¡Ay, papá! Esto sí que duele... La comunidad de Carrillo está sacudida hasta las entrañas con la pérdida de un muchacho de apenas 19 años. Se chama, Javier Vásquez, le dijo la poli, se fue a estrellar contra un guindo en el sector de Playas del Coco la tarde del sábado pasado. Una pena tremenda, la verdad.
Según nos cuentan los vecinos, Javier era un mae tranquilo, siempre dispuesto a echarse una mano. Trabajaba medio tiempo en un taller mecánico para ayudar en casa, anda que con estos tiempos… Siempre andaba en su moto, le encantaba pasear por la costa, tomarse unas fotos con el atardecer, esas cosas de jóvenes, ¿sabes?
Ahora, la versión oficial de la policía y el OIJ es que el chico perdió el control de la moto por razones que todavía no están claras. Dicen que se salió de la carretera y se fue directo al guindo. Imagínate la impresión que tuvo la gente que pasó por ahí, encontrándose con semejante escena. ¡Qué sal!
Las autoridades llegaron rápido, pero ya era demasiado tarde. No pudieron hacer nada para salvarlo. El cuerpo lo tuvieron que sacar con cuidado, porque estaba bien abajo en el barranco. Después, lo llevaron a la morgue judicial para hacerle la autopsia y tratar de aclarar qué pasó realmente. Un brete para la familia, te imaginas…
Este tipo de tragedias, lamentablemente, son demasiado comunes en nuestras carreteras. Ya sabes cómo son algunos conductores, apurándose, sin respetar las señales ni a los demás usuarios. Y con las motos, el peligro se multiplica, porque ofrecen poca protección en caso de accidente. Hay que ponerle atención a esto, diay.
Y no solo es la velocidad, también hay que considerar el estado de las vías. En muchos lugares, el pavimento está lleno de baches y grietas, y eso puede provocar que pierdas el control en cualquier momento. Además, la falta de iluminación en algunas zonas aumenta el riesgo, especialmente de noche. ¡Un mamarracho!
El OIJ está investigando el caso a fondo, tratando de averiguar si hubo alguna otra causa que contribuyó al accidente. Quizás una falla mecánica en la moto, quizás el exceso de velocidad, quizás simplemente un descuido. Lo cierto es que Javier ya no está entre nosotros, y eso es irreparable. Esta tragedia nos recuerda la importancia de conducir con precaución y de estar siempre alerta en la carretera. Que le sirva de vara a todos nosotros, para reflexionar sobre nuestros hábitos al volante.
Es duro ver partir a un joven así, lleno de sueños y planes por delante. Esperemos que este accidente sirva como un llamado de atención para todos los motociclistas y conductores en general. Pero dime, ¿crees que las campañas de seguridad vial en Costa Rica son suficientes o necesitamos medidas más drásticas para reducir los accidentes y proteger la vida de nuestros seres queridos?
Según nos cuentan los vecinos, Javier era un mae tranquilo, siempre dispuesto a echarse una mano. Trabajaba medio tiempo en un taller mecánico para ayudar en casa, anda que con estos tiempos… Siempre andaba en su moto, le encantaba pasear por la costa, tomarse unas fotos con el atardecer, esas cosas de jóvenes, ¿sabes?
Ahora, la versión oficial de la policía y el OIJ es que el chico perdió el control de la moto por razones que todavía no están claras. Dicen que se salió de la carretera y se fue directo al guindo. Imagínate la impresión que tuvo la gente que pasó por ahí, encontrándose con semejante escena. ¡Qué sal!
Las autoridades llegaron rápido, pero ya era demasiado tarde. No pudieron hacer nada para salvarlo. El cuerpo lo tuvieron que sacar con cuidado, porque estaba bien abajo en el barranco. Después, lo llevaron a la morgue judicial para hacerle la autopsia y tratar de aclarar qué pasó realmente. Un brete para la familia, te imaginas…
Este tipo de tragedias, lamentablemente, son demasiado comunes en nuestras carreteras. Ya sabes cómo son algunos conductores, apurándose, sin respetar las señales ni a los demás usuarios. Y con las motos, el peligro se multiplica, porque ofrecen poca protección en caso de accidente. Hay que ponerle atención a esto, diay.
Y no solo es la velocidad, también hay que considerar el estado de las vías. En muchos lugares, el pavimento está lleno de baches y grietas, y eso puede provocar que pierdas el control en cualquier momento. Además, la falta de iluminación en algunas zonas aumenta el riesgo, especialmente de noche. ¡Un mamarracho!
El OIJ está investigando el caso a fondo, tratando de averiguar si hubo alguna otra causa que contribuyó al accidente. Quizás una falla mecánica en la moto, quizás el exceso de velocidad, quizás simplemente un descuido. Lo cierto es que Javier ya no está entre nosotros, y eso es irreparable. Esta tragedia nos recuerda la importancia de conducir con precaución y de estar siempre alerta en la carretera. Que le sirva de vara a todos nosotros, para reflexionar sobre nuestros hábitos al volante.
Es duro ver partir a un joven así, lleno de sueños y planes por delante. Esperemos que este accidente sirva como un llamado de atención para todos los motociclistas y conductores en general. Pero dime, ¿crees que las campañas de seguridad vial en Costa Rica son suficientes o necesitamos medidas más drásticas para reducir los accidentes y proteger la vida de nuestros seres queridos?
