Mae, seamos honestos, la vara con el brete a veces se pone color de hormiga. Uno manda currículums como si fueran confeti en un carnaval y nada que pica. Pero de vez en cuando, sale una noticia que le da a uno un aire y, vieras que sí, esta es una de esas. Resulta que el sector de Ciencias de la Vida, esa gente que hace dispositivos médicos y chunches súper tecnológicos, no solo sigue creciendo en el país, sino que anda buscando talento como si no hubiera un mañana. ¡Qué tuanis!, porque significa que hay brete de calidad y bien pagado esperando por gente con ganas.
El epicentro de toda esta movida es Coyol Free Zone. Y no están buscando solo ingenieros de la NASA, ojo. La lista de puestos es bien variada. Necesitan desde operarios de manufactura, con o sin experiencia, para ensamblar y empacar, hasta técnicos que son unos cargas en mecánica de precisión, mantenimiento y electromecánica. También andan detrás de los cerebritos de la regulación, esos especialistas que se saben las reglas del juego de pe a pa para que todo cumpla con los estándares internacionales. Y por supuesto, necesitan a los que llevan la batuta: supervisores, planners y coordinadores para que la producción no se detenga. Es decir, hay para casi todos los gustos y niveles.
Ahora, aquí viene el volado importante. No todo es tener el cartón debajo del brazo. Las empresas de esta zona valoran un montón otras varas. Buscan gente con un compromiso con la calidad que sea casi una religión, que sigan las normas al pie de la letra y que entiendan la importancia de las buenas prácticas de manufactura. Y sí, maes, lo que ya todos sabemos: el bendito inglés. Diay, no hay quite. Si usted mastica el inglés, ya tiene medio camino recorrido para pegar un brete de estos. Es la llave que abre un montón de puertas en este sector, así que si lo tiene flojo, ya sabe cuál debería ser su próxima misión.
Y para que vean que la cosa no es paja, los números hablan solos. Este parque empresarial le da brete directo a casi 25,000 personas. ¡Qué nivel! Eso es casi la mitad de todo el empleo que genera el sector de dispositivos médicos en Tiquicia. Y un dato que me parece a cachete: el 55% de esos puestos son ocupados por mujeres. Además, no es que están esperando que el talento les caiga del cielo; tienen alianzas con un montón de municipalidades de la GAM para conectar a la gente de esas comunidades con las oportunidades que se están abriendo. De hecho, andan haciendo ferias de empleo y de todo para facilitar la vara.
En resumen, mientras en otros lados la cosa se estanca, aquí hay un motor que va a toda máquina. Para los que andan buscando una oportunidad, la recomendación es clara: púlase el inglés, actualice el currículum y échele un ojo a la bolsa de empleo que tienen (empleocode.com), porque hay puestos disponibles ya mismo. Ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Creen que el resto del país debería copiarle el modelo al Coyol para generar más bretes de calidad? ¿O es una burbuja que depende demasiado de la inversión extranjera? ¡Los leo, maes!
El epicentro de toda esta movida es Coyol Free Zone. Y no están buscando solo ingenieros de la NASA, ojo. La lista de puestos es bien variada. Necesitan desde operarios de manufactura, con o sin experiencia, para ensamblar y empacar, hasta técnicos que son unos cargas en mecánica de precisión, mantenimiento y electromecánica. También andan detrás de los cerebritos de la regulación, esos especialistas que se saben las reglas del juego de pe a pa para que todo cumpla con los estándares internacionales. Y por supuesto, necesitan a los que llevan la batuta: supervisores, planners y coordinadores para que la producción no se detenga. Es decir, hay para casi todos los gustos y niveles.
Ahora, aquí viene el volado importante. No todo es tener el cartón debajo del brazo. Las empresas de esta zona valoran un montón otras varas. Buscan gente con un compromiso con la calidad que sea casi una religión, que sigan las normas al pie de la letra y que entiendan la importancia de las buenas prácticas de manufactura. Y sí, maes, lo que ya todos sabemos: el bendito inglés. Diay, no hay quite. Si usted mastica el inglés, ya tiene medio camino recorrido para pegar un brete de estos. Es la llave que abre un montón de puertas en este sector, así que si lo tiene flojo, ya sabe cuál debería ser su próxima misión.
Y para que vean que la cosa no es paja, los números hablan solos. Este parque empresarial le da brete directo a casi 25,000 personas. ¡Qué nivel! Eso es casi la mitad de todo el empleo que genera el sector de dispositivos médicos en Tiquicia. Y un dato que me parece a cachete: el 55% de esos puestos son ocupados por mujeres. Además, no es que están esperando que el talento les caiga del cielo; tienen alianzas con un montón de municipalidades de la GAM para conectar a la gente de esas comunidades con las oportunidades que se están abriendo. De hecho, andan haciendo ferias de empleo y de todo para facilitar la vara.
En resumen, mientras en otros lados la cosa se estanca, aquí hay un motor que va a toda máquina. Para los que andan buscando una oportunidad, la recomendación es clara: púlase el inglés, actualice el currículum y échele un ojo a la bolsa de empleo que tienen (empleocode.com), porque hay puestos disponibles ya mismo. Ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Creen que el resto del país debería copiarle el modelo al Coyol para generar más bretes de calidad? ¿O es una burbuja que depende demasiado de la inversión extranjera? ¡Los leo, maes!