que esa simple descarga de material sería el preludio de una tragedia de tal magnitud.
Randall Zúñiga, director general del OIJ, explicó que recibieron una llamada anónima informando sobre un posible robo en curso en la vivienda. Al llegar al lugar, encontraron la puerta abierta y a los ocupantes ausentes. Durante una búsqueda inicial, se topó con un extraño montículo de tierra que emanaba un olor desagradable. Fue entonces cuando comprendieron la gravedad de la situación: se enfrentaban a un posible doble homicidio.
“Al principio pensábamos que era una vaca que había muerto por ahí, pero cuando empezamos a remover la tierra… bueno, ya saben,” añadió Zúñiga visiblemente afectado. Lo que encontraron debajo de tierra fue desgarrador: los cuerpos de ambos alemanes, atados y envueltos en lo que parecían bolsas, aunque no completamente selladas. El nivel de violencia era evidente por las manchas de sangre encontradas en varias áreas de la casa, incluyendo la habitación y la cocina, intentando limpiarla con agua.
Las investigaciones preliminares apuntan a un asalto como móvil principal del crimen. Según el OIJ, parece que los criminales buscaban objetos de valor en la propiedad, pero la resistencia de la pareja llevó a la escalada violenta. Se presume que los asesinos conocían los hábitos de los turistas y esperaron el momento oportuno para atacar. Esta clase de cosas te dejan pensando, ¿hasta dónde llega la desesperación de algunas personas?
Este hecho ha generado conmoción en toda la comunidad de Quepos, donde la seguridad se ha convertido en una preocupación constante. Muchos vecinos expresan su temor ante la creciente ola de crímenes que azota la región, y exigen mayores controles policiales y medidas preventivas. Se habla incluso de organizar rondas vecinales para aumentar la vigilancia en la zona, porque, diay, uno nunca sabe cuándo puede tocarle. Ya se siente la inquietud en el aire, créeme.
En fin, un caso terrible que nos recuerda que la tranquilidad aparente puede esconder sombras oscuras. ¿Creés que el aumento de turistas en zonas rurales como Quepos hace que sean más vulnerables a este tipo de delitos, o será simplemente una coincidencia desafortunada? Dejen sus opiniones y veamos qué piensa la gente sobre este doloroso asunto.