¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el circo político, ¿eh? Resulta que don Fernando Castillo Víquez, el maestro de la Sala Constitucional, anda buscando reelegirse para seguir ahí arriba por otros ocho años. El mae este, que ya lleva una década en el puesto, presentó sus papeles hace unos días al Congreso y ahora toca esperar qué onda. Ya saben cómo andan las cosas por acá, un trámite que podría ser rapidito, pero nunca se sabe.
Para refrescarle la memoria a algunos, Castillo Víquez llegó a la Sala en el 2009, se pegaron unos añitos y luego le dieron otra vuelta en el 2017. Ahora quiere repetir la dosis, buscar una tercera etapa como magistrado. Digamos que el mae se ha hecho solito un huequito ahí arriba, y parece decidido a mantenerlo. Claro, con esos currículums impresionantes de asesor legislativo, funcionario presidencial y procurador constitucional, ¿quién iba a decir que no?
Lo que nos deja pensando es si esta vez será tan fácil como las anteriores. Recordemos que para reelegirlo necesitan dos tercios de votos en la Asamblea, un número considerable que no siempre es fácil de conseguir. Además, la Comisión de Nombramientos tendrá que meterle ojo al asunto, revisar su informe y darle una recomendación al Plenario. Ahí podrían surgir algunas sorpresas, diay, porque entre ustedes ya saben, hay gente que no le cae bien Castillo y no le va a poner las cosas fáciles.
Y hablando de papeleo, para los curiosos, ahí les dejo el link al informe completo que presentó. Así pueden juzgar por ustedes mismos si el mae se merece otro mandato. Hay datos interesantes sobre su gestión, proyectos que impulsó, decisiones clave que tomó… un montón de cositas para analizar. Pero vamos, que eso ya lo tienen que hacer ustedes, no me van a pedir que resuma todo, ¿verdad?
Ahora, seamos honestos, este tema tiene tela. Algunos dirán que Castillo ha sido un magistrado ejemplar, comprometido con la defensa de la Constitución. Otros argumentarán que ya cumplió su tiempo y que es hora de darle oportunidad a nuevos talentos. Y claro, también estarán los que simplemente no le caen bien, por cuestiones políticas o ideológicas. Como dice mi abu, “el mundo está lleno de envidias”.
Pero aquí en Costa Rica, somos expertos en dilatar las cosas, ¿verdad? Parece que el proceso de evaluación se alargará hasta el infinito. Primero la Comisión, luego el Plenario, debates interminables, declaraciones controversiales... ¡Qué torta! Uno ya ni sueña con que esto termine rápido. Esperemos que los diputados hagan bien su trabajo y tomen una decisión informada, pensando en el bienestar del país, y no en sus propios intereses.
Volviendo al tema personal de Castillo, un detalle curioso es que tiene 66 años y es licenciado en Derecho por la UCR, además de tener un doctorado por la Escuela Libre de Derecho. Un hombre de letras, digamos. Eso sí, también ha tenido experiencia trabajando en los tres poderes de la República, así que conoce bastante bien el sistema político costarricense. Eso le da cierta ventaja, pues sabe cómo moverse entre bambalinas.
Así que, mis queridos lectores, la pelota está en la cancha de los diputados. ¿Creen que Fernando Castillo seguirá siendo el presidente de la Sala Constitucional por otros ocho años? ¿Consideran que su trayectoria justifica una nueva reelección, o sería momento de renovar el panorama judicial? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! ¡A debatir se ha dicho!
Para refrescarle la memoria a algunos, Castillo Víquez llegó a la Sala en el 2009, se pegaron unos añitos y luego le dieron otra vuelta en el 2017. Ahora quiere repetir la dosis, buscar una tercera etapa como magistrado. Digamos que el mae se ha hecho solito un huequito ahí arriba, y parece decidido a mantenerlo. Claro, con esos currículums impresionantes de asesor legislativo, funcionario presidencial y procurador constitucional, ¿quién iba a decir que no?
Lo que nos deja pensando es si esta vez será tan fácil como las anteriores. Recordemos que para reelegirlo necesitan dos tercios de votos en la Asamblea, un número considerable que no siempre es fácil de conseguir. Además, la Comisión de Nombramientos tendrá que meterle ojo al asunto, revisar su informe y darle una recomendación al Plenario. Ahí podrían surgir algunas sorpresas, diay, porque entre ustedes ya saben, hay gente que no le cae bien Castillo y no le va a poner las cosas fáciles.
Y hablando de papeleo, para los curiosos, ahí les dejo el link al informe completo que presentó. Así pueden juzgar por ustedes mismos si el mae se merece otro mandato. Hay datos interesantes sobre su gestión, proyectos que impulsó, decisiones clave que tomó… un montón de cositas para analizar. Pero vamos, que eso ya lo tienen que hacer ustedes, no me van a pedir que resuma todo, ¿verdad?
Ahora, seamos honestos, este tema tiene tela. Algunos dirán que Castillo ha sido un magistrado ejemplar, comprometido con la defensa de la Constitución. Otros argumentarán que ya cumplió su tiempo y que es hora de darle oportunidad a nuevos talentos. Y claro, también estarán los que simplemente no le caen bien, por cuestiones políticas o ideológicas. Como dice mi abu, “el mundo está lleno de envidias”.
Pero aquí en Costa Rica, somos expertos en dilatar las cosas, ¿verdad? Parece que el proceso de evaluación se alargará hasta el infinito. Primero la Comisión, luego el Plenario, debates interminables, declaraciones controversiales... ¡Qué torta! Uno ya ni sueña con que esto termine rápido. Esperemos que los diputados hagan bien su trabajo y tomen una decisión informada, pensando en el bienestar del país, y no en sus propios intereses.
Volviendo al tema personal de Castillo, un detalle curioso es que tiene 66 años y es licenciado en Derecho por la UCR, además de tener un doctorado por la Escuela Libre de Derecho. Un hombre de letras, digamos. Eso sí, también ha tenido experiencia trabajando en los tres poderes de la República, así que conoce bastante bien el sistema político costarricense. Eso le da cierta ventaja, pues sabe cómo moverse entre bambalinas.
Así que, mis queridos lectores, la pelota está en la cancha de los diputados. ¿Creen que Fernando Castillo seguirá siendo el presidente de la Sala Constitucional por otros ocho años? ¿Consideran que su trayectoria justifica una nueva reelección, o sería momento de renovar el panorama judicial? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios! ¡A debatir se ha dicho!
