¡Ay, Dios mío, qué tremenda movida! Resulta que la Cruz Roja hizo un esfuerzo sobrehumano para rescatar a dos personas en la zona más remota de Talamanca, allá en Alto Telire. Un caso de parturientas con complicaciones y otro de un señor mordido por una serpiente… ¡Como para armar un brete!
Telire, pa’ los que no saben, es un pueblito indígena en Limón, tan escondido que hasta Google Maps le tiene miedo. Imagínatelo: montañas empinadas, senderos malosísimos, ríos bravíos... ¡Un verdadero desafío pa’ cualquier ambulancia! Pero ahí va la Cruz Roja, pura gallardía, tratando de llegar a ayudar a quien lo necesita.
La cosa empezó el jueves en la noche, cuando recibieron el llamado de una señora de 25 años que estaba teniendo problemas graves después de dar a luz. Entre dolores y contracciones, se le complicó la placenta y sufrió una reacción alérgica que la puso colorao’. En medio de toda esa tensión, reciben la alerta de otro mae, apenas a dos kilómetros, que había recibido una picadura de víbora venenosa. ¡Imagínate el estrés del personal!
Y aquí viene lo más impresionante: durante el tratamiento inicial del señor mordido, ¡le aplicaron suero antiofídico directamente en el lugar del rescate, en medio de la montaña! Nunca antes se había hecho eso en Costa Rica, siempre esperaban a llevar al paciente al hospital. Esto es gracias a un convenio que tienen la Cruz Roja con el Instituto Clodomiro Picado de la UCR y el Ministerio de Salud – una colaboración que, diay, ha dado frutos.
Alejandro Molina, el coordinador operativo nacional de Cruz Roja, nos explicó cómo fue la faena: ‘Después de caminar horas por esos senderos peligrosos, cruzando ríos crecidos, finalmente pudimos abordar a la señora y al señor. Fue un trabajo duro, pero valió la pena verlos estables.’ Según él, tuvieron que movilizar refuerzos y equipamiento extra para poder administrar el suero y asegurar que ambos estuvieran fuera de peligro.
Lo increíble es que, además de los dos casos urgentes, ahora también están atendiendo a dos nenas con problemas respiratorios. Parece que la naturaleza andaba un poco trastrada en Telire estos últimos días. La Cruz Roja, sin embargo, sigue echándole ganas, demostrando que están comprometidos con la seguridad de todos los ticos, incluso los que viven en los lugares más apartados.
Finalmente, lograron coordinar un helicóptero para evacuar al señor, a la madre y al bebé a un centro médico donde recibirán la atención necesaria. Una escena digna de película, ¿verdad? Ver un helicóptero aterrizando en medio de la selva, salvando vidas... ¡Esto sí que es Costa Rica!
En fin, una historia que nos recuerda la importancia de tener servicios de emergencia eficientes y accesibles, y la valentía de los profesionales de la Cruz Roja. Pero me pregunto, ¿qué medidas podríamos tomar para prevenir estos accidentes en zonas remotas como Talamanca y garantizar la seguridad de sus habitantes?
Telire, pa’ los que no saben, es un pueblito indígena en Limón, tan escondido que hasta Google Maps le tiene miedo. Imagínatelo: montañas empinadas, senderos malosísimos, ríos bravíos... ¡Un verdadero desafío pa’ cualquier ambulancia! Pero ahí va la Cruz Roja, pura gallardía, tratando de llegar a ayudar a quien lo necesita.
La cosa empezó el jueves en la noche, cuando recibieron el llamado de una señora de 25 años que estaba teniendo problemas graves después de dar a luz. Entre dolores y contracciones, se le complicó la placenta y sufrió una reacción alérgica que la puso colorao’. En medio de toda esa tensión, reciben la alerta de otro mae, apenas a dos kilómetros, que había recibido una picadura de víbora venenosa. ¡Imagínate el estrés del personal!
Y aquí viene lo más impresionante: durante el tratamiento inicial del señor mordido, ¡le aplicaron suero antiofídico directamente en el lugar del rescate, en medio de la montaña! Nunca antes se había hecho eso en Costa Rica, siempre esperaban a llevar al paciente al hospital. Esto es gracias a un convenio que tienen la Cruz Roja con el Instituto Clodomiro Picado de la UCR y el Ministerio de Salud – una colaboración que, diay, ha dado frutos.
Alejandro Molina, el coordinador operativo nacional de Cruz Roja, nos explicó cómo fue la faena: ‘Después de caminar horas por esos senderos peligrosos, cruzando ríos crecidos, finalmente pudimos abordar a la señora y al señor. Fue un trabajo duro, pero valió la pena verlos estables.’ Según él, tuvieron que movilizar refuerzos y equipamiento extra para poder administrar el suero y asegurar que ambos estuvieran fuera de peligro.
Lo increíble es que, además de los dos casos urgentes, ahora también están atendiendo a dos nenas con problemas respiratorios. Parece que la naturaleza andaba un poco trastrada en Telire estos últimos días. La Cruz Roja, sin embargo, sigue echándole ganas, demostrando que están comprometidos con la seguridad de todos los ticos, incluso los que viven en los lugares más apartados.
Finalmente, lograron coordinar un helicóptero para evacuar al señor, a la madre y al bebé a un centro médico donde recibirán la atención necesaria. Una escena digna de película, ¿verdad? Ver un helicóptero aterrizando en medio de la selva, salvando vidas... ¡Esto sí que es Costa Rica!
En fin, una historia que nos recuerda la importancia de tener servicios de emergencia eficientes y accesibles, y la valentía de los profesionales de la Cruz Roja. Pero me pregunto, ¿qué medidas podríamos tomar para prevenir estos accidentes en zonas remotas como Talamanca y garantizar la seguridad de sus habitantes?