¡Ay, Dios mío! Parece que la onda de los carros eléctricos en Costa Rica se ha topado con un buen brete. El ICE ya soltó la bronca, advirtiendo a los dueños de estos bólidos que anduvieran tranquilos con los adaptadores que le ponen a sus cargadores. No vaya a ser que terminen dañando la máquina o, peor aún, ¡ponerlos en peligro!
Resulta que, según el coordinador de Desarrollo y Soluciones de Negocios del ICE, Jeremy Prado, solo se deben usar adaptadores aprobados por el fabricante del carro o del cargador. “Si te aventuraste con un adaptador random, ahí tienes… ¡puede que te lleves una sorpresa desagradable!”, recalcó Prado. Con 45 centros de carga repartidos por todo el país, usando conectores CCS1, CHAdeMO y GB/T DC, parece que deberían cubrir todas las necesidades... aunque la realidad pinta otra cosa.
Y es que la Aresep, con toda la razón del mundo, ya venía reportando problemas desde el año pasado. Hasta finales del 2024, la mayoría de las fallas eran porque muchos carros son chinos y los cargadores siguen teniendo parámetros europeos. ¡Un verdadero desmadre! De unas 4.959 averías registradas entre enero de 2023 y abril de este año, casi la mitad, unos 4.641, estaban relacionadas con esta incompatibilidad. ¡Imagínate la frustración de llegar a un lugar y no poder conectar el chunche!
Como bien sabemos, los carros eléctricos chinos son los reyes del mercado acá, así que este problema afecta a gran parte de los usuarios. La Aresep, con su estudio, nos puso las cosas claras: solo hay 125 centros de carga en todo el país. ¡Eso sí que es poco! Y ni hablemos de la distribución, que se concentra casi que en la Zona Metropolitana. Claramente, esto va en contra del decreto ejecutivo 4164-2 del MINAE, que establece que debe haber cargadores en todo el territorio nacional.
Vamos, que la situación está bastante salada. Mientras la cantidad de carros eléctricos sigue aumentando – ¡ya llegamos a 17.154 en las calles!– la infraestructura para cargarlos se queda rezagada. Eso sí que es irse al traste, señores. Se supone que el ICE está reforzando la red, incorporando nuevas tecnologías como CCS1 y GB/T DC, pero parece que todavía le falta mucho recorrido. Al menos, tenemos la línea 1194 funcionando las 24 horas, para reportar cualquier falla o preguntar por la ubicación de los centros disponibles. ¡Ahí vamos tirándole!
Pero no todo está perdido, chunches. Hay esperanza, siempre hay esperanza. La clave está en que tanto el gobierno como el sector privado pongan manos a la obra y aceleren la instalación de nuevos puntos de carga, asegurándose de que sean compatibles con todos los modelos de vehículos, especialmente los chinos. También sería bueno que los fabricantes hicieran un esfuerzo por adaptar sus equipos a los estándares locales. ¡Más vale prevenir que lamentar!
La verdad es que este caso nos hace reflexionar sobre la importancia de planificar a futuro. Cuando apostamos por tecnologías nuevas, como los carros eléctricos, debemos pensar en toda la cadena: la compra del vehículo, la posibilidad de cargarlo cómodamente y de forma segura, y la sostenibilidad de la iniciativa a largo plazo. Sino, terminamos con este lío de compatibilidades y gente frustrada buscando dónde enchufar su carreta.
Entonces, díganme, ¿creen que el gobierno y el ICE van a tomar cartas en el asunto y solucionar este problema de fondo, o seguiremos viendo a nuestros amigos electricistas tratando de hacer magia con adaptadores improvisados? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Resulta que, según el coordinador de Desarrollo y Soluciones de Negocios del ICE, Jeremy Prado, solo se deben usar adaptadores aprobados por el fabricante del carro o del cargador. “Si te aventuraste con un adaptador random, ahí tienes… ¡puede que te lleves una sorpresa desagradable!”, recalcó Prado. Con 45 centros de carga repartidos por todo el país, usando conectores CCS1, CHAdeMO y GB/T DC, parece que deberían cubrir todas las necesidades... aunque la realidad pinta otra cosa.
Y es que la Aresep, con toda la razón del mundo, ya venía reportando problemas desde el año pasado. Hasta finales del 2024, la mayoría de las fallas eran porque muchos carros son chinos y los cargadores siguen teniendo parámetros europeos. ¡Un verdadero desmadre! De unas 4.959 averías registradas entre enero de 2023 y abril de este año, casi la mitad, unos 4.641, estaban relacionadas con esta incompatibilidad. ¡Imagínate la frustración de llegar a un lugar y no poder conectar el chunche!
Como bien sabemos, los carros eléctricos chinos son los reyes del mercado acá, así que este problema afecta a gran parte de los usuarios. La Aresep, con su estudio, nos puso las cosas claras: solo hay 125 centros de carga en todo el país. ¡Eso sí que es poco! Y ni hablemos de la distribución, que se concentra casi que en la Zona Metropolitana. Claramente, esto va en contra del decreto ejecutivo 4164-2 del MINAE, que establece que debe haber cargadores en todo el territorio nacional.
Vamos, que la situación está bastante salada. Mientras la cantidad de carros eléctricos sigue aumentando – ¡ya llegamos a 17.154 en las calles!– la infraestructura para cargarlos se queda rezagada. Eso sí que es irse al traste, señores. Se supone que el ICE está reforzando la red, incorporando nuevas tecnologías como CCS1 y GB/T DC, pero parece que todavía le falta mucho recorrido. Al menos, tenemos la línea 1194 funcionando las 24 horas, para reportar cualquier falla o preguntar por la ubicación de los centros disponibles. ¡Ahí vamos tirándole!
Pero no todo está perdido, chunches. Hay esperanza, siempre hay esperanza. La clave está en que tanto el gobierno como el sector privado pongan manos a la obra y aceleren la instalación de nuevos puntos de carga, asegurándose de que sean compatibles con todos los modelos de vehículos, especialmente los chinos. También sería bueno que los fabricantes hicieran un esfuerzo por adaptar sus equipos a los estándares locales. ¡Más vale prevenir que lamentar!
La verdad es que este caso nos hace reflexionar sobre la importancia de planificar a futuro. Cuando apostamos por tecnologías nuevas, como los carros eléctricos, debemos pensar en toda la cadena: la compra del vehículo, la posibilidad de cargarlo cómodamente y de forma segura, y la sostenibilidad de la iniciativa a largo plazo. Sino, terminamos con este lío de compatibilidades y gente frustrada buscando dónde enchufar su carreta.
Entonces, díganme, ¿creen que el gobierno y el ICE van a tomar cartas en el asunto y solucionar este problema de fondo, o seguiremos viendo a nuestros amigos electricistas tratando de hacer magia con adaptadores improvisados? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
