¡Ay, qué pena! La política nacional amaneció con una noticia amarga: falleció Víctor Emilio Láscarez, exdiputado del PLN. Un tipo que, aunque no estuvo mucho tiempo en la Asamblea, dejó claro que tenía maicito y quería hacer las cosas bien. Rodrigo Arias, el presidente de la Asamblea, ya mandó sus condolencias, diciendo que era un ‘querido amigo’… bueno, esos sí que le meten ganas a las palabras, ¿verdad?
Para los que no lo recuerdan bien, Láscarez ocupó la banca de diputada entre 2009 y 2010. Se hizo espacio ahí luego que Ofelia Taitelbaum se fuera a defender a los ciudadanos como Defensora de los Habitantes. ¡Qué vara la de Doña Ofelia! Una pionera en estos asuntos. Don Víctor, entonces, agarró el brete y trató de seguirle el rollo.
Pero no fue solo eso. Antes de meterse en la política activa, don Víctor fue cónsul de Costa Rica en Nicaragua. Ahí anduvo haciendo chambitas diplomáticas, buscando fortalecer los lazos con nuestros hermanos nicaragüenses. Sin embargo, en 2008, el gobierno de Óscar Arias le pidió la renuncia. Algunos dicen que por diferencias políticas, otros que porque no encajaba con el ambiente… vaya, esas son las cosas de la política, siempre hay alguien buscando atajar a otro.
A pesar de ese episodio, Arias resaltó su compromiso con las causas sociales, especialmente con la defensa de los trabajadores y la lucha por una vivienda digna. 'Fue, ante todo, un hombre comprometido', dice el presidente de la Asamblea. Y no es mentira, varios compañeros de partido recuerdan cómo siempre estaba dispuesto a echarse una mano a quien lo necesitaba. Un tipo humilde, sin pretensiones, eso sí que se aprecia en estos tiempos.
En los primeros años de esta administración legislativa, Arias cuenta, tuvo “el privilegio” de recibir su asesoría. ¡Privilegio!, dicen... yo creo que eso significa que don Víctor era un buen consejero, una persona sabia que sabía lo que hacía. De seguro le echaba ojo a las cosas y le decía las cosas como eran, sin pelos en la lengua. Eso vale oro en este país, créame usted.
Más allá de los cargos públicos que ostentó, don Víctor Láscarez deja una imagen de persona íntegra, honesta y solidaria. No era de esos políticos que buscan la fama ni el poder a toda costa. Su motivación parecía genuina, un deseo sincero de mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas. ¡Qué carga ser político hoy en día! Tener que lidiar con tanta envidia y resentimiento…
Ahora, el Partido Liberación Nacional ha expresado su duelo por la partida de uno de sus miembros. Prometen honrar su memoria trabajando por los ideales que él defendió. Esperemos que así sea, porque ya estamos cansados de ver promesas vacías en la política. A veces dan ganas de decir: ¡qué torta! Pero hay que mantener la esperanza, ¿no?
Sin embargo, me queda una inquietud que quiero compartir con ustedes, mis queridos lectores del Foro. Con tantos personajes de la política nacional dejando el escenario, ¿cree usted que estamos perdiendo figuras clave que realmente representan los intereses del pueblo o simplemente se van aquellos que no se adaptan al juego actual? ¿Será que necesitamos renovar por completo nuestra clase política o podemos rescatar algunos valores del pasado para construir un futuro mejor?”,
Para los que no lo recuerdan bien, Láscarez ocupó la banca de diputada entre 2009 y 2010. Se hizo espacio ahí luego que Ofelia Taitelbaum se fuera a defender a los ciudadanos como Defensora de los Habitantes. ¡Qué vara la de Doña Ofelia! Una pionera en estos asuntos. Don Víctor, entonces, agarró el brete y trató de seguirle el rollo.
Pero no fue solo eso. Antes de meterse en la política activa, don Víctor fue cónsul de Costa Rica en Nicaragua. Ahí anduvo haciendo chambitas diplomáticas, buscando fortalecer los lazos con nuestros hermanos nicaragüenses. Sin embargo, en 2008, el gobierno de Óscar Arias le pidió la renuncia. Algunos dicen que por diferencias políticas, otros que porque no encajaba con el ambiente… vaya, esas son las cosas de la política, siempre hay alguien buscando atajar a otro.
A pesar de ese episodio, Arias resaltó su compromiso con las causas sociales, especialmente con la defensa de los trabajadores y la lucha por una vivienda digna. 'Fue, ante todo, un hombre comprometido', dice el presidente de la Asamblea. Y no es mentira, varios compañeros de partido recuerdan cómo siempre estaba dispuesto a echarse una mano a quien lo necesitaba. Un tipo humilde, sin pretensiones, eso sí que se aprecia en estos tiempos.
En los primeros años de esta administración legislativa, Arias cuenta, tuvo “el privilegio” de recibir su asesoría. ¡Privilegio!, dicen... yo creo que eso significa que don Víctor era un buen consejero, una persona sabia que sabía lo que hacía. De seguro le echaba ojo a las cosas y le decía las cosas como eran, sin pelos en la lengua. Eso vale oro en este país, créame usted.
Más allá de los cargos públicos que ostentó, don Víctor Láscarez deja una imagen de persona íntegra, honesta y solidaria. No era de esos políticos que buscan la fama ni el poder a toda costa. Su motivación parecía genuina, un deseo sincero de mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas. ¡Qué carga ser político hoy en día! Tener que lidiar con tanta envidia y resentimiento…
Ahora, el Partido Liberación Nacional ha expresado su duelo por la partida de uno de sus miembros. Prometen honrar su memoria trabajando por los ideales que él defendió. Esperemos que así sea, porque ya estamos cansados de ver promesas vacías en la política. A veces dan ganas de decir: ¡qué torta! Pero hay que mantener la esperanza, ¿no?
Sin embargo, me queda una inquietud que quiero compartir con ustedes, mis queridos lectores del Foro. Con tantos personajes de la política nacional dejando el escenario, ¿cree usted que estamos perdiendo figuras clave que realmente representan los intereses del pueblo o simplemente se van aquellos que no se adaptan al juego actual? ¿Será que necesitamos renovar por completo nuestra clase política o podemos rescatar algunos valores del pasado para construir un futuro mejor?”,
