¡Aguante, pura vida! Las exportaciones de bienes en Costa Rica le dieron un buen brinco, creciendo un 16% entre enero y agosto de este año, según nos cuentan desde el Ministerio de Comercio Exterior (Comex). Esto significa que metimos unos $2.123 millones extra, llegando a un total de $15.036 millones. ¡No es broma, el negocio está rodando!
Si nos ponemos a ver bien las cosas, el sector de equipos de precisión y médico sigue siendo el rey, tanto en la tajada de pastel que se lleva (casi la mitad, un 48%) como en el ritmo al que crece (33%). ¿Se imaginan cómo está esto impactando la economía familiar? Porque eso sí, a nosotros nos toca aprovecharlo.
Después le sigue el sector agrícola, con un 17% de participación y un crecimiento modesto, aunque constante, del 3%. Ahí es donde entra nuestro café oro, las frutas congeladas y la piña – esos chunches que hacen sentir orgullosos a todos los ticos. Se nota que estamos haciendo bien las cosas con estos productos, cuídalos pues, que son nuestra joya.
Y ni hablar de la industria alimentaria, que pese a tener una participación menor (12%), también contribuyó con un 2% de crecimiento. Pero miren, ahí va la clave: el sector químico-farmacéutico y el de electrodomésticos y electrónica, aunque sean los más pequeños, les están dando candela, creciendo un 14% y 8% respectivamente. Eso demuestra que hay potencial en muchos bretes, si le echamos ganas.
Algunos productos brillaron particularmente: dispositivos médicos, encabezando la lista con $1.814 millones; el café oro, que sigue demostrando su valor con $120 millones; jugos y concentrados de frutas ($56 millones); el oro en bruto ($56 millones), antisueros, manufacturas de metal precioso, cables eléctricos y hasta la piña, sumando $24 millones. ¡Una canasta variada que refleja la capacidad productiva del país!
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. En cuanto a dónde vamos vendiendo estas maravillas, América del Norte se mantiene como el mercado principal, creciendo un 21% y absorbiendo casi la mitad de nuestras exportaciones (51%). Europa, nuestra segunda opción, subió un 17%. América Central, asiáticos y caribeños también mostraron dinamismo, pero América del Sur… ahí tenemos que ponerle más atención, porque bajó un 5%. Un poquito de sal en esa área.
Países como Estados Unidos y Alemania siguen queriendo nuestros agujas y catéteres, además de ese café oro que los tiene enganchados. Los centroamericanos aman los antisueros y los tubos de hierro, mientras que en Asia, también quieren esas agujas y prótesis médicas, así que seguimos diversificando y apostando por productos de alto valor agregado. Verdad que esto da esperanzas?
Bueno, chinate. Con todas estas estadísticas y números que hemos visto, me pregunto... ¿qué estrategias creen que deberíamos implementar para fortalecer aún más nuestras exportaciones a América del Sur y evitar que sigamos viendo esa pequeña contracción? Déjenme sus ideas en el foro, ¡queremos saber qué piensan ustedes!
Si nos ponemos a ver bien las cosas, el sector de equipos de precisión y médico sigue siendo el rey, tanto en la tajada de pastel que se lleva (casi la mitad, un 48%) como en el ritmo al que crece (33%). ¿Se imaginan cómo está esto impactando la economía familiar? Porque eso sí, a nosotros nos toca aprovecharlo.
Después le sigue el sector agrícola, con un 17% de participación y un crecimiento modesto, aunque constante, del 3%. Ahí es donde entra nuestro café oro, las frutas congeladas y la piña – esos chunches que hacen sentir orgullosos a todos los ticos. Se nota que estamos haciendo bien las cosas con estos productos, cuídalos pues, que son nuestra joya.
Y ni hablar de la industria alimentaria, que pese a tener una participación menor (12%), también contribuyó con un 2% de crecimiento. Pero miren, ahí va la clave: el sector químico-farmacéutico y el de electrodomésticos y electrónica, aunque sean los más pequeños, les están dando candela, creciendo un 14% y 8% respectivamente. Eso demuestra que hay potencial en muchos bretes, si le echamos ganas.
Algunos productos brillaron particularmente: dispositivos médicos, encabezando la lista con $1.814 millones; el café oro, que sigue demostrando su valor con $120 millones; jugos y concentrados de frutas ($56 millones); el oro en bruto ($56 millones), antisueros, manufacturas de metal precioso, cables eléctricos y hasta la piña, sumando $24 millones. ¡Una canasta variada que refleja la capacidad productiva del país!
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. En cuanto a dónde vamos vendiendo estas maravillas, América del Norte se mantiene como el mercado principal, creciendo un 21% y absorbiendo casi la mitad de nuestras exportaciones (51%). Europa, nuestra segunda opción, subió un 17%. América Central, asiáticos y caribeños también mostraron dinamismo, pero América del Sur… ahí tenemos que ponerle más atención, porque bajó un 5%. Un poquito de sal en esa área.
Países como Estados Unidos y Alemania siguen queriendo nuestros agujas y catéteres, además de ese café oro que los tiene enganchados. Los centroamericanos aman los antisueros y los tubos de hierro, mientras que en Asia, también quieren esas agujas y prótesis médicas, así que seguimos diversificando y apostando por productos de alto valor agregado. Verdad que esto da esperanzas?
Bueno, chinate. Con todas estas estadísticas y números que hemos visto, me pregunto... ¿qué estrategias creen que deberíamos implementar para fortalecer aún más nuestras exportaciones a América del Sur y evitar que sigamos viendo esa pequeña contracción? Déjenme sus ideas en el foro, ¡queremos saber qué piensan ustedes!