¡Aguante! Así mismo, pues, parece que vamos a tener un respiro en medio del tráfico capitalino. El MOPT anunció ayer que la restricción vehicular le va a dar un merecido asueto de dos semanitas en la Gran Área Metropolitana. Esto significa que, por fin, nos podremos mover un poquito más tranquilos entre el 19 de diciembre y el 5 de enero, justo cuando la mayoría estamos pensando en hacer planes navideños y aprovechar la temporada.
Vamos por partes, porque esto tiene sus tecnicismos. Resulta que la medida busca aliviar un poco la congestión vehicular producto de la disminución de actividad tanto en el sector público como en parte del sector privado. Ya saben, mucha gente aprovecha para irse al pueblo, a la playa, a buscar aire fresco… y eso deja las calles de San José con menos carros de lo normal. El gobierno argumenta que quieren facilitarnos un poco la vida a quienes sí nos quedamos en la capital disfrutando de las fiestas y visitando nuestros rincones favoritos, como La Sabana, los museos o hasta echar unas macetas en el Multiplaza.
Ahora, no crean que van a poder circular impunemente. Aunque la restricción esté pausada, el ojo avizor de las autoridades estará puesto. Van a mantener los controles a rajatabla, así que prepárense para verlos vigilando el estacionamiento ilegal, el respeto a las señales de tránsito y, sobre todo, si alguien anda manejando bajo los efectos del alcohol. Las fiestas de Zapote, ya lo saben, son terreno fértil para esas cosas, y ellos no andarán jugando. Un consejo: si van a ir por ahí, designen un conductor sobrio, ¡porfa!
Volviendo al tema de la restricción, para los despistados, a partir del lunes 5 de enero, todo vuelve a la normalidad. Es decir, vuelven a regir las reglas establecidas: los lunes no circulan las placas terminadas en 1 y 2, martes para las 3 y 4, miércoles para las 5 y 6, jueves para las 7 y 8, y los viernes para las 9 y el cero. Los fines de semana, como siempre, libre albedrío. No hay excusas para llegar tarde al brete, ¡organícense!
Muchos se preguntan, ¿por qué justo ahora? Bueno, aparte del flujo turístico hacia otras zonas del país, también se toma en cuenta que muchas empresas reducen su personal o incluso cierran por vacaciones. Esto contribuye a disminuir el número de vehículos en circulación, haciendo la medida más efectiva. Además, la poca plata que tenemos, pues hay que optimizarla, y evitar quemar gasolina innecesariamente es un buen comienzo.
Algunos expertos comentan que esta pausa podría servir para analizar cómo impacta realmente la restricción vehicular en la calidad del aire y la movilidad en la capital. Quizás, dicen, podrían plantearse alternativas más eficientes a largo plazo, en lugar de depender únicamente de la restricción por placas. Pero bueno, eso ya es otra vaina y asunto para otro día. Por ahora, lo importante es disfrutar de estos días de relativa tranquilidad en las carreteras.
Claro que esta noticia llega en un momento peculiar, precisamente cuando se discuten otros temas de transporte público que generaban controversia. Se habla del posible aumento de tarifas en buses, de la necesidad de mejorar la infraestructura del tren eléctrico y de la importancia de promover el uso de bicicletas. Todo esto pinta un panorama complejo y desafiante para el futuro de la movilidad en Costa Rica. Uno se pregunta si esta pausa en la restricción servirá para darle un impulso a soluciones más integrales y sostenibles, o si simplemente será una medida temporal sin impacto real a largo plazo.
Así que, mientras esperamos que vuelva la rutina –porque sabemos que eventualmente tendrá que hacerlo–, les pregunto a ustedes: ¿creen que esta pausa en la restricción vehicular traerá cambios significativos en la forma en que nos movemos por la GAM? ¿O simplemente será un respiro pasajero antes de volver a la pesadilla del tráfico? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan mis panas!
Vamos por partes, porque esto tiene sus tecnicismos. Resulta que la medida busca aliviar un poco la congestión vehicular producto de la disminución de actividad tanto en el sector público como en parte del sector privado. Ya saben, mucha gente aprovecha para irse al pueblo, a la playa, a buscar aire fresco… y eso deja las calles de San José con menos carros de lo normal. El gobierno argumenta que quieren facilitarnos un poco la vida a quienes sí nos quedamos en la capital disfrutando de las fiestas y visitando nuestros rincones favoritos, como La Sabana, los museos o hasta echar unas macetas en el Multiplaza.
Ahora, no crean que van a poder circular impunemente. Aunque la restricción esté pausada, el ojo avizor de las autoridades estará puesto. Van a mantener los controles a rajatabla, así que prepárense para verlos vigilando el estacionamiento ilegal, el respeto a las señales de tránsito y, sobre todo, si alguien anda manejando bajo los efectos del alcohol. Las fiestas de Zapote, ya lo saben, son terreno fértil para esas cosas, y ellos no andarán jugando. Un consejo: si van a ir por ahí, designen un conductor sobrio, ¡porfa!
Volviendo al tema de la restricción, para los despistados, a partir del lunes 5 de enero, todo vuelve a la normalidad. Es decir, vuelven a regir las reglas establecidas: los lunes no circulan las placas terminadas en 1 y 2, martes para las 3 y 4, miércoles para las 5 y 6, jueves para las 7 y 8, y los viernes para las 9 y el cero. Los fines de semana, como siempre, libre albedrío. No hay excusas para llegar tarde al brete, ¡organícense!
Muchos se preguntan, ¿por qué justo ahora? Bueno, aparte del flujo turístico hacia otras zonas del país, también se toma en cuenta que muchas empresas reducen su personal o incluso cierran por vacaciones. Esto contribuye a disminuir el número de vehículos en circulación, haciendo la medida más efectiva. Además, la poca plata que tenemos, pues hay que optimizarla, y evitar quemar gasolina innecesariamente es un buen comienzo.
Algunos expertos comentan que esta pausa podría servir para analizar cómo impacta realmente la restricción vehicular en la calidad del aire y la movilidad en la capital. Quizás, dicen, podrían plantearse alternativas más eficientes a largo plazo, en lugar de depender únicamente de la restricción por placas. Pero bueno, eso ya es otra vaina y asunto para otro día. Por ahora, lo importante es disfrutar de estos días de relativa tranquilidad en las carreteras.
Claro que esta noticia llega en un momento peculiar, precisamente cuando se discuten otros temas de transporte público que generaban controversia. Se habla del posible aumento de tarifas en buses, de la necesidad de mejorar la infraestructura del tren eléctrico y de la importancia de promover el uso de bicicletas. Todo esto pinta un panorama complejo y desafiante para el futuro de la movilidad en Costa Rica. Uno se pregunta si esta pausa en la restricción servirá para darle un impulso a soluciones más integrales y sostenibles, o si simplemente será una medida temporal sin impacto real a largo plazo.
Así que, mientras esperamos que vuelva la rutina –porque sabemos que eventualmente tendrá que hacerlo–, les pregunto a ustedes: ¿creen que esta pausa en la restricción vehicular traerá cambios significativos en la forma en que nos movemos por la GAM? ¿O simplemente será un respiro pasajero antes de volver a la pesadilla del tráfico? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan mis panas!
