¡Ay, Dios mío! Qué pesar, raza. La tranquilidad de Cieneguita, Limón, se vio sacudida por un hecho terrible este fin de semana. Un vecino, desesperado, terminó tomando una decisión drástica: dispararle a un perro para intentar salvar a un joven de 29 años que estaba siendo atacado. La cosa quedó así, con un joven fallecido y un dolor inmenso para su familia, y mucha controversia en el carreton.
Según fuentes cercanas y declaraciones de Dianixza Norman Gordon, hermana del fallecido Dexter Norman, la situación se desencadenó cuando el joven estaba caminando con un can, aparentemente conocido por la zona. De repente, el perro se abalanzó sobre él, y pese a los esfuerzos de varias personas para intervenir, el animal no soltaba a Dexter. La descripción que da la familia es escalofriante: ‘El perro no dejaba ni respirar al pobre’, comentan, casi sin poder creer lo que pasó.
Al parecer, el individuo, viendo la gravedad de la situación y la imposibilidad de separar al perro de su hermano, actuó por instinto. Sacó un arma de fuego y le disparó al animal. Una medida extrema, sí, pero justificada, según algunos, por la necesidad urgente de proteger una vida. El problema es que las cosas no terminaron ahí, ni mucho menos, porque el daño ya estaba hecho y la tragedia apenas comenzaba.
Dexter fue trasladado de urgencia al hospital, pero su condición era crítica. La familia, confundida y angustiada, recibió la llamada informándoles de un “accidente”. Al llegar, se encontraron con la dura realidad: su hijo, su hermano, estaba luchando por su vida tras sufrir una mordedura profunda en la yugular, provocándole una hemorragia severa. La sala de espera del hospital se convirtió en un mar de lágrimas y desesperación.
Las horas siguientes fueron agonizantes. Según relatan los familiares, Dexter sufrió tres paros cardíacos en el centro médico. Pese a los esfuerzos del personal sanitario, finalmente no lograron estabilizarlo y falleció. Una pérdida irreparable para toda la familia, especialmente para su madre, con quien vivía y a quien adoraba. Era un mae alegre, dicen todos, siempre dispuesto a echarle una mano y compartir una sonrisa.
Pero la historia no acaba ahí. Lo que más preocupa a la familia Norman es la identidad del dueño del perro y las razones detrás de su comportamiento agresivo. “No sabemos quién es el dueño, ni por qué ese perro andaba suelto. Nadie se ha acercado a explicarnos nada”, lamenta Dianixza. Agrega que el perro no era propiedad de Dexter ni de nadie cercano, sino que parecía pertenecer a algún conocido, aunque nadie sabe exactamente a quién. Esto ha generado muchas especulaciones y sospechas en la comunidad.
Las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) han abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Se busca identificar al dueño del animal, así como las circunstancias que llevaron al ataque. El cuerpo de Dexter fue enviado a la Medicatura Forense para realizar la autopsia correspondiente y obtener más información sobre las causas de su muerte. Mientras tanto, la comunidad de Cieneguita vive consternada por esta tragedia, reflexionando sobre la importancia de la responsabilidad ciudadana y el cuidado de las mascotas.
Este caso levanta muchísimas preguntas: ¿Cómo podemos prevenir ataques de perros en nuestras comunidades? ¿Deberían existir leyes más estrictas para regular la tenencia de animales potencialmente peligrosos? ¿Es justificable recurrir a la violencia para defenderse de un ataque, incluso si eso implica quitarle la vida a otro ser vivo? Déjenme saber qué piensan ustedes en el foro, ¡quiero leer sus opiniones!
Según fuentes cercanas y declaraciones de Dianixza Norman Gordon, hermana del fallecido Dexter Norman, la situación se desencadenó cuando el joven estaba caminando con un can, aparentemente conocido por la zona. De repente, el perro se abalanzó sobre él, y pese a los esfuerzos de varias personas para intervenir, el animal no soltaba a Dexter. La descripción que da la familia es escalofriante: ‘El perro no dejaba ni respirar al pobre’, comentan, casi sin poder creer lo que pasó.
Al parecer, el individuo, viendo la gravedad de la situación y la imposibilidad de separar al perro de su hermano, actuó por instinto. Sacó un arma de fuego y le disparó al animal. Una medida extrema, sí, pero justificada, según algunos, por la necesidad urgente de proteger una vida. El problema es que las cosas no terminaron ahí, ni mucho menos, porque el daño ya estaba hecho y la tragedia apenas comenzaba.
Dexter fue trasladado de urgencia al hospital, pero su condición era crítica. La familia, confundida y angustiada, recibió la llamada informándoles de un “accidente”. Al llegar, se encontraron con la dura realidad: su hijo, su hermano, estaba luchando por su vida tras sufrir una mordedura profunda en la yugular, provocándole una hemorragia severa. La sala de espera del hospital se convirtió en un mar de lágrimas y desesperación.
Las horas siguientes fueron agonizantes. Según relatan los familiares, Dexter sufrió tres paros cardíacos en el centro médico. Pese a los esfuerzos del personal sanitario, finalmente no lograron estabilizarlo y falleció. Una pérdida irreparable para toda la familia, especialmente para su madre, con quien vivía y a quien adoraba. Era un mae alegre, dicen todos, siempre dispuesto a echarle una mano y compartir una sonrisa.
Pero la historia no acaba ahí. Lo que más preocupa a la familia Norman es la identidad del dueño del perro y las razones detrás de su comportamiento agresivo. “No sabemos quién es el dueño, ni por qué ese perro andaba suelto. Nadie se ha acercado a explicarnos nada”, lamenta Dianixza. Agrega que el perro no era propiedad de Dexter ni de nadie cercano, sino que parecía pertenecer a algún conocido, aunque nadie sabe exactamente a quién. Esto ha generado muchas especulaciones y sospechas en la comunidad.
Las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) han abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Se busca identificar al dueño del animal, así como las circunstancias que llevaron al ataque. El cuerpo de Dexter fue enviado a la Medicatura Forense para realizar la autopsia correspondiente y obtener más información sobre las causas de su muerte. Mientras tanto, la comunidad de Cieneguita vive consternada por esta tragedia, reflexionando sobre la importancia de la responsabilidad ciudadana y el cuidado de las mascotas.
Este caso levanta muchísimas preguntas: ¿Cómo podemos prevenir ataques de perros en nuestras comunidades? ¿Deberían existir leyes más estrictas para regular la tenencia de animales potencialmente peligrosos? ¿Es justificable recurrir a la violencia para defenderse de un ataque, incluso si eso implica quitarle la vida a otro ser vivo? Déjenme saber qué piensan ustedes en el foro, ¡quiero leer sus opiniones!
