¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, parece que en Costa Rica nunca hay sosiego, ¿verdad? Aquí el director del OIJ, don Rándall Zúñiga, salió con las garras bien afiladas la semana pasada, justo frente a los diputados, echándole bombas al presupuesto. Parece que la cosa está más que amarrada, porque el mae no andaba contento con cómo le están manejando la lana al Organismo.
Resulta que Zúñiga le soltó la bronca diciendo que cada colón que les quitan, ahí le abren las puertas al hampa. “¡Qué torta!”, exclamó, visiblemente molesto. Literalmente dijo que con menos recursos, están dejando que los peces gordos respiren tranquilos. Y no es cualquier cosa, porque según él, así indirectamente, hacen cómplices a esos que quieren quitarle dinero al OIJ para investigar los delitos que ocurren en este país.
La vaina es que, mientras el OIJ y el Ministerio Público están raspando fondo, la Fuerza Pública anda de lucas. Don Rándall acusó directamente al Ministerio de Hacienda de pasarle la pelota a la Fuerza Pública, justificándolo como bueno para ellos, pero agregando que también debían darle un respiro al OIJ y al Ministerio Público. ¡Parece que se armó un bochinche, diay!
Pero eso no es todo, porque según Zúñiga, no basta con hablar bonito ni echar culpas; hay que meterle mano al problema. “La lucha contra la criminalidad no se gana con discursos, ¡qué carga! Se gana con unión nacional, teniendo claro que necesitamos acuerdos para poder atacar esto de verdad”. El mae está diciendo que ya basta de tanta pelea entre poderes y que necesitan trabajar juntos, sin populismo ni ganas de sacar provecho político.
Y como si esto fuera poco, el fiscal general, Don Carlo Díaz, también se puso serio. Contó que de las 75 plazas que aprobaron los diputados para el Ministerio Público, ¡solo llegaron 22! Eso, amigos míos, es como intentar apagar un incendio con un vaso de agua. Dijo que tienen una deficiencia estructural de 134 fiscales, ¡y eso sin contar el personal técnico! Un 20% del total de fiscales en el país faltan, y con eso, tienen que lidiar con la delincuencia organizada... ¡Una verdadera breva!
Según el Fiscal, la situación es crítica y urgente. Han estado trabajando con un pie encima del otro, tratando de cubrir todas las áreas posibles, pero con esa carencia de personal, se complica aún más. Hay casos acumulados, investigaciones pendientes, y la posibilidad de que algunos maleantes logren escapar de la justicia aumenta día a día. Es una bomba de tiempo, vamos.
Muchos analistas políticos y expertos en seguridad están diciendo que esta situación es un reflejo de la falta de priorización de la seguridad pública en el país. Argumentan que invertir en investigación criminal y persecución del delito no es un gasto, sino una inversión en tranquilidad ciudadana. Pero parece que a veces, el presupuesto se maneja con otros criterios… Ya saben, la política es un juego complicado, y a veces, la seguridad queda en segundo plano. Algunos murmuran que hay intereses oscuros moviendo los hilos detrás de escena, pero eso, como dicen, son solo rumores...
Ahora, mi gente, me pregunto: ¿Es posible realmente fortalecer la seguridad pública en Costa Rica con estos recortes presupuestarios? ¿Debería el gobierno reconsiderar sus prioridades y destinar más recursos al OIJ y la Fiscalía, o creen que existen otras soluciones más efectivas? ¡Déjenme saber qué piensan ustedes en los comentarios! No sean tímidos, ¡la opinión de ustedes cuenta!
Resulta que Zúñiga le soltó la bronca diciendo que cada colón que les quitan, ahí le abren las puertas al hampa. “¡Qué torta!”, exclamó, visiblemente molesto. Literalmente dijo que con menos recursos, están dejando que los peces gordos respiren tranquilos. Y no es cualquier cosa, porque según él, así indirectamente, hacen cómplices a esos que quieren quitarle dinero al OIJ para investigar los delitos que ocurren en este país.
La vaina es que, mientras el OIJ y el Ministerio Público están raspando fondo, la Fuerza Pública anda de lucas. Don Rándall acusó directamente al Ministerio de Hacienda de pasarle la pelota a la Fuerza Pública, justificándolo como bueno para ellos, pero agregando que también debían darle un respiro al OIJ y al Ministerio Público. ¡Parece que se armó un bochinche, diay!
Pero eso no es todo, porque según Zúñiga, no basta con hablar bonito ni echar culpas; hay que meterle mano al problema. “La lucha contra la criminalidad no se gana con discursos, ¡qué carga! Se gana con unión nacional, teniendo claro que necesitamos acuerdos para poder atacar esto de verdad”. El mae está diciendo que ya basta de tanta pelea entre poderes y que necesitan trabajar juntos, sin populismo ni ganas de sacar provecho político.
Y como si esto fuera poco, el fiscal general, Don Carlo Díaz, también se puso serio. Contó que de las 75 plazas que aprobaron los diputados para el Ministerio Público, ¡solo llegaron 22! Eso, amigos míos, es como intentar apagar un incendio con un vaso de agua. Dijo que tienen una deficiencia estructural de 134 fiscales, ¡y eso sin contar el personal técnico! Un 20% del total de fiscales en el país faltan, y con eso, tienen que lidiar con la delincuencia organizada... ¡Una verdadera breva!
Según el Fiscal, la situación es crítica y urgente. Han estado trabajando con un pie encima del otro, tratando de cubrir todas las áreas posibles, pero con esa carencia de personal, se complica aún más. Hay casos acumulados, investigaciones pendientes, y la posibilidad de que algunos maleantes logren escapar de la justicia aumenta día a día. Es una bomba de tiempo, vamos.
Muchos analistas políticos y expertos en seguridad están diciendo que esta situación es un reflejo de la falta de priorización de la seguridad pública en el país. Argumentan que invertir en investigación criminal y persecución del delito no es un gasto, sino una inversión en tranquilidad ciudadana. Pero parece que a veces, el presupuesto se maneja con otros criterios… Ya saben, la política es un juego complicado, y a veces, la seguridad queda en segundo plano. Algunos murmuran que hay intereses oscuros moviendo los hilos detrás de escena, pero eso, como dicen, son solo rumores...
Ahora, mi gente, me pregunto: ¿Es posible realmente fortalecer la seguridad pública en Costa Rica con estos recortes presupuestarios? ¿Debería el gobierno reconsiderar sus prioridades y destinar más recursos al OIJ y la Fiscalía, o creen que existen otras soluciones más efectivas? ¡Déjenme saber qué piensan ustedes en los comentarios! No sean tímidos, ¡la opinión de ustedes cuenta!
