¡Aguante, Coto! La cosa está feísima por acá abajo. Los vecinos ya hartos de pasar más tiempo sin agua que con ella, ultimaron los preparativos para una manifestación este viernes que promete mover arena. No es novedad que el tema del agua en Coto Brus se nos ha ido de las manos, y parece que las autoridades tardan tanto en reaccionar como la justicia costarricense.
La bronca viene de lejos, mae. Estamos hablando de más de quince años sufriendo cortes de agua intermitentes que se agudizaron, pa' qué decir, estos últimos cinco. Ocho días sin poder siquiera echarte una ducha decente… ¡una torta! Así viven familias enteras, teniendo que cargar agua desde los ríos y pozos, como si estuviéramos en tiempos de nuestros abuelos. Y pa’ colmo, ¿qué pasa? Que les dicen que hay proyectos en camino, que ya van a mejorar la infraestructura... el mismo disco rayado de siempre.
El Sindicato de Trabajadores de Acueductos y Alcantarillados (Sitraa) ya había levantado la voz hace tiempo, explicando que el problema fundamental es la obsolescencia de las tuberías. Dicen que son viejas como el chamán de mi abuela y que las parches que le han dado son tan efectivos como tratar de arreglar un carro roto con cinta adhesiva. Las fugas son constantes, la presión baja, y la confianza de la gente, bueno, esa ya se fue al traste hace mucho.
Y para complicar más la situación, la Sala Constitucional tuvo que meterse a recordarle al AyA que cumpla con lo que ordena la ley. En noviembre del año pasado, le dijeron que tenía que hacerle mejoras al acueducto de Coto Brus, y ¿qué pasó? Nada. Han estado tragándose saliva, prometiendo esto y aquello, pero la realidad es que seguimos secos. La sala constitucional tuvo que ponerles un pare, porque ni modo que siguieran haciendo caso omiso a la población.
Desde el AyA, claro, se defienden diciendo que andan trabajando: cambiando tuberías, poniendo conexiones nuevas e incluso diseñando un proyecto más grande. Pero los vecinos, con justa razón, se muestran escépticos. Pa’ ellos, eso suena a humo, a promesas vacías que no llegan a ningún lado. Porque al final, lo único que vemos son las piscinas secas y la necesidad de ir a buscar agua a kilómetros de distancia. ¡Qué sal!
Lo que ha provocado esta movilización masiva es una mezcla de desesperación y frustración acumulada. Coto Brus es una zona agrícola importante, ¿eh? Dependemos del agua para producir alimentos, para mantener nuestras granjas y huertos. Si no tenemos agua, nuestra economía también se seca. Esto no es solo un problema doméstico, es un tema de desarrollo y seguridad alimentaria para todo el país. Y estamos viendo cómo nos lo toman a joda.
La marcha de este viernes va a empezar temprano, a las ocho en punto, frente a la municipalidad, y luego se dirigirán a las oficinas del AyA para dejar clara su postura. Están invitando a todos los cotobrusenses a sumarse, a mostrar su apoyo y exigir respuestas concretas. Dicen que no tienen miedo de intensificar las protestas si no ven resultados rápidos. Y vaya que tienen motivos para estar enojados, diay. Se preparan para todo y esperan que las autoridades entiendan la gravedad de la situación. Esperamos que esta vez sí le pongan empeño, porque la paciencia de la gente está agotada.
En fin, ¿ustedes creen que esta protesta realmente logrará sacudir al AyA y obligarlos a tomar cartas en el asunto? ¿O será otra manifestación más que quedará en el olvido, mientras la sequía sigue azotando a Coto Brus?
La bronca viene de lejos, mae. Estamos hablando de más de quince años sufriendo cortes de agua intermitentes que se agudizaron, pa' qué decir, estos últimos cinco. Ocho días sin poder siquiera echarte una ducha decente… ¡una torta! Así viven familias enteras, teniendo que cargar agua desde los ríos y pozos, como si estuviéramos en tiempos de nuestros abuelos. Y pa’ colmo, ¿qué pasa? Que les dicen que hay proyectos en camino, que ya van a mejorar la infraestructura... el mismo disco rayado de siempre.
El Sindicato de Trabajadores de Acueductos y Alcantarillados (Sitraa) ya había levantado la voz hace tiempo, explicando que el problema fundamental es la obsolescencia de las tuberías. Dicen que son viejas como el chamán de mi abuela y que las parches que le han dado son tan efectivos como tratar de arreglar un carro roto con cinta adhesiva. Las fugas son constantes, la presión baja, y la confianza de la gente, bueno, esa ya se fue al traste hace mucho.
Y para complicar más la situación, la Sala Constitucional tuvo que meterse a recordarle al AyA que cumpla con lo que ordena la ley. En noviembre del año pasado, le dijeron que tenía que hacerle mejoras al acueducto de Coto Brus, y ¿qué pasó? Nada. Han estado tragándose saliva, prometiendo esto y aquello, pero la realidad es que seguimos secos. La sala constitucional tuvo que ponerles un pare, porque ni modo que siguieran haciendo caso omiso a la población.
Desde el AyA, claro, se defienden diciendo que andan trabajando: cambiando tuberías, poniendo conexiones nuevas e incluso diseñando un proyecto más grande. Pero los vecinos, con justa razón, se muestran escépticos. Pa’ ellos, eso suena a humo, a promesas vacías que no llegan a ningún lado. Porque al final, lo único que vemos son las piscinas secas y la necesidad de ir a buscar agua a kilómetros de distancia. ¡Qué sal!
Lo que ha provocado esta movilización masiva es una mezcla de desesperación y frustración acumulada. Coto Brus es una zona agrícola importante, ¿eh? Dependemos del agua para producir alimentos, para mantener nuestras granjas y huertos. Si no tenemos agua, nuestra economía también se seca. Esto no es solo un problema doméstico, es un tema de desarrollo y seguridad alimentaria para todo el país. Y estamos viendo cómo nos lo toman a joda.
La marcha de este viernes va a empezar temprano, a las ocho en punto, frente a la municipalidad, y luego se dirigirán a las oficinas del AyA para dejar clara su postura. Están invitando a todos los cotobrusenses a sumarse, a mostrar su apoyo y exigir respuestas concretas. Dicen que no tienen miedo de intensificar las protestas si no ven resultados rápidos. Y vaya que tienen motivos para estar enojados, diay. Se preparan para todo y esperan que las autoridades entiendan la gravedad de la situación. Esperamos que esta vez sí le pongan empeño, porque la paciencia de la gente está agotada.
En fin, ¿ustedes creen que esta protesta realmente logrará sacudir al AyA y obligarlos a tomar cartas en el asunto? ¿O será otra manifestación más que quedará en el olvido, mientras la sequía sigue azotando a Coto Brus?
