¡Ay, papá! Qué vaina, gente. Resulta que tenemos una danta bien chincha con un problema serio acá en Osa. El MINAE, SINAC y ACOSA andan batallando pa' salvarla, y la verdad es que nos pone a pensar qué tan vulnerables están estos animales emblemáticos.
La cosa empezó a principios de este año, cuando empezaron a ver a esta danta macho adulta arrastrando el pie por la zona de Los Ángeles y Agujitas, cerca de Drake. Parecía que le daba palo caminar, imagínate. Dos veces intentaron agarrarla pa’ darle una revisada, pero la danta era más lista y se escapaba, pura gallinaza. Pero bueno, al final, con paciencia y estrategia, lograron capturarla y llevarla al Centro de Rescate Yaguará. Menos mal que sí, porque la pobre estaba sufriendo, mándale cositas.
Después de un buen chequeo por parte de unos doctores de la UCR, salió que tiene una fractura transversal en el húmero – eso es el hueso del brazo, pa’ los que no estamos muy familiarizados con la anatomía de las dantas. Además, le sacaron unas muestras de sangre pa' chequear si tiene alguna enfermedad, porque obviamente, estar así tanto tiempo no es precisamente saludable. Ya saben, la danta anda con el sistema inmunológico castigado.
Pero la verdadera bronca es que la lesión lleva como cuatro meses de evolución, ¡cuatro meses! Imaginen la tortura que ha pasado este animalito. Durante todo ese tiempo, la alimentación ha sido bien escasa, así que ahora está superdelgada y débil. Los veterinarios andan dándole todos los nutrientes necesarios, cuidándola como a un bebé, pero todavía está en estado crítico, vamos. No hay que echarle la campana con jarro.
Y hablando de cuidar, el MINAE y ACOSA han estado pidiendo apoyo a todas las instituciones, organizaciones y profesionales que puedan ayudar. Hay que reconocer que la colaboración ha sido tremenda, esto demuestra que los ticos sí sabemos valorar nuestra fauna silvestre. Lo de estas especies en peligro de extinción siempre nos toca la fibra sensible, ¿verdad?
Las dantas son súper importantes para nuestros ecosistemas. Son como los jardineros del bosque, dispersando semillas y manteniendo la salud del suelo. Además, son parte de nuestra cultura e identidad nacional. ¿Se imaginan un Costa Rica sin dantas caminando tranquilamente por nuestros parques nacionales? Da que pena solamente pensarlo. Las encontramos en lugares como Corcovado, Tortuguero y la Cordillera de Talamanca, pero la presión humana les está quitando terreno, esos sitios naturales se van haciendo más pequeños con el paso del tiempo.
Ahora, la realidad es que las principales amenazas para las dantas siguen siendo las mismas de siempre: la destrucción de sus hogares – pa’ construir hoteles, fincas turísticas, lo que sea –, la caza furtiva y los accidentes de carro en nuestras carreteras. ¡Qué despiche! Necesitamos encontrar soluciones urgentes para protegerlas, y eso implica cambiar nuestros hábitos y priorizar la conservación de la naturaleza. El brete es grande, pero no imposible de resolver si trabajamos juntos.
En fin, toda esta situación nos hace reflexionar sobre nuestro papel como guardianes de la biodiversidad costarricense. ¿Será que estamos haciendo lo suficiente para proteger a estas criaturas increíbles? ¿Cómo crees tú que podemos mejorar la protección de las dantas y otros animales silvestres en Costa Rica, considerando los desafíos económicos y sociales que enfrentamos?
La cosa empezó a principios de este año, cuando empezaron a ver a esta danta macho adulta arrastrando el pie por la zona de Los Ángeles y Agujitas, cerca de Drake. Parecía que le daba palo caminar, imagínate. Dos veces intentaron agarrarla pa’ darle una revisada, pero la danta era más lista y se escapaba, pura gallinaza. Pero bueno, al final, con paciencia y estrategia, lograron capturarla y llevarla al Centro de Rescate Yaguará. Menos mal que sí, porque la pobre estaba sufriendo, mándale cositas.
Después de un buen chequeo por parte de unos doctores de la UCR, salió que tiene una fractura transversal en el húmero – eso es el hueso del brazo, pa’ los que no estamos muy familiarizados con la anatomía de las dantas. Además, le sacaron unas muestras de sangre pa' chequear si tiene alguna enfermedad, porque obviamente, estar así tanto tiempo no es precisamente saludable. Ya saben, la danta anda con el sistema inmunológico castigado.
Pero la verdadera bronca es que la lesión lleva como cuatro meses de evolución, ¡cuatro meses! Imaginen la tortura que ha pasado este animalito. Durante todo ese tiempo, la alimentación ha sido bien escasa, así que ahora está superdelgada y débil. Los veterinarios andan dándole todos los nutrientes necesarios, cuidándola como a un bebé, pero todavía está en estado crítico, vamos. No hay que echarle la campana con jarro.
Y hablando de cuidar, el MINAE y ACOSA han estado pidiendo apoyo a todas las instituciones, organizaciones y profesionales que puedan ayudar. Hay que reconocer que la colaboración ha sido tremenda, esto demuestra que los ticos sí sabemos valorar nuestra fauna silvestre. Lo de estas especies en peligro de extinción siempre nos toca la fibra sensible, ¿verdad?
Las dantas son súper importantes para nuestros ecosistemas. Son como los jardineros del bosque, dispersando semillas y manteniendo la salud del suelo. Además, son parte de nuestra cultura e identidad nacional. ¿Se imaginan un Costa Rica sin dantas caminando tranquilamente por nuestros parques nacionales? Da que pena solamente pensarlo. Las encontramos en lugares como Corcovado, Tortuguero y la Cordillera de Talamanca, pero la presión humana les está quitando terreno, esos sitios naturales se van haciendo más pequeños con el paso del tiempo.
Ahora, la realidad es que las principales amenazas para las dantas siguen siendo las mismas de siempre: la destrucción de sus hogares – pa’ construir hoteles, fincas turísticas, lo que sea –, la caza furtiva y los accidentes de carro en nuestras carreteras. ¡Qué despiche! Necesitamos encontrar soluciones urgentes para protegerlas, y eso implica cambiar nuestros hábitos y priorizar la conservación de la naturaleza. El brete es grande, pero no imposible de resolver si trabajamos juntos.
En fin, toda esta situación nos hace reflexionar sobre nuestro papel como guardianes de la biodiversidad costarricense. ¿Será que estamos haciendo lo suficiente para proteger a estas criaturas increíbles? ¿Cómo crees tú que podemos mejorar la protección de las dantas y otros animales silvestres en Costa Rica, considerando los desafíos económicos y sociales que enfrentamos?
