¡Ay, comilicua! El panorama político va tomando forma a toda máquina, y ahora nos toca analizar las declaraciones de don Álvaro Ramos, el candidato liberacionista. Estuvo reunido con Canara, la gente de las radios, y ahí reafirmó su compromiso con la libertad de expresión. De entrada, suena lindo, ¿verdad?, pero siempre hay que rascar debajo de la piedra para ver qué onda.
Verán, este tema de la libertad de expresión viene rodando con fuerza desde hace rato, especialmente luego de algunas situaciones que agitaron el ambiente mediático. Ramos aprovechó la coyuntura para remarcar la importancia de tener una prensa libre que fiscalice al gobierno, que investigue y que denuncie cualquier cosa turbia. Dijo que una democracia fuerte necesita ciudadanos bien informados, capaces de tomar decisiones con base en datos certeros, no en pura especulación o chismes.
Y ahí metió una joyita: "Defender la libertad de expresión es defender a Costa Rica". ¡Cómo decirlo, mae! Suena patriótico y heroico, pero ojo con esas frases hechas. ¿Será que realmente le importa la libertad de prensa, o simplemente está usando este discurso para captar votos? Porque si le preguntan a algún viejo reportero, ya saben, entre tanto roce político se olvidan de quien los apoya. Algunos se acuerdan a la hora de pedir favores, otros nunca. Un brete, la verdad.
Pero no todo quedó ahí. Ramos también resaltó el papel fundamental de la radio en nuestro país. Insistió en que, a pesar de la proliferación de plataformas digitales, la radio sigue siendo un medio de comunicación de gran alcance y credibilidad, especialmente en zonas rurales donde el acceso a internet es limitado. Y eso sí es cierto, la radio sigue conectando con la gente, llega a todos los rincones del país, aunque muchos jóvenes ni la paren.
Ahora, para ponerle un poco de contexto, recordemos que justo unos días atrás Ariel Robles, el diputado del FML, propuso extender el congelamiento de salarios para altos funcionarios públicos hasta el 2030. ¡Una barbaridad!, dices tú. Muchos argumentan que es una medida populista que busca distraer la atención de los problemas reales del país, mientras que otros la ven como una señal de austeridad y responsabilidad fiscal. Este tipo de debates evidencian cómo la política se pone picante de vez en cuando y cómo cada candidato trata de sacar raja en todo momento.
Por otro lado, también tenemos el lío del levantamiento de inmunidad de Rodrigo Chaves. Gloria Navas salió a apoyar la iniciativa, mientras que Luis Amador, fiel defensor del presidente, retó a la oposición a levantarla y enfrentarlo en la justicia. ¡Uy, huele a bronca! Todo esto mientras Laura Fernández lidera una nueva encuesta y llama a los seguidores de Chaves a unirse para ganar en primera ronda. Una jugada maestra, dicen algunos estrategas políticos; una pérdida de tiempo, opinan otros. Qué rodeos, ¿eh?
Volviendo a Ramos, su discurso sobre la libertad de expresión podría interpretarse como un intento de diferenciarse de Chaves, a quien se le ha criticado por sus constantes ataques contra periodistas y por su manejo autoritario de la información. Pero también puede ser una muestra genuina de su compromiso con los valores democráticos. Al fin y al cabo, él mismo es abogado y ha defendido causas relacionadas con los derechos humanos. Ya cada quién juzga.
En fin, este tema está abierto a debate. ¿Cree usted que el compromiso de Álvaro Ramos con la libertad de expresión es sincero o una estrategia política más? ¿Considera que la presión social y los escándalos pueden influir en las propuestas legislativas relacionadas con la transparencia y el acceso a la información? Déjeme su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa mi gente!
Verán, este tema de la libertad de expresión viene rodando con fuerza desde hace rato, especialmente luego de algunas situaciones que agitaron el ambiente mediático. Ramos aprovechó la coyuntura para remarcar la importancia de tener una prensa libre que fiscalice al gobierno, que investigue y que denuncie cualquier cosa turbia. Dijo que una democracia fuerte necesita ciudadanos bien informados, capaces de tomar decisiones con base en datos certeros, no en pura especulación o chismes.
Y ahí metió una joyita: "Defender la libertad de expresión es defender a Costa Rica". ¡Cómo decirlo, mae! Suena patriótico y heroico, pero ojo con esas frases hechas. ¿Será que realmente le importa la libertad de prensa, o simplemente está usando este discurso para captar votos? Porque si le preguntan a algún viejo reportero, ya saben, entre tanto roce político se olvidan de quien los apoya. Algunos se acuerdan a la hora de pedir favores, otros nunca. Un brete, la verdad.
Pero no todo quedó ahí. Ramos también resaltó el papel fundamental de la radio en nuestro país. Insistió en que, a pesar de la proliferación de plataformas digitales, la radio sigue siendo un medio de comunicación de gran alcance y credibilidad, especialmente en zonas rurales donde el acceso a internet es limitado. Y eso sí es cierto, la radio sigue conectando con la gente, llega a todos los rincones del país, aunque muchos jóvenes ni la paren.
Ahora, para ponerle un poco de contexto, recordemos que justo unos días atrás Ariel Robles, el diputado del FML, propuso extender el congelamiento de salarios para altos funcionarios públicos hasta el 2030. ¡Una barbaridad!, dices tú. Muchos argumentan que es una medida populista que busca distraer la atención de los problemas reales del país, mientras que otros la ven como una señal de austeridad y responsabilidad fiscal. Este tipo de debates evidencian cómo la política se pone picante de vez en cuando y cómo cada candidato trata de sacar raja en todo momento.
Por otro lado, también tenemos el lío del levantamiento de inmunidad de Rodrigo Chaves. Gloria Navas salió a apoyar la iniciativa, mientras que Luis Amador, fiel defensor del presidente, retó a la oposición a levantarla y enfrentarlo en la justicia. ¡Uy, huele a bronca! Todo esto mientras Laura Fernández lidera una nueva encuesta y llama a los seguidores de Chaves a unirse para ganar en primera ronda. Una jugada maestra, dicen algunos estrategas políticos; una pérdida de tiempo, opinan otros. Qué rodeos, ¿eh?
Volviendo a Ramos, su discurso sobre la libertad de expresión podría interpretarse como un intento de diferenciarse de Chaves, a quien se le ha criticado por sus constantes ataques contra periodistas y por su manejo autoritario de la información. Pero también puede ser una muestra genuina de su compromiso con los valores democráticos. Al fin y al cabo, él mismo es abogado y ha defendido causas relacionadas con los derechos humanos. Ya cada quién juzga.
En fin, este tema está abierto a debate. ¿Cree usted que el compromiso de Álvaro Ramos con la libertad de expresión es sincero o una estrategia política más? ¿Considera que la presión social y los escándalos pueden influir en las propuestas legislativas relacionadas con la transparencia y el acceso a la información? Déjeme su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa mi gente!
