El peso de las cargas sociales y otros factores hacen que Costa Rica sea un país costoso a la hora de atraer inversión extranjera directa (IED), según Carlos Wong, presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras).
En este contexto, se ha puesto de relieve que, por cada trabajador, una empresa en Costa Rica debe destinar un 26.6% en cargas sociales, una cifra significativamente mayor al promedio del 12% en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Desglosando esta carga, el 14.6% corresponde a los seguros de enfermedad y pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), un 4.75% se destina a la pensión complementaria y el 7.25% restante se distribuye entre el Banco Popular, Fodesaf, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). Estos costos adicionales no relacionados directamente con los seguros de la CCSS aumentan considerablemente los costos operativos para las empresas.
Carlos Wong resalta que, históricamente, Costa Rica ha sido considerada un país caro en términos de costos operativos, especialmente en comparación con otros países competidores en la región. La OCDE ha realizado múltiples diagnósticos y recomendaciones que invitan a Costa Rica a revisar estos costos, incluyendo las cargas sociales, para continuar atrayendo nuevos flujos de IED y promover el crecimiento de las empresas ya establecidas en el país.
Este tema es particularmente relevante en la estrategia para atraer sectores emergentes, como la industria de semiconductores, que son altamente sensibles a los costos de operación. En 2023, Costa Rica logró atraer más de $3.921 millones en inversión extranjera directa, superando las expectativas de $3 mil millones. Además, el primer trimestre de 2024 reportó un crecimiento del 42% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que sugiere un potencial de crecimiento aún mayor si se logran reducir los costos operativos.
La preocupación por los altos costos operativos no es nueva, pero se ha intensificado en los últimos años debido a la creciente competencia global y la necesidad de mantener a Costa Rica como un destino atractivo para la inversión extranjera. Wong y otros líderes empresariales han instado al gobierno a considerar estas recomendaciones y trabajar en la reducción de cargas sociales para mejorar la competitividad del país.
En un panorama donde la inversión extranjera es crucial para el desarrollo económico, la revisión de las cargas sociales y otros costos operativos se presenta como una necesidad urgente. La capacidad de Costa Rica para atraer y retener inversiones dependerá en gran medida de las medidas que se tomen para reducir estos costos, facilitando así el crecimiento y la expansión de las empresas tanto nacionales como internacionales.
Con el objetivo de mantener y aumentar la inversión extranjera, es esencial que Costa Rica aborde estas cuestiones de manera efectiva y oportuna, asegurando un entorno favorable para el desarrollo económico y la creación de empleo.
La Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica, bajo el liderazgo de Carlos Wong, continuará abogando por estos cambios, buscando un balance que permita al país seguir siendo competitivo en el escenario global.
En este contexto, se ha puesto de relieve que, por cada trabajador, una empresa en Costa Rica debe destinar un 26.6% en cargas sociales, una cifra significativamente mayor al promedio del 12% en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Desglosando esta carga, el 14.6% corresponde a los seguros de enfermedad y pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), un 4.75% se destina a la pensión complementaria y el 7.25% restante se distribuye entre el Banco Popular, Fodesaf, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). Estos costos adicionales no relacionados directamente con los seguros de la CCSS aumentan considerablemente los costos operativos para las empresas.
Carlos Wong resalta que, históricamente, Costa Rica ha sido considerada un país caro en términos de costos operativos, especialmente en comparación con otros países competidores en la región. La OCDE ha realizado múltiples diagnósticos y recomendaciones que invitan a Costa Rica a revisar estos costos, incluyendo las cargas sociales, para continuar atrayendo nuevos flujos de IED y promover el crecimiento de las empresas ya establecidas en el país.
Este tema es particularmente relevante en la estrategia para atraer sectores emergentes, como la industria de semiconductores, que son altamente sensibles a los costos de operación. En 2023, Costa Rica logró atraer más de $3.921 millones en inversión extranjera directa, superando las expectativas de $3 mil millones. Además, el primer trimestre de 2024 reportó un crecimiento del 42% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que sugiere un potencial de crecimiento aún mayor si se logran reducir los costos operativos.
La preocupación por los altos costos operativos no es nueva, pero se ha intensificado en los últimos años debido a la creciente competencia global y la necesidad de mantener a Costa Rica como un destino atractivo para la inversión extranjera. Wong y otros líderes empresariales han instado al gobierno a considerar estas recomendaciones y trabajar en la reducción de cargas sociales para mejorar la competitividad del país.
En un panorama donde la inversión extranjera es crucial para el desarrollo económico, la revisión de las cargas sociales y otros costos operativos se presenta como una necesidad urgente. La capacidad de Costa Rica para atraer y retener inversiones dependerá en gran medida de las medidas que se tomen para reducir estos costos, facilitando así el crecimiento y la expansión de las empresas tanto nacionales como internacionales.
Con el objetivo de mantener y aumentar la inversión extranjera, es esencial que Costa Rica aborde estas cuestiones de manera efectiva y oportuna, asegurando un entorno favorable para el desarrollo económico y la creación de empleo.
La Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica, bajo el liderazgo de Carlos Wong, continuará abogando por estos cambios, buscando un balance que permita al país seguir siendo competitivo en el escenario global.