¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que doña Emilia Molina, la exdiputada del PAC, decidió romperle el coco a Claudia Dobles y a todo el partido, echándose para atrás con todo. Una salió con un Facebookazo que está dando de qué hablar por to' lados, y ahora el PAC tiene un brete más grande que la Sabana.
Para ponerlos al día, Emilia, que estuvo en la Asamblea entre 2014 y 2018, explotó diciendo que el PAC ya no es el mismo. Según ella, se le fue la onda a los valores socialdemócratas que tanto pregonaban en tiempos de Don Luis Guillermo. Y eso que antes, el PAC era una máquina moviéndose con fuerza, diay, ¡qué cosas!
Pero la verdadera bronca es con Claudia Dobles. Emilia dice que la candidatura de Claudia es pura oportunismo, que no tiene los méritos necesarios para llegar a ser presidenta. Lo pinta como si estuviera buscando atajos y se hubiera olvidado de trabajar duro por el pueblo, ¡pura sal! Añadió que incluso quiere meterse a diputada por San José usando esa plataforma, lo cual, según ella, demuestra que solo busca ascender a toda costa. ¡Qué carga!
Ahora, pensando bien, uno se pregunta si este rompimiento es parte de una crisis más profunda en el PAC. Desde que cayó Carlos Alvarado Quesada, parece que el partido anda buscando su rumbo y se pelean por ver quién manda. Muchos dicen que la pelea interna es más fuerte que cualquier oposición externa, y vaya que tenemos opositores duros por ahí. Todos quieren agarrarle el pelo a la nación, ¡qué ganga!
Doña Emilia, en su diatriba, también hizo un guiño a Welmer Ramos González, recordando que sí apoyó sus propuestas cuando vio que iban acorde con los ideales socialdemócratas. Esto deja claro que no está en contra de todas las corrientes del PAC, sino contra lo que considera una desviación de los principios originales. Le tiró un balde de agua fría a la estrategia de Dobles, mostrándole que no todos están conformes con su liderazgo.
Y es que hay que decirlo, el PAC ha tenido una cuesta arriba importante en los últimos años. La gente parece haber perdido la fe en el partido y en sus promesas. Uno recuerda cómo prometieron cambiar las cosas, traer progreso y justicia social... pero la realidad es otra. Ahora andan tratando de recuperarse, pero con estas disputas internas les cuesta avanzar, ¡parece broma!
Lo cierto es que la salida de Emilia Molina es un golpe duro para el PAC. Ella siempre fue una figura respetada dentro del partido, aunque a veces fuera un poco polémica. Su renuncia es una señal clara de que las tensiones internas son mayores de lo que aparentan. Y ahora, con las elecciones acercándose, el PAC tendrá que hacer malabares para mantener la unidad y convencer a los votantes de que vale la pena darle otra oportunidad. Ya saben, el país necesita soluciones, no más peleas de gallos.
Con todo esto, me pregunto: ¿Es posible rescatar la esencia original del PAC o ya se fue irremediablemente al traste? ¿Creen que las divisiones internas del partido afectarán significativamente las próximas elecciones presidenciales? Dejenme saber sus opiniones en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes sobre este chunche!
Para ponerlos al día, Emilia, que estuvo en la Asamblea entre 2014 y 2018, explotó diciendo que el PAC ya no es el mismo. Según ella, se le fue la onda a los valores socialdemócratas que tanto pregonaban en tiempos de Don Luis Guillermo. Y eso que antes, el PAC era una máquina moviéndose con fuerza, diay, ¡qué cosas!
Pero la verdadera bronca es con Claudia Dobles. Emilia dice que la candidatura de Claudia es pura oportunismo, que no tiene los méritos necesarios para llegar a ser presidenta. Lo pinta como si estuviera buscando atajos y se hubiera olvidado de trabajar duro por el pueblo, ¡pura sal! Añadió que incluso quiere meterse a diputada por San José usando esa plataforma, lo cual, según ella, demuestra que solo busca ascender a toda costa. ¡Qué carga!
Ahora, pensando bien, uno se pregunta si este rompimiento es parte de una crisis más profunda en el PAC. Desde que cayó Carlos Alvarado Quesada, parece que el partido anda buscando su rumbo y se pelean por ver quién manda. Muchos dicen que la pelea interna es más fuerte que cualquier oposición externa, y vaya que tenemos opositores duros por ahí. Todos quieren agarrarle el pelo a la nación, ¡qué ganga!
Doña Emilia, en su diatriba, también hizo un guiño a Welmer Ramos González, recordando que sí apoyó sus propuestas cuando vio que iban acorde con los ideales socialdemócratas. Esto deja claro que no está en contra de todas las corrientes del PAC, sino contra lo que considera una desviación de los principios originales. Le tiró un balde de agua fría a la estrategia de Dobles, mostrándole que no todos están conformes con su liderazgo.
Y es que hay que decirlo, el PAC ha tenido una cuesta arriba importante en los últimos años. La gente parece haber perdido la fe en el partido y en sus promesas. Uno recuerda cómo prometieron cambiar las cosas, traer progreso y justicia social... pero la realidad es otra. Ahora andan tratando de recuperarse, pero con estas disputas internas les cuesta avanzar, ¡parece broma!
Lo cierto es que la salida de Emilia Molina es un golpe duro para el PAC. Ella siempre fue una figura respetada dentro del partido, aunque a veces fuera un poco polémica. Su renuncia es una señal clara de que las tensiones internas son mayores de lo que aparentan. Y ahora, con las elecciones acercándose, el PAC tendrá que hacer malabares para mantener la unidad y convencer a los votantes de que vale la pena darle otra oportunidad. Ya saben, el país necesita soluciones, no más peleas de gallos.
Con todo esto, me pregunto: ¿Es posible rescatar la esencia original del PAC o ya se fue irremediablemente al traste? ¿Creen que las divisiones internas del partido afectarán significativamente las próximas elecciones presidenciales? Dejenme saber sus opiniones en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes sobre este chunche!