¡Ay, Dios mío! El país está que arde, mi gente. Resulta que ahora, gracias a una decisión del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), nuestro querido presidente Rodrigo Chaves parece que tendrá que andar con pies de plomo en cómo se comunica con nosotros, los ciudadanos. Lo que empezó como un rumor, terminó siendo oficial: a partir de mañana, se le pone el freno a las actividades proselitistas del Gobierno. Una verdadera torta, si me preguntan.
Según el mandatario, esta medida es un “día triste para la democracia” y siente que le están quitando la oportunidad de hablar claro con el pueblo, como lo ha hecho desde que asumió el cargo. Chaves argumenta que se trata de una limitación excesiva, especialmente porque él siempre se ha caracterizado por ser transparente en sus acciones y decisiones. "Me duele ver que lo que era un TSE intachable tenga ahora una mancha con esta ley mordaza", expresó en su conferencia semanal, que muchos esperamos para saber qué brete está sacando adelante el Gobierno.
Pero ahí no quedó la cosa. El presidente no se guardó nada y cargó contra el TSE por basarse en resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitidas en Nicaragua y Venezuela. ¡Imagínate!, comparando nuestra democracia con esas situaciones... Eso sí que es cargar el bicho. Según Chaves, esto implica que el TSE está usando argumentos poco sólidos para justificar estas restricciones, como si fuera un capricho intelectual de unos cuantos burócratas que andan buscando problemas.
Para ponerle pausa a toda la movida, el TSE explicó que estas medidas se implementan para asegurar una elección justa y equitativa, evitando que el poder del Estado se utilice en beneficio de ningún candidato o partido. Pero eso, como diríamos por acá, ¡eso es cuento chino! Porque el presidente insiste en que estas restricciones afectan su capacidad de rendir cuentas ante la población. "Hoy es un día triste para la democracia; nos silencian cuando lo único que hemos hecho es informar con transparencia lo que hace este gobierno".
Y ojo, porque las limitaciones son bien estrictas, mi pana. El presidente no podrá aparecer en campañas comunicacionales destacando proyectos o logros de su gestión. Ni los ministerios ni ninguna institución pública podrán promocionar sus obras a través de radios, televisoras o redes sociales. Hasta las conferencias de prensa semanales del presidente quedaron suspendidas, dejando a muchos de nosotros con ganas de saber qué está pasando detrás de cámaras. Parece que van a querer dejarlo más calladito que un pez.
Ahora, hay que entender que esta normativa estará vigente hasta después de las elecciones generales de febrero de 2026, y podría extenderse hasta abril si hubiera una segunda vuelta. Esto significa que durante casi un año entero, el presidente y las instituciones estatales tendrán que caminar con cuidado para no infringir las reglas impuestas por el TSE. Un verdadero chunche tener que lidiar con semejantes trabas, ¡qué pena!
Muchos analistas políticos opinan que el TSE, al aplicar estas normas con tanta rigurosidad, está intentando limitar la influencia del presidente Chaves, quien ha sabido conectar muy bien con la gente a través de sus redes sociales y sus apariciones públicas. Otros aseguran que el TSE simplemente está cumpliendo con su deber de garantizar la imparcialidad del proceso electoral, pero lo cierto es que esta situación ha generado mucha controversia y división en el país. Algunos lo ven como una afrenta a la libertad de expresión, mientras que otros consideran que es una medida necesaria para proteger la integridad de las elecciones.
En fin, una situación bastante complicada, ¿verdad? Con tantas restricciones y limitaciones, ¿cree usted que el TSE está actuando dentro de sus facultades o está abusando de su poder para silenciar al gobierno? ¿Considera que estas medidas afectarán negativamente la participación ciudadana en el proceso electoral o que, por el contrario, contribuirán a garantizar unas elecciones más limpias y transparentes? Déjeme saber su opinión en los comentarios – ¡me interesa mucho escucharla!”,
Según el mandatario, esta medida es un “día triste para la democracia” y siente que le están quitando la oportunidad de hablar claro con el pueblo, como lo ha hecho desde que asumió el cargo. Chaves argumenta que se trata de una limitación excesiva, especialmente porque él siempre se ha caracterizado por ser transparente en sus acciones y decisiones. "Me duele ver que lo que era un TSE intachable tenga ahora una mancha con esta ley mordaza", expresó en su conferencia semanal, que muchos esperamos para saber qué brete está sacando adelante el Gobierno.
Pero ahí no quedó la cosa. El presidente no se guardó nada y cargó contra el TSE por basarse en resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitidas en Nicaragua y Venezuela. ¡Imagínate!, comparando nuestra democracia con esas situaciones... Eso sí que es cargar el bicho. Según Chaves, esto implica que el TSE está usando argumentos poco sólidos para justificar estas restricciones, como si fuera un capricho intelectual de unos cuantos burócratas que andan buscando problemas.
Para ponerle pausa a toda la movida, el TSE explicó que estas medidas se implementan para asegurar una elección justa y equitativa, evitando que el poder del Estado se utilice en beneficio de ningún candidato o partido. Pero eso, como diríamos por acá, ¡eso es cuento chino! Porque el presidente insiste en que estas restricciones afectan su capacidad de rendir cuentas ante la población. "Hoy es un día triste para la democracia; nos silencian cuando lo único que hemos hecho es informar con transparencia lo que hace este gobierno".
Y ojo, porque las limitaciones son bien estrictas, mi pana. El presidente no podrá aparecer en campañas comunicacionales destacando proyectos o logros de su gestión. Ni los ministerios ni ninguna institución pública podrán promocionar sus obras a través de radios, televisoras o redes sociales. Hasta las conferencias de prensa semanales del presidente quedaron suspendidas, dejando a muchos de nosotros con ganas de saber qué está pasando detrás de cámaras. Parece que van a querer dejarlo más calladito que un pez.
Ahora, hay que entender que esta normativa estará vigente hasta después de las elecciones generales de febrero de 2026, y podría extenderse hasta abril si hubiera una segunda vuelta. Esto significa que durante casi un año entero, el presidente y las instituciones estatales tendrán que caminar con cuidado para no infringir las reglas impuestas por el TSE. Un verdadero chunche tener que lidiar con semejantes trabas, ¡qué pena!
Muchos analistas políticos opinan que el TSE, al aplicar estas normas con tanta rigurosidad, está intentando limitar la influencia del presidente Chaves, quien ha sabido conectar muy bien con la gente a través de sus redes sociales y sus apariciones públicas. Otros aseguran que el TSE simplemente está cumpliendo con su deber de garantizar la imparcialidad del proceso electoral, pero lo cierto es que esta situación ha generado mucha controversia y división en el país. Algunos lo ven como una afrenta a la libertad de expresión, mientras que otros consideran que es una medida necesaria para proteger la integridad de las elecciones.
En fin, una situación bastante complicada, ¿verdad? Con tantas restricciones y limitaciones, ¿cree usted que el TSE está actuando dentro de sus facultades o está abusando de su poder para silenciar al gobierno? ¿Considera que estas medidas afectarán negativamente la participación ciudadana en el proceso electoral o que, por el contrario, contribuirán a garantizar unas elecciones más limpias y transparentes? Déjeme saber su opinión en los comentarios – ¡me interesa mucho escucharla!”,