¡Ay, mi Dios! Al parecer, andamos todos al tanto del revuelo gordo allá en Estados Unidos, donde Starbucks anda cerrando unas 400 cafeterías. Uno piensa ‘¡Uy, nos va a tocar tomar café aguado otra vez!’ Pero tranquilos, parce, porque la onda es que eso no nos pega ni poquito acá en Costa Rica. Así que ya pueden ir preparándose para pedir su mochalate sin preocupaciones.
La verdad es que la noticia cayó como balde de agua fría pa’ muchos, especialmente pa’ los amantes del Starbucks que van buscando su dosis diaria de cafeína. Pero la empresa, moviéndose rápido como alma que lleva diablo, salió a aclarar que la reestructuración allá es una vainera totalmente separada de nuestras operaciones. Dicen que es un plan millonario pa’ cambiarle la cara a algunas tiendas, pero nada de eso llega hasta nuestras sucursales.
Y es que aquí tenemos un sistema diferente, ¿sí o no? Por acá, Starbucks no es manejado directamente por la corporación gringa. Somos franquicias, cada quien corriendo su brete, con nuestra propia administración y gallitos. Eso hace que estemos bastante desconectados de lo que pasa allá, aunque siempre estamos pendientes de las tendencias y novedades del mundo del café, obvio.
Según los encargados de Starbucks Costa Rica, explican que la administración americana es como si fuera un vecino lejano, que puede hacer lo que quiera en su casa, pero eso no afecta el funcionamiento del nuestro. Es como si tu tío abuelo tuviera problemas en Miami y tú sigues trabajando tranquilamente aquí en San José. No hay pierde, derecho?
Pero bueno, hablando de números, allá en Estados Unidos, la compañía parece estar haciendo ajustes importantes. Parece que algunos locales no estaban generando las ganancias esperadas, ni creando el ambiente que los clientes y empleados esperaban. Entonces, decidieron mandar algunas de esas tiendas al limbo, buscando mejorar la experiencia en otros puntos estratégicos. Remodelaciones, nuevos diseños, cosas así.
En Costa Rica, mientras tanto, el mercado del café de especialidad sigue creciendo a paso firme, con mucha competencia. Tenemos opciones pa’ todos los gustos, desde las cafeterías tradicionales hasta las modernas con baristas expertos. Eso obliga a todas las empresas a ponerse las pilas y ofrecer productos y servicios de calidad, pa’ no perder terreno frente a la competencia, ¿me entienden?
Ahora bien, este movimiento de Starbucks en Estados Unidos nos deja pensando… ¿Será que estamos preparados para enfrentar cambios similares en el futuro? ¿Podría haber alguna reestructuración en el mercado local debido a la creciente competencia o a factores económicos externos? Es algo que deberíamos estar monitoreando con atención, claro. Además, con la inflación pegándole duro a todos, el consumo seguro cambia, ¿verdad?
Así que ya saben, vamos a seguir disfrutando nuestro café tico sin preocupaciones. Starbucks se queda con nosotros, al menos por ahora. ¡Relájense y disfruten de esa cajita latte! Ahora me pregunto, ustedes creen que esta situación global de las cadenas de comida rápida podría influir en cómo se manejan los negocios pequeños y familiares en Costa Rica?
La verdad es que la noticia cayó como balde de agua fría pa’ muchos, especialmente pa’ los amantes del Starbucks que van buscando su dosis diaria de cafeína. Pero la empresa, moviéndose rápido como alma que lleva diablo, salió a aclarar que la reestructuración allá es una vainera totalmente separada de nuestras operaciones. Dicen que es un plan millonario pa’ cambiarle la cara a algunas tiendas, pero nada de eso llega hasta nuestras sucursales.
Y es que aquí tenemos un sistema diferente, ¿sí o no? Por acá, Starbucks no es manejado directamente por la corporación gringa. Somos franquicias, cada quien corriendo su brete, con nuestra propia administración y gallitos. Eso hace que estemos bastante desconectados de lo que pasa allá, aunque siempre estamos pendientes de las tendencias y novedades del mundo del café, obvio.
Según los encargados de Starbucks Costa Rica, explican que la administración americana es como si fuera un vecino lejano, que puede hacer lo que quiera en su casa, pero eso no afecta el funcionamiento del nuestro. Es como si tu tío abuelo tuviera problemas en Miami y tú sigues trabajando tranquilamente aquí en San José. No hay pierde, derecho?
Pero bueno, hablando de números, allá en Estados Unidos, la compañía parece estar haciendo ajustes importantes. Parece que algunos locales no estaban generando las ganancias esperadas, ni creando el ambiente que los clientes y empleados esperaban. Entonces, decidieron mandar algunas de esas tiendas al limbo, buscando mejorar la experiencia en otros puntos estratégicos. Remodelaciones, nuevos diseños, cosas así.
En Costa Rica, mientras tanto, el mercado del café de especialidad sigue creciendo a paso firme, con mucha competencia. Tenemos opciones pa’ todos los gustos, desde las cafeterías tradicionales hasta las modernas con baristas expertos. Eso obliga a todas las empresas a ponerse las pilas y ofrecer productos y servicios de calidad, pa’ no perder terreno frente a la competencia, ¿me entienden?
Ahora bien, este movimiento de Starbucks en Estados Unidos nos deja pensando… ¿Será que estamos preparados para enfrentar cambios similares en el futuro? ¿Podría haber alguna reestructuración en el mercado local debido a la creciente competencia o a factores económicos externos? Es algo que deberíamos estar monitoreando con atención, claro. Además, con la inflación pegándole duro a todos, el consumo seguro cambia, ¿verdad?
Así que ya saben, vamos a seguir disfrutando nuestro café tico sin preocupaciones. Starbucks se queda con nosotros, al menos por ahora. ¡Relájense y disfruten de esa cajita latte! Ahora me pregunto, ustedes creen que esta situación global de las cadenas de comida rápida podría influir en cómo se manejan los negocios pequeños y familiares en Costa Rica?
