¡Ey, pura vida, mi gente del Foro! Aquí les habla su reportera favorita con un chamaco de alerta para todos los celulares y cuentas bancarias. Parece que la ciberdelincuencia anda tramando cosas turbias y hay que estar bien pechos porque, díganle a mis chinos, esto nos afecta a to’os.
La Fiscalía contra la Ciberdelincuencia mandó un mensaje clarito: revisen bien si tienen números de teléfono viejos, esos que ya olvidaron, todavía pegados a sus cuentas bancarias. Porque, créanme, no es un juego. Un descuido así puede costarle caro a cualquiera, literal. Imagínate, te vas al brete pensando todo tranquilo y de pronto alguien más está moviendo tus billetes.
¿Y cómo pasa esto, se preguntarán? Pues mira, cuando cambian de celular o dejan de usar un número, a veces dejamos que siga asociado a nuestra cuenta bancaria. Las compañías telefónicas, con el tiempo, asignan esos números a otras personas. Y ahí es donde empieza el problema, mi pana. Ese nuevo usuario, sin saberlo, podría tener acceso directo a tus transferencias a través del SINPE.
Lo peor es que este método, conocido como “SINPE mediante comando PASE”, es rapidísimo. El delincuente se mete al sistema, hace la transferencia y ¡zas!, el dinero se va antes de que te des cuenta. No es como robarte la cartera en la calle, esto es mucho más sigiloso y complicado de rastrear. Por eso, la Fiscalía ha pedido a la población que esté súper atenta.
Pero, ¿qué hacemos entonces? Lo primero, vamos a verificar cuáles son los números telefónicos que todavía están pegados a nuestras cuentas. Pregúntele a su banco, vaya a la página web, llame… lo que sea, pero averigüe. Segundo, deshágase de esos números viejos. Desactívenlos, desvinculénlos, háganles un favor y quitenlos de encima. De verdad, no cuesta nada y le puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
Y tercero, ojo avizor. Si nota alguna transferencia extraña en su cuenta, denuncie inmediatamente a su banco y a las autoridades competentes. No se quede callado pensando que es un error menor; mejor prevenir que lamentar. Recuerden que estos tipos no andan jugando, buscan aprovecharse de cualquier descuido nuestro para llenarse los bolsillos.
Esta alarma que nos da la Fiscalía no es cuento, mi raza. Nos toca ponernos las pilas y cuidar nuestros recursos financieros. Con tanta tecnología avanzando, los estafadores también se ponen creativos, así que hay que estar siempre alerta y actualizados. Este tipo de fraude es más común de lo que pensamos, y lo único que necesitamos es un poco de precaución para evitar caer en sus trampas. ¡No sean fáciles presas!
Ahora, cuéntenme: ¿Han revisado sus cuentas bancarias recientemente para asegurarse de que los números estén correctos? ¿Se sienten tranquilos con la seguridad de sus transacciones online o creen que deberíamos exigir medidas más estrictas a los bancos?
La Fiscalía contra la Ciberdelincuencia mandó un mensaje clarito: revisen bien si tienen números de teléfono viejos, esos que ya olvidaron, todavía pegados a sus cuentas bancarias. Porque, créanme, no es un juego. Un descuido así puede costarle caro a cualquiera, literal. Imagínate, te vas al brete pensando todo tranquilo y de pronto alguien más está moviendo tus billetes.
¿Y cómo pasa esto, se preguntarán? Pues mira, cuando cambian de celular o dejan de usar un número, a veces dejamos que siga asociado a nuestra cuenta bancaria. Las compañías telefónicas, con el tiempo, asignan esos números a otras personas. Y ahí es donde empieza el problema, mi pana. Ese nuevo usuario, sin saberlo, podría tener acceso directo a tus transferencias a través del SINPE.
Lo peor es que este método, conocido como “SINPE mediante comando PASE”, es rapidísimo. El delincuente se mete al sistema, hace la transferencia y ¡zas!, el dinero se va antes de que te des cuenta. No es como robarte la cartera en la calle, esto es mucho más sigiloso y complicado de rastrear. Por eso, la Fiscalía ha pedido a la población que esté súper atenta.
Pero, ¿qué hacemos entonces? Lo primero, vamos a verificar cuáles son los números telefónicos que todavía están pegados a nuestras cuentas. Pregúntele a su banco, vaya a la página web, llame… lo que sea, pero averigüe. Segundo, deshágase de esos números viejos. Desactívenlos, desvinculénlos, háganles un favor y quitenlos de encima. De verdad, no cuesta nada y le puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
Y tercero, ojo avizor. Si nota alguna transferencia extraña en su cuenta, denuncie inmediatamente a su banco y a las autoridades competentes. No se quede callado pensando que es un error menor; mejor prevenir que lamentar. Recuerden que estos tipos no andan jugando, buscan aprovecharse de cualquier descuido nuestro para llenarse los bolsillos.
Esta alarma que nos da la Fiscalía no es cuento, mi raza. Nos toca ponernos las pilas y cuidar nuestros recursos financieros. Con tanta tecnología avanzando, los estafadores también se ponen creativos, así que hay que estar siempre alerta y actualizados. Este tipo de fraude es más común de lo que pensamos, y lo único que necesitamos es un poco de precaución para evitar caer en sus trampas. ¡No sean fáciles presas!
Ahora, cuéntenme: ¿Han revisado sus cuentas bancarias recientemente para asegurarse de que los números estén correctos? ¿Se sienten tranquilos con la seguridad de sus transacciones online o creen que deberíamos exigir medidas más estrictas a los bancos?