¡Pero qué vaina, raza! Resulta que, según unos gringos listos, los maridos que nos escuchan son los que andan ganando la batalla. Sí, así como lo leíste. Parece broma, pero hay estudios científicos que lo respaldan. Y claro, ahora todos los maes van a querer estar en buenos términos con nosotras, ¡como si fuera tan fácil!
La verdad es que esto ya lo sabíamos desde antes de que inventaran internet. Nosotros, las mujeres, somos como el GPS interno de estos hombres. Ellos se pierden rapidísimo si no les decimos “gira a la derecha” o “mejor por acá”. Pero que lo digan con datos y gráficas… ¡qué modernos se han vuelto!
Según los investigadores de la Universidad de California – esos mismos que probablemente nunca han probado un gallito entero –, la comunicación abierta y el respeto mutuo son la base para cualquier relación exitosa, ya sea en el matrimonio o en el trabajo. Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?
El Instituto Gottman, que parece ser una especie de gurú matrimonial, también dice que escuchar a la pareja fortalece el vínculo y te hace tomar mejores decisiones, especialmente cuando estás estresado. Eso sí, que me pregunten a mí, porque tengo años de experiencia en resolver broncas familiares con pura conversación.
Hasta Harvard Business Review se metió en el ajo, afirmando que tener la opinión de las mujeres en los equipos de trabajo aumenta la creatividad y la capacidad de adaptación. ¡Uy, vaya descubrimiento! Como si ya no supiéramos eso nosotros, los ticos, que siempre hemos valorado la sabiduría de nuestras abuelas y madres.
El caso es que varios empresarios famosos, como Richard Branson y Warren Buffett, han reconocido públicamente que el apoyo y el consejo de sus esposas fueron cruciales para superar momentos difíciles y tomar decisiones importantes. ¿Será que por fin los maes andan entendiendo que no lo saben todo?
Estos estudios señalan que no se trata solo de recibir apoyo emocional, sino de aprovechar la visión práctica y la intuición femenina. Nosotras vemos cosas que ellos ni se imaginan, y eso puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Piensa en la última vez que tuviste que comprar un carro: ¿quién te salvó de meter la pata?
Así que, mi gente, la moraleja es clara: escuchen a sus esposas, a sus mamás, a sus hermanas... ¡porque ellas tienen toda la razón! Pero ojo, que esto no significa que nos volvamos posesivas o mandonas. Simplemente, reconoce que tenemos algo de criterio. Ahora dime, ¿tú crees que este estudio va a cambiar el comportamiento de los hombres o seguirán pensando que lo saben todo solos?
La verdad es que esto ya lo sabíamos desde antes de que inventaran internet. Nosotros, las mujeres, somos como el GPS interno de estos hombres. Ellos se pierden rapidísimo si no les decimos “gira a la derecha” o “mejor por acá”. Pero que lo digan con datos y gráficas… ¡qué modernos se han vuelto!
Según los investigadores de la Universidad de California – esos mismos que probablemente nunca han probado un gallito entero –, la comunicación abierta y el respeto mutuo son la base para cualquier relación exitosa, ya sea en el matrimonio o en el trabajo. Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?
El Instituto Gottman, que parece ser una especie de gurú matrimonial, también dice que escuchar a la pareja fortalece el vínculo y te hace tomar mejores decisiones, especialmente cuando estás estresado. Eso sí, que me pregunten a mí, porque tengo años de experiencia en resolver broncas familiares con pura conversación.
Hasta Harvard Business Review se metió en el ajo, afirmando que tener la opinión de las mujeres en los equipos de trabajo aumenta la creatividad y la capacidad de adaptación. ¡Uy, vaya descubrimiento! Como si ya no supiéramos eso nosotros, los ticos, que siempre hemos valorado la sabiduría de nuestras abuelas y madres.
El caso es que varios empresarios famosos, como Richard Branson y Warren Buffett, han reconocido públicamente que el apoyo y el consejo de sus esposas fueron cruciales para superar momentos difíciles y tomar decisiones importantes. ¿Será que por fin los maes andan entendiendo que no lo saben todo?
Estos estudios señalan que no se trata solo de recibir apoyo emocional, sino de aprovechar la visión práctica y la intuición femenina. Nosotras vemos cosas que ellos ni se imaginan, y eso puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Piensa en la última vez que tuviste que comprar un carro: ¿quién te salvó de meter la pata?
Así que, mi gente, la moraleja es clara: escuchen a sus esposas, a sus mamás, a sus hermanas... ¡porque ellas tienen toda la razón! Pero ojo, que esto no significa que nos volvamos posesivas o mandonas. Simplemente, reconoce que tenemos algo de criterio. Ahora dime, ¿tú crees que este estudio va a cambiar el comportamiento de los hombres o seguirán pensando que lo saben todo solos?
