¡Ay, Dios mío! A poco más de cuatro meses de las Elecciones Nacionales 2026, la papeleta presidencial parece que nunca va a terminar. Ya estamos en 19 aspirantes, ¡una verdadera torta! Entre tanto candidato, uno piensa: ¿quién le va a ganar a tanta gente? Con tantos nombres, hasta el sapo se confunde.
Como bien nos recordaba el TSE, el plazo para inscribirse sigue abierto hasta octubre. Eso explica por qué seguimos viendo nuevas caras y viejos conocidos buscando meterse en la contienda. La verdad, uno ya ni sabe quién quiere ser presidente. ¡Parece rifa!
Y ojo, porque no todos son novatos. Tenemos exfuncionarios del gobierno anterior, diputados quemados, exlegisladores con ganas de revancha, y hasta una exprimera dama metiéndose en el brete. Claramente, algunos buscan redimirse después de experiencias pasadas. Uno se pregunta si realmente han aprendido la lección o si van con la misma actitud de siempre.
Las candidatas no se quedan atrás. Tenemos a Natalia Díaz Quintana, representando a Unidos Podemos; Laura Fernández Delgado con Pueblo Soberano; Luz Mary Alpízar Loaiza por el PPSD; Claudia Dobles Camargo respaldada por Agenda Ciudadana; y Ana Virginia Calzada Miranda por el PCDS. ¡Una mezcla interesante de talentos! Veremos si logran destacar en medio de tanta competencia masculina.
Si revisamos la lista completa, encontramos desde Álvaro Ramos Chaves, quien recordemos tuvo problemas con el CCSS, hasta Fabricio Alvarado, que ya ha intentado llegar a la presidencia varias veces. Luego tenemos a Ariel Robles, Fernando Zamora, Luis Amador, Claudio Alpízar, José Aguilar, Eliércer Feinzaig… ¡ufff!, la lista es larguísima. Parece que todos quieren darle su palo a la silla de Carcelén.
Lo que sí llama la atención es la diversidad ideológica. Tenemos representantes desde la derecha conservadora hasta la izquierda más radical, pasando por opciones centristas y movimientos nuevos. Esto podría traducirse en un debate político bastante animado, aunque también podría derivar en un estancamiento, ya que encontrar puntos en común puede ser complicado.
Ahora, hablando de temas más prácticos, el arranque de la campaña electoral está programado para el 1 de octubre, y las votaciones serán el 1 de febrero de 2026. Tiempo suficiente para que los candidatos den a conocer sus propuestas y tratar de convencer al electorado. Pero con esta cantidad de aspirantes, será difícil que todos tengan el mismo espacio en los medios y en las conversaciones públicas. ¿Será que alguno se queda en el olvido?
Con tantas opciones en la boleta, uno se pregunta: ¿cuál es el factor determinante para elegir al próximo presidente? ¿La experiencia política, las propuestas económicas, la personalidad, o simplemente el apellido? ¡Compas del Foro, díganme ustedes! ¿Cuál creen que será el caballo ganador en esta carrera tan larga y complicada?
Como bien nos recordaba el TSE, el plazo para inscribirse sigue abierto hasta octubre. Eso explica por qué seguimos viendo nuevas caras y viejos conocidos buscando meterse en la contienda. La verdad, uno ya ni sabe quién quiere ser presidente. ¡Parece rifa!
Y ojo, porque no todos son novatos. Tenemos exfuncionarios del gobierno anterior, diputados quemados, exlegisladores con ganas de revancha, y hasta una exprimera dama metiéndose en el brete. Claramente, algunos buscan redimirse después de experiencias pasadas. Uno se pregunta si realmente han aprendido la lección o si van con la misma actitud de siempre.
Las candidatas no se quedan atrás. Tenemos a Natalia Díaz Quintana, representando a Unidos Podemos; Laura Fernández Delgado con Pueblo Soberano; Luz Mary Alpízar Loaiza por el PPSD; Claudia Dobles Camargo respaldada por Agenda Ciudadana; y Ana Virginia Calzada Miranda por el PCDS. ¡Una mezcla interesante de talentos! Veremos si logran destacar en medio de tanta competencia masculina.
Si revisamos la lista completa, encontramos desde Álvaro Ramos Chaves, quien recordemos tuvo problemas con el CCSS, hasta Fabricio Alvarado, que ya ha intentado llegar a la presidencia varias veces. Luego tenemos a Ariel Robles, Fernando Zamora, Luis Amador, Claudio Alpízar, José Aguilar, Eliércer Feinzaig… ¡ufff!, la lista es larguísima. Parece que todos quieren darle su palo a la silla de Carcelén.
Lo que sí llama la atención es la diversidad ideológica. Tenemos representantes desde la derecha conservadora hasta la izquierda más radical, pasando por opciones centristas y movimientos nuevos. Esto podría traducirse en un debate político bastante animado, aunque también podría derivar en un estancamiento, ya que encontrar puntos en común puede ser complicado.
Ahora, hablando de temas más prácticos, el arranque de la campaña electoral está programado para el 1 de octubre, y las votaciones serán el 1 de febrero de 2026. Tiempo suficiente para que los candidatos den a conocer sus propuestas y tratar de convencer al electorado. Pero con esta cantidad de aspirantes, será difícil que todos tengan el mismo espacio en los medios y en las conversaciones públicas. ¿Será que alguno se queda en el olvido?
Con tantas opciones en la boleta, uno se pregunta: ¿cuál es el factor determinante para elegir al próximo presidente? ¿La experiencia política, las propuestas económicas, la personalidad, o simplemente el apellido? ¡Compas del Foro, díganme ustedes! ¿Cuál creen que será el caballo ganador en esta carrera tan larga y complicada?