¡Ay, Dios mío! Parece que San Pedro anda de malas estas semanas. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) soltó la bomba ayer: prepárense porque vamos a estar empapados como sardinas, con lluvias intensas que se van a sentir en to’ lados del país. Ya saben cómo es esto, cuando el clima se pone así, hay que agarrarle la mosca.
Según los expertos, la cosa se va a poner fea a partir de este miércoles. No es que vaya a llover poquito, eh. Estamos hablando de aguaceros fuertes y frecuentes, acompañados de viento y, para colmo, ¡rayos y truenos! La combinación de factores atmosféricos es la culpable: humedad en el aire que da escalofríos, una vaguada bien picota, la zona de convergencia intertropical haciendo de las suyas y, como si fuera poco, la llegada de la onda tropical número 31, que viene con toda la intención de refrescarnos... aunque parezca que quiere ahogarnos, diay.
Esta onda tropical, que se espera llegue durante el fin de semana, le va a dar un buen empujón a las lluvias, especialmente en el Pacífico, el Valle Central y la Zona Norte. Ahí es donde la cosa se va a poner más complicada, con mayores acumulados de agua en tiempos récord. Imagínense el tráfico, ¡qué torta! Pero no solo eso, también aumenta el riesgo de emergencias en nuestras comunidades, así que hay que estar alertas y preparados.
Y ni hablar de la actividad eléctrica. Con tanta agua, los rayos se van a hacer presentes, y ahí hay que tener cuidado redoblado. Las autoridades de Gestión de Emergencias ya lanzaron la voz: extremen precauciones. Inundaciones en zonas bajas, deslizamientos en montañas… la lista de posibles problemas es larga, y nadie quiere verse envuelto en eso. Mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí.
¿Y qué podemos hacer nosotros, la gente de a pie? Pues básicamente, mantenernos informados. Escuchen la radio, revisen las redes sociales del IMN, presten atención a las noticias. No sean confiados, parce. Segundo, eviten cruzar ríos crecidos, aunque estén acostumbrados. La corriente puede ser más fuerte de lo que parece, y no vale la pena arriesgarse. Tercero, y quizás lo más importante, tengan un plan de emergencia familiar. Sepan dónde evacuar si es necesario, tengan un kit básico listo con agua, comida, linterna y pilas. Una vara sencilla, pero que puede salvarles la vida.
Además, recuerden que estos fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. No es broma, la cosa está seria. Hay que tomar conciencia y empezar a hacer cambios en nuestro estilo de vida para reducir nuestra huella de carbono. No solo por nosotros, sino por las futuras generaciones. Si seguimos igual, ¡nos vamos a ver afectados cada vez más!
Ahora, hablemos de soluciones prácticas. ¿Han visto cómo algunos vecinos siguen tirando basura en los ríos y quebradas? ¡Qué barbaridad! Eso empeora la situación, porque obstruye el cauce del agua y provoca inundaciones más rápidas. Necesitamos más educación ambiental y más control por parte de las autoridades. También sería bueno invertir en sistemas de drenaje más eficientes y en obras de protección contra deslizamientos en las zonas más vulnerables. Un brete grande, pero indispensable para garantizar nuestra seguridad.
En fin, paisanos, agárrense que vienen cosas fuertes. Mantengamos la calma, sigamos las indicaciones de las autoridades y, sobre todo, ayudémonos unos a otros. Porque al final del día, somos todos costa ricans y tenemos que enfrentar estos desafíos juntos. Ahora me pregunto, ¿creen que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para sancionar a quienes contaminan nuestros ríos y quebradas, o consideran que la educación ambiental es suficiente para cambiar esta cultura?
Según los expertos, la cosa se va a poner fea a partir de este miércoles. No es que vaya a llover poquito, eh. Estamos hablando de aguaceros fuertes y frecuentes, acompañados de viento y, para colmo, ¡rayos y truenos! La combinación de factores atmosféricos es la culpable: humedad en el aire que da escalofríos, una vaguada bien picota, la zona de convergencia intertropical haciendo de las suyas y, como si fuera poco, la llegada de la onda tropical número 31, que viene con toda la intención de refrescarnos... aunque parezca que quiere ahogarnos, diay.
Esta onda tropical, que se espera llegue durante el fin de semana, le va a dar un buen empujón a las lluvias, especialmente en el Pacífico, el Valle Central y la Zona Norte. Ahí es donde la cosa se va a poner más complicada, con mayores acumulados de agua en tiempos récord. Imagínense el tráfico, ¡qué torta! Pero no solo eso, también aumenta el riesgo de emergencias en nuestras comunidades, así que hay que estar alertas y preparados.
Y ni hablar de la actividad eléctrica. Con tanta agua, los rayos se van a hacer presentes, y ahí hay que tener cuidado redoblado. Las autoridades de Gestión de Emergencias ya lanzaron la voz: extremen precauciones. Inundaciones en zonas bajas, deslizamientos en montañas… la lista de posibles problemas es larga, y nadie quiere verse envuelto en eso. Mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí.
¿Y qué podemos hacer nosotros, la gente de a pie? Pues básicamente, mantenernos informados. Escuchen la radio, revisen las redes sociales del IMN, presten atención a las noticias. No sean confiados, parce. Segundo, eviten cruzar ríos crecidos, aunque estén acostumbrados. La corriente puede ser más fuerte de lo que parece, y no vale la pena arriesgarse. Tercero, y quizás lo más importante, tengan un plan de emergencia familiar. Sepan dónde evacuar si es necesario, tengan un kit básico listo con agua, comida, linterna y pilas. Una vara sencilla, pero que puede salvarles la vida.
Además, recuerden que estos fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. No es broma, la cosa está seria. Hay que tomar conciencia y empezar a hacer cambios en nuestro estilo de vida para reducir nuestra huella de carbono. No solo por nosotros, sino por las futuras generaciones. Si seguimos igual, ¡nos vamos a ver afectados cada vez más!
Ahora, hablemos de soluciones prácticas. ¿Han visto cómo algunos vecinos siguen tirando basura en los ríos y quebradas? ¡Qué barbaridad! Eso empeora la situación, porque obstruye el cauce del agua y provoca inundaciones más rápidas. Necesitamos más educación ambiental y más control por parte de las autoridades. También sería bueno invertir en sistemas de drenaje más eficientes y en obras de protección contra deslizamientos en las zonas más vulnerables. Un brete grande, pero indispensable para garantizar nuestra seguridad.
En fin, paisanos, agárrense que vienen cosas fuertes. Mantengamos la calma, sigamos las indicaciones de las autoridades y, sobre todo, ayudémonos unos a otros. Porque al final del día, somos todos costa ricans y tenemos que enfrentar estos desafíos juntos. Ahora me pregunto, ¿creen que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para sancionar a quienes contaminan nuestros ríos y quebradas, o consideran que la educación ambiental es suficiente para cambiar esta cultura?
