¡Ay, pata! La cosa está dura para los arroceros. Desde tempranas horas de este miércoles, una banda considerable de productores se plantó frente a la Asamblea Legislativa, haciendo una vigilia que duró prácticamente toda la noche. Se nota que están buscando apurarle las cosas a los diputados para que le den luz verde al proyecto de ley que podría salvarles el pellejo.
La movilización, que se llevó a cabo al costado norte de la Plaza de la Democracia, estaba bien organizada, con toldos para protegerse del sol (y luego del frío de la noche) y velas electrónicas dando un toque simbólico a la protesta. No era un picoteo cualquiera, ¡eh! Estos señores estaban decididos a hacer sentir su voz hasta que los diputados abran los ojos y atiendan sus reclamos.
El proyecto FONARROZ, que es lo que realmente les quema, busca crear un fondo especial para apoyar a los productores de arroz nacionales. Y no es para menos, porque la situación está más que complicada. Entre 2022 y 2025, la producción cayó un 60%, ¡una caída libre! Muchos pequeños agricultores están pensando seriamente en tirar la toalla si esto sigue así, y eso sería una tragedia para nuestra seguridad alimentaria, diay.
Según los arroceros, el retraso en la aprobación del proyecto se debe a las 138 mociones interpuestas, muchas de ellas provenientes de diputados que parecen estar jugando con fuego. Alexander Barrantes, del oficialismo, y Daniela Rojas, del PUSC, son los nombres que más suenan en la lista de quienes están frenando el avance. Hasta ahora, solo han podido resolver unas ocho mociones, lo cual, para los productores, es ir a paso de tortuga.
Pero ojo, que esto no es la primera vez que los arroceros salen a las calles a pedir ayuda. Han realizado varias protestas en las últimas semanas, y parece que finalmente lograron que se empezara a discutir el proyecto en las sesiones ordinarias. Se nota que estos señores no se andan con rodeos y están dispuestos a agotar todas las instancias posibles para conseguir lo que les corresponde. ¡Que se les seque!, vamos.
Y hablando de posible futuro, no descartaron volver a salir a manifestarse si ven que el asunto se estanca otra vez. Lo tienen claro: prefieren estar en la calle haciendo ruido a quedarse de brazos cruzados viendo cómo su brete se va al traste. Están hartos de promesas vacías y quieren ver resultados concretos, y rápido.
Este proyecto no es solo importante para los productores de arroz, sino para todos los costarricenses. Un sector agrícola fuerte significa alimentos más accesibles y empleos dignos en zonas rurales. Además, reduce nuestra dependencia de importaciones y fortalece nuestra economía nacional. ¡Es un ganar-ganar!, ¿qué más quieren?
Después de tanta espera y lucha, ¿creen ustedes que los diputados finalmente van a aprobar el proyecto FONARROZ tal como lo plantean los arroceros, o veremos más trámites burocráticos y demoras innecesarias? Díganme, ¿cuál creen que debería ser la solución para apoyar a nuestros productores nacionales y asegurar el futuro de la agricultura en Costa Rica?
La movilización, que se llevó a cabo al costado norte de la Plaza de la Democracia, estaba bien organizada, con toldos para protegerse del sol (y luego del frío de la noche) y velas electrónicas dando un toque simbólico a la protesta. No era un picoteo cualquiera, ¡eh! Estos señores estaban decididos a hacer sentir su voz hasta que los diputados abran los ojos y atiendan sus reclamos.
El proyecto FONARROZ, que es lo que realmente les quema, busca crear un fondo especial para apoyar a los productores de arroz nacionales. Y no es para menos, porque la situación está más que complicada. Entre 2022 y 2025, la producción cayó un 60%, ¡una caída libre! Muchos pequeños agricultores están pensando seriamente en tirar la toalla si esto sigue así, y eso sería una tragedia para nuestra seguridad alimentaria, diay.
Según los arroceros, el retraso en la aprobación del proyecto se debe a las 138 mociones interpuestas, muchas de ellas provenientes de diputados que parecen estar jugando con fuego. Alexander Barrantes, del oficialismo, y Daniela Rojas, del PUSC, son los nombres que más suenan en la lista de quienes están frenando el avance. Hasta ahora, solo han podido resolver unas ocho mociones, lo cual, para los productores, es ir a paso de tortuga.
Pero ojo, que esto no es la primera vez que los arroceros salen a las calles a pedir ayuda. Han realizado varias protestas en las últimas semanas, y parece que finalmente lograron que se empezara a discutir el proyecto en las sesiones ordinarias. Se nota que estos señores no se andan con rodeos y están dispuestos a agotar todas las instancias posibles para conseguir lo que les corresponde. ¡Que se les seque!, vamos.
Y hablando de posible futuro, no descartaron volver a salir a manifestarse si ven que el asunto se estanca otra vez. Lo tienen claro: prefieren estar en la calle haciendo ruido a quedarse de brazos cruzados viendo cómo su brete se va al traste. Están hartos de promesas vacías y quieren ver resultados concretos, y rápido.
Este proyecto no es solo importante para los productores de arroz, sino para todos los costarricenses. Un sector agrícola fuerte significa alimentos más accesibles y empleos dignos en zonas rurales. Además, reduce nuestra dependencia de importaciones y fortalece nuestra economía nacional. ¡Es un ganar-ganar!, ¿qué más quieren?
Después de tanta espera y lucha, ¿creen ustedes que los diputados finalmente van a aprobar el proyecto FONARROZ tal como lo plantean los arroceros, o veremos más trámites burocráticos y demoras innecesarias? Díganme, ¿cuál creen que debería ser la solución para apoyar a nuestros productores nacionales y asegurar el futuro de la agricultura en Costa Rica?