Carlos Gerardo Cantillo Álvarez, alcalde de la Municipalidad de Carrillo, en Guanacaste, dio ayer su versión de los hechos por los cuales la Contraloría General de la República le solicitó a la Fiscalía quitarle las credenciales e investigar por qué ocultó el ingreso de miles de millones de colones a sus cuentas y otras otras supuestas irregularidades:
Juzguen ustedes
1. “Ese dinero (los $11 millones) no era mío. Yo antes de ser alcalde era gerente financiero de la cadena de supermercados Supercompro y como tal estaba facultado para firmar en esas cuentas"
2. Pese a que es un contador experimentado dijo que cuando fue elegido alcalde, en diciembre de 2006, no sabía que debía hacer la declaración de bienes ante la Contraloría
3. Uno de los cuestionamientos que le hacen al alcalde es por haber ocultado en las declaraciones pertenecer a varias sociedades anónimas y sobre esto dijo que simplemente lo había olvidado.
“No recordaba. Se me había olvidado que pertenecía a ellas. Es como una camiseta que usted no usa y la esposa se la botó o la guarda, se le olvida que existe. Pero en realidad no están activas porque con las sociedades pasa que los amigos inscriben su nombre para rellenar campos y nada más. Esas sociedades nacieron muertas”, agregó.
3. Respecto a los certificados a plazo en el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, que según el informe no fueron declarados, comentó que hay mala fe de “alguien” que quiere hacer ver como que son suyos.
EL INFORME DE LA CONTRALORÍA
En la relación de hechos se indica que como todo empleado público, una vez nombrado tenía 15 días hábiles para hacer la declaración de bienes, sin embargo Cantillo se negó a hacerlo, por eso debió ser advertido por escrito y después sancionado por
no acatar esa directriz con una amonestación publicada en el Diario Oficial La Gaceta.
En total, sin ninguna explicación recibió ¢167 millones en sus cuentas corrientes. Pero ahí no acaba, en su declaración inicial dijo que era dueño de un certificado a plazo por ¢5 millones, emitido por el Banco Popular, sin embargo también mintió. Tenía cinco certificados más por un total de ¢66 millones.
La historia no termina. En el apartado de su declaración relacionado con la participación en sociedades anónimas el alcalde dijo “No tengo”, pero la Contraloría le presentó como pruebas a la Fiscalía certificaciones del Registro Público donde se indica que participa en cuatro, ya sea como tesorero, secretario o fiscal.
Lo que más deberá indagar el Organismo de Investigación Judicial es el punto 22 del documento que envía la Procuraduría: “Durante el periodo del 2005 al 2006, el señor Cantillo Álvarez realizó depósitos a su nombre y a terceras personas, en cuentas en el Banco de Costa Rica, por montos superiores a los $10 mil EUA para un total aproximado a los once millones seiscientos cincuenta y seis mil ochocientos setenta y nueve dólares ($11.656.879,30), transacciones que no fueron reportadas por el mencionado banco estatal a la Superintendencia General de Entidades Financieras, como exige la ley”.
En colones esas transacciones del alcalde sobrepasarían los ¢6 mil millones..gif)
Juzguen ustedes
1. “Ese dinero (los $11 millones) no era mío. Yo antes de ser alcalde era gerente financiero de la cadena de supermercados Supercompro y como tal estaba facultado para firmar en esas cuentas"
2. Pese a que es un contador experimentado dijo que cuando fue elegido alcalde, en diciembre de 2006, no sabía que debía hacer la declaración de bienes ante la Contraloría
3. Uno de los cuestionamientos que le hacen al alcalde es por haber ocultado en las declaraciones pertenecer a varias sociedades anónimas y sobre esto dijo que simplemente lo había olvidado.
“No recordaba. Se me había olvidado que pertenecía a ellas. Es como una camiseta que usted no usa y la esposa se la botó o la guarda, se le olvida que existe. Pero en realidad no están activas porque con las sociedades pasa que los amigos inscriben su nombre para rellenar campos y nada más. Esas sociedades nacieron muertas”, agregó.
3. Respecto a los certificados a plazo en el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, que según el informe no fueron declarados, comentó que hay mala fe de “alguien” que quiere hacer ver como que son suyos.
EL INFORME DE LA CONTRALORÍA
En la relación de hechos se indica que como todo empleado público, una vez nombrado tenía 15 días hábiles para hacer la declaración de bienes, sin embargo Cantillo se negó a hacerlo, por eso debió ser advertido por escrito y después sancionado por
no acatar esa directriz con una amonestación publicada en el Diario Oficial La Gaceta.
En total, sin ninguna explicación recibió ¢167 millones en sus cuentas corrientes. Pero ahí no acaba, en su declaración inicial dijo que era dueño de un certificado a plazo por ¢5 millones, emitido por el Banco Popular, sin embargo también mintió. Tenía cinco certificados más por un total de ¢66 millones.
La historia no termina. En el apartado de su declaración relacionado con la participación en sociedades anónimas el alcalde dijo “No tengo”, pero la Contraloría le presentó como pruebas a la Fiscalía certificaciones del Registro Público donde se indica que participa en cuatro, ya sea como tesorero, secretario o fiscal.
Lo que más deberá indagar el Organismo de Investigación Judicial es el punto 22 del documento que envía la Procuraduría: “Durante el periodo del 2005 al 2006, el señor Cantillo Álvarez realizó depósitos a su nombre y a terceras personas, en cuentas en el Banco de Costa Rica, por montos superiores a los $10 mil EUA para un total aproximado a los once millones seiscientos cincuenta y seis mil ochocientos setenta y nueve dólares ($11.656.879,30), transacciones que no fueron reportadas por el mencionado banco estatal a la Superintendencia General de Entidades Financieras, como exige la ley”.
En colones esas transacciones del alcalde sobrepasarían los ¢6 mil millones.
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