¡Qué barbaridad, pura chamba pa’l bolsillo! Después de tanto sudor, parece que el dólar quiere bajar un tantito. Analistas financieros anda diciendo que en diciembre podríamos ver el tipo de cambio cerca de los ¢500, ¡una alegría pa’ todos los que trabajamos duro!
Pero ojo, no nos pongamos a celebrar demasiado rápido. Verás, esto del tipo de cambio es como jugar cucurucho, cambia más rápido que el clima en Cerro de Oro. Según dicen, los pagos de aguinaldos de las compañías gringas podrían ayudar a que baje un poquito, pero luego, después de Navidad, cuando se acala la cosa, es probable que suba otra vez, como cuando intentas subir la cuesta Arriba en bicicleta sin cambios.
Carlos Valerin, el profe de las finanzas, nos explica que después de las fiestas, el mercado se seca un poco, hay menos billetes verdes dando vueltas y entonces, ¡zas!, el dólar vuelve a buscar sus niveles más altos. Él dice que seguirá moviéndose entre los ¢500 y ¢510, más o menos como la novela de Don Juan Tenorio, siempre dando vueltas en el mismo sitio.
Y no es solo la Navidad, compa. Resulta que hace unos añitos, el tipo de cambio llegó a tocar los ¢700 por dólar, ¡qué sal! Esto pasó porque las tasas de interés estaban bajísimas, el precio del petróleo andaba por las nubes y las pensiones quisieron meterle mano al negocio de invertir en Estados Unidos. Como si no tuviéramos problemas acá, ¿verdad?
Luego, como casi todo en la vida, las cosas cambiaron. El nuevo gobierno subió las tasas de interés a toda máquina, atrajo un montón de dinero de afuera y las exportaciones empezaron a moverse más rápido. Imagínate, ¡dolares entrando a raudales! Pero ni modo, el tipo de cambio ya había dado un buen golpe hacia abajo, así que ahora tenemos que aguantar la incertidumbre.
Otro experto, Daniel Ortiz, de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), nos advierte que aunque ahora el panorama se vea bien, las expectativas son que el dólar siga subiendo en los próximos meses, alrededor de un 12%, ¡qué torta! Él dice que el ahorro en colones no está tan atractivo, así que algunos prefieren guardar sus billetes en dólares, como precaución. Pero bueno, la temporada alta de turismo y los aguinaldos podrían darle un respiro al dólar, al menos por un rato, hasta que empiece el próximo año.
Pero espera, que aún hay más. El Banco Central, nuestro guardián de la economía, tiene un truco bajo la manga: ¡reservas altísimas! Parece que quieren mantener la inflación controlada, así que intervienen en el mercado para evitar que el dólar se dispare. Pablo Villalobos, del BCCR, nos explica que tienen un sistema de “flotación administrada”, es decir, dejan que el mercado decida el precio, pero meten la mano cuando es necesario. Como cuando le pides a tu abuela que te regale dulces, tú sabes que al final te dará un puñado más de lo que esperabas.
Así que, compa, prepárate. Aunque el dólar pueda bajar un poquito, no te ilusiones demasiado. Parece que el juego económico sigue en marcha, lleno de sorpresas y giros inesperados. Ahora dime, ¿crees que el Banco Central realmente podrá controlar el tipo de cambio, o vamos a seguir viendo estas fluctuaciones constantes que nos dan vuelta la cabeza? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
Pero ojo, no nos pongamos a celebrar demasiado rápido. Verás, esto del tipo de cambio es como jugar cucurucho, cambia más rápido que el clima en Cerro de Oro. Según dicen, los pagos de aguinaldos de las compañías gringas podrían ayudar a que baje un poquito, pero luego, después de Navidad, cuando se acala la cosa, es probable que suba otra vez, como cuando intentas subir la cuesta Arriba en bicicleta sin cambios.
Carlos Valerin, el profe de las finanzas, nos explica que después de las fiestas, el mercado se seca un poco, hay menos billetes verdes dando vueltas y entonces, ¡zas!, el dólar vuelve a buscar sus niveles más altos. Él dice que seguirá moviéndose entre los ¢500 y ¢510, más o menos como la novela de Don Juan Tenorio, siempre dando vueltas en el mismo sitio.
Y no es solo la Navidad, compa. Resulta que hace unos añitos, el tipo de cambio llegó a tocar los ¢700 por dólar, ¡qué sal! Esto pasó porque las tasas de interés estaban bajísimas, el precio del petróleo andaba por las nubes y las pensiones quisieron meterle mano al negocio de invertir en Estados Unidos. Como si no tuviéramos problemas acá, ¿verdad?
Luego, como casi todo en la vida, las cosas cambiaron. El nuevo gobierno subió las tasas de interés a toda máquina, atrajo un montón de dinero de afuera y las exportaciones empezaron a moverse más rápido. Imagínate, ¡dolares entrando a raudales! Pero ni modo, el tipo de cambio ya había dado un buen golpe hacia abajo, así que ahora tenemos que aguantar la incertidumbre.
Otro experto, Daniel Ortiz, de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), nos advierte que aunque ahora el panorama se vea bien, las expectativas son que el dólar siga subiendo en los próximos meses, alrededor de un 12%, ¡qué torta! Él dice que el ahorro en colones no está tan atractivo, así que algunos prefieren guardar sus billetes en dólares, como precaución. Pero bueno, la temporada alta de turismo y los aguinaldos podrían darle un respiro al dólar, al menos por un rato, hasta que empiece el próximo año.
Pero espera, que aún hay más. El Banco Central, nuestro guardián de la economía, tiene un truco bajo la manga: ¡reservas altísimas! Parece que quieren mantener la inflación controlada, así que intervienen en el mercado para evitar que el dólar se dispare. Pablo Villalobos, del BCCR, nos explica que tienen un sistema de “flotación administrada”, es decir, dejan que el mercado decida el precio, pero meten la mano cuando es necesario. Como cuando le pides a tu abuela que te regale dulces, tú sabes que al final te dará un puñado más de lo que esperabas.
Así que, compa, prepárate. Aunque el dólar pueda bajar un poquito, no te ilusiones demasiado. Parece que el juego económico sigue en marcha, lleno de sorpresas y giros inesperados. Ahora dime, ¿crees que el Banco Central realmente podrá controlar el tipo de cambio, o vamos a seguir viendo estas fluctuaciones constantes que nos dan vuelta la cabeza? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
