¡Aguante, pura vida! Resulta que la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), esos que siempre andan con sus bretes, anunció una serie de apagones programados para esta semana. Sí, leyeron bien, apagones. En pleno septiembre, cuando uno quiere disfrutar de la noche y echarse unos panecillos calientes, ¡zas!, luces apagadas. Un verdadero despache, si me preguntan.
La jugada es así: desde este lunes 29 hasta el viernes 3 de octubre, varios sectores del país van a experimentar interrupciones en el suministro eléctrico. Según la CNFL, esto es porque tienen que hacerle mantenimiento a la infraestructura, supuestamente para mejorar el servicio. Pero bueno, ya saben cómo es, siempre hay un “pero”. Uno se queda pensando si realmente necesitan tanto mantenimiento o si simplemente les falta invertir en cosas decentes. De cualquier manera, toca prepararse para encender las velas y buscar un power bank.
Y ni hablar de la cantidad de zonas afectadas. Desde Cartago hasta Goicoechea, pasando por San José, Alajuela y Escazú, prácticamente todo el Valle Central va a sentir el bajón. Imagínense, si vives en San José, prepárate para pasar tardes a oscuras. Las oficinas van a estar con ventiladores manuales, los restaurantes sin poder cocinar y los bares... bueno, los bares tendrán que ofrecer happy hour con linternas. Un rollo.
Vamos por partes, porque la lista es larga. El lunes 29, La Unión, Dulce Nombre y Cartago serán de las primeras en sufrir; martes 30, San Pedro y Santa Ana tendrán que armarse de paciencia. Luego, el miércoles 1 de octubre, Tirrases y Escazú también se unirán al club de los apagones. Jueves 2, volveremos a saber de San Pedro, y el viernes 3, Curridabat y nuevamente Tirrases estarán en la mira. ¡Una verdadera torta! Menos mal que tengo mi linterna de emergencia preparada.
Lo que más preocupa es que estos cortes van a afectar el día a día de muchísima gente. Piensen en las personas mayores, en las familias con niños pequeños, en aquellos que dependen de equipos médicos que funcionan con electricidad. No es fácil quedarse sin luz, especialmente cuando uno está delicado de salud. Además, ¿qué pasa con los negocios? Muchos dependen de la energía para operar, y estos apagones pueden significar pérdidas económicas significativas. Ya sabemos cómo está la cosa, ¡hasta la risa cuesta!
Por supuesto, la CNFL ha prometido trabajar rápido para minimizar las molestias. Dicen que van a hacer todo lo posible para restablecer el servicio lo antes posible. Pero ya saben, esas promesas suelen quedar en el aire. Lo importante es estar informados y tomar precauciones. Carguen sus teléfonos, acumulen agua, compren pilas y, sobre todo, mantengan la calma. ¡Pura vida, que a veces no hay otra!
Además, no olvidemos que esto coincide con la época seca, cuando la generación de energía hidroeléctrica disminuye. Podría ser que la sequía esté complicando aún más la situación y obligando a la CNFL a recurrir a estas medidas drásticas. No sería la primera vez que nos dejan varados por problemas climáticos, ¿verdad, maes? Es hora de empezar a pensar en alternativas energéticas más sostenibles, porque depender solo del agua nos deja muy expuestos a estos imprevistos.
En fin, entre tanta nota de política y cambio climático, estos apagones son la cereza del pastel. Ya ni se puede confiar en tener luz en casa. Ahora, dime tú, ¿crees que la CNFL debería priorizar la inversión en energías renovables para evitar estos cortes recurrentes o prefieres seguir aguantándote los apagones a la antigua?
La jugada es así: desde este lunes 29 hasta el viernes 3 de octubre, varios sectores del país van a experimentar interrupciones en el suministro eléctrico. Según la CNFL, esto es porque tienen que hacerle mantenimiento a la infraestructura, supuestamente para mejorar el servicio. Pero bueno, ya saben cómo es, siempre hay un “pero”. Uno se queda pensando si realmente necesitan tanto mantenimiento o si simplemente les falta invertir en cosas decentes. De cualquier manera, toca prepararse para encender las velas y buscar un power bank.
Y ni hablar de la cantidad de zonas afectadas. Desde Cartago hasta Goicoechea, pasando por San José, Alajuela y Escazú, prácticamente todo el Valle Central va a sentir el bajón. Imagínense, si vives en San José, prepárate para pasar tardes a oscuras. Las oficinas van a estar con ventiladores manuales, los restaurantes sin poder cocinar y los bares... bueno, los bares tendrán que ofrecer happy hour con linternas. Un rollo.
Vamos por partes, porque la lista es larga. El lunes 29, La Unión, Dulce Nombre y Cartago serán de las primeras en sufrir; martes 30, San Pedro y Santa Ana tendrán que armarse de paciencia. Luego, el miércoles 1 de octubre, Tirrases y Escazú también se unirán al club de los apagones. Jueves 2, volveremos a saber de San Pedro, y el viernes 3, Curridabat y nuevamente Tirrases estarán en la mira. ¡Una verdadera torta! Menos mal que tengo mi linterna de emergencia preparada.
Lo que más preocupa es que estos cortes van a afectar el día a día de muchísima gente. Piensen en las personas mayores, en las familias con niños pequeños, en aquellos que dependen de equipos médicos que funcionan con electricidad. No es fácil quedarse sin luz, especialmente cuando uno está delicado de salud. Además, ¿qué pasa con los negocios? Muchos dependen de la energía para operar, y estos apagones pueden significar pérdidas económicas significativas. Ya sabemos cómo está la cosa, ¡hasta la risa cuesta!
Por supuesto, la CNFL ha prometido trabajar rápido para minimizar las molestias. Dicen que van a hacer todo lo posible para restablecer el servicio lo antes posible. Pero ya saben, esas promesas suelen quedar en el aire. Lo importante es estar informados y tomar precauciones. Carguen sus teléfonos, acumulen agua, compren pilas y, sobre todo, mantengan la calma. ¡Pura vida, que a veces no hay otra!
Además, no olvidemos que esto coincide con la época seca, cuando la generación de energía hidroeléctrica disminuye. Podría ser que la sequía esté complicando aún más la situación y obligando a la CNFL a recurrir a estas medidas drásticas. No sería la primera vez que nos dejan varados por problemas climáticos, ¿verdad, maes? Es hora de empezar a pensar en alternativas energéticas más sostenibles, porque depender solo del agua nos deja muy expuestos a estos imprevistos.
En fin, entre tanta nota de política y cambio climático, estos apagones son la cereza del pastel. Ya ni se puede confiar en tener luz en casa. Ahora, dime tú, ¿crees que la CNFL debería priorizar la inversión en energías renovables para evitar estos cortes recurrentes o prefieres seguir aguantándote los apagones a la antigua?